Entrevista de P. Livio a Marija para comentar el Mensaje del 25 de junio de 2018

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P. Livio: Queridos amigos. Aquí tenemos ahora a Marija en directo desde Medjugorje que nos comunicará el mensaje de la Reina de la Paz de la tarde de hoy, 25 de junio de 2018 coincidiendo con el trigésimo séptimo aniversario de la primera aparición de la Virgen.

P. Livio: ¡Hola Marija!

Marija: ¡Hola Padre Livio! Saludo a todos los oyentes de Radio Maria. Aquí estamos de fiesta. Gracias al Cielo hace treinta y siete años que la Virgen está entre nosotros y también hoy como cada veinticinco de mes, la Virgen nos ha dado el siguiente mensaje:

“Queridos hijos, este es el Día que el Señor me ha dado para agradecerle por cada uno de vosotros, por aquellos que se han convertido y han acogido mis mensajes y han emprendido el camino de la conversión y de la santidad. Alegraos, hijos míos, porque Dios es misericordioso y a todos os ama con su inmenso amor y os conduce hacia el camino de la salvación a través de mi venida aquí. Os amo a todos y os doy a mi Hijo para que Él os dé la paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!.

P. Livio: Marija, dinos ¿como es el ambiente aquí en Medjugorje en el día del aniversario?

Marija: El ambiente es de fiesta. Cuando es fiesta, se siente ya desde buena mañana. Muy temprano, ya había mucha gente en la colina de las apariciones. Muchos subieron ya ayer por la tarde y han dormido allí y cuando nosotros hemos llegado a las cinco, había ya mucha gente alrededor de la Virgen rezando en silencio, apartados del canto, pero todos con una alegría inmensa. Hemos pasado el día con cantos, alabanzas y agradecimentos a Dios por la presencia de la Virgen. Esta tarde hemos tenido la Misa Solemne, además de que ha habido misas cada hora. Ha sido un continuo rezar, cantar y alabar a Dios por habernos dado a la Virgen. El padre Millenko ha presidido la Santa Misa con la presencia, creo, de más de trescientos sacerdotes, he ovidado preguntar, en la sacristía donde estaba con Jacob e Ivan. Habíamos guiado la Novena y hemos cantado el Magnificat con varios tipos de coro, coro de jóvenes, coro de ancianos, coro de frailes, etc. La verdad es que los días de la novena han sido días muy intensos. A Medjugorje, gracias al Cielo, la fiesta no se acaba porque aquí, el corazón se abre, el paraíso se siente, la presencia de la Virgen es fuerte, también con tantos milagros, con tantas historias que la gente nos cuenta cuando llega. Esta mañana, un joven nos ha contado que su madre aquejada de un tumor maligno y a la que los médicos no daban esperanza de vida, después de haber estado en Medjugorje, su tumor había desaparecido. Por esto, alabemos al Señor, también por estas noticias que nos hacen ver su Misericordia.

P. Livio: Marija, esta alegría también se siente en la Virgen a través del mensaje porque dice: “Este es el día que el Señor me ha dado”, parece el canto de Pascua que dice: “Este es el día que el Señor ha hecho”.

Marija: Es verdad, padre Livio. No me había dado cuenta. Sí, la Virgen estaba muy contenta y el momento de la aparición, ha sido de una felicidad inmensa para todos y queremos transmitir esa alegría que la Virgen siente por nosotros. También para vosotros que escucháis, quiero deciros que el Paraíso está cerca y la presencia de la Virgen entre nosotros se siente fuertemente. Nos está guiando hacia la conversión, hacia la salvación del alma. Cada vez, cuando intento transmitir a los peregrinos este tiempo de gracia que tenemos con la presencia de la Virgen, pienso que es un sueño y me tengo que repetir que no es un sueño, que es la realidad. La Madre de Dios está entre nosotros, nos está visitando, nos está llamando, nos está amando con un amor inmenso. Ella nos está guiando hacia su Hijo Jesús porque dice que sin Él, no tenemos ni futuro, ni vida eterna.

P. Livio: Lo que me impresiona es el hecho de que la Virgen diga que Dios le da ese día para agradecerlo a todos los allí presentes, para toda la gente que sigue sus mensajes en cualquier parte del mundo, por toda la gente que se ha convertido, como si esto fuera un don que el Señor ha dado a la Virgen. Todos estos hijos, todos estos apóstoles de Su Amor. Encuentro que es conmovedor que la Virgen agradezca a toda esta gente que Dios le ha dado y que la ha seguido.

Marija: No solo es conmovedor por la gente que se convierte, sino también por todas las vocaciones que nacen aquí. También esta tarde, por ejemplo, ver las caras de tantos sacerdotes que han venido por el aniversario, tantos grupos de oración, tanta gente que ha cambiado su forma de vida, esto es una alegría inmensa.

P. Livio: Sabes? me impresiona el hecho de que la Virgen no se atribuya toda esa gran maravilla, sino que la atribuye al Señor.

Marija: Sí, Ella siempre agradece al Señor. Como en tantos mensajes que dice: “Dios me ha permitido estar entre vosotros”. Como esta misma tarde que la Virgen agradece al Señor, yo creo, por cada conversión, por cada persona que ha elegido el camino de la santidad.

P. Livio: Oye Marija, después de tantos años de la presencia de la Virgen, como se habla siempre, especialmente aquí en Europa, de que la gente pierde la fe, vemos que la Virgen, silenciosamente, ha puesto en acto una primavera que no se ve, pero que existe verdaderamente y que hace tener esperanza en el futuro.

Marija: Es verdad. Yo me acuerdo de que en los primeros tiempos de las apariciones, en el telenoticias, del tiempo comunista yugoslavo, dijeron que había empezado una revolución. Hoy, podemos decir que empezó una revolución del Amor de Dios hacia el hombre, mandando a Su Madre en este momento crítico de la identidad cristiana, identidad humana por tantas ideologías, tantas mentiras que nos están inculcando para que encontremos que todo es normal. Por esto la Virgen nos habla de vivir los Mandamientos, porque Dios ha hecho al hombre y a la mujer y no hay ideología que valga. Es verdad que la naturaleza hace su parte, lo vemos en tantos jóvenes que han probado de todo y se han decepcionado. La modernidad de hoy parece que pida ser unisex. La Virgen, en cambio, nos pide ser, no radicales, sino cristianos como Dios quiere, con los Mandamientos de Dios.

P. Livio: La Virgen cuando dice “alegraos”, es una invitación al agradecimiento, también agradece a aquellos que vienen a Medjugorje porque han respondido a una llamada y además, nos invita a la alegría porque nos dice el motivo por el cual Ella ha venido aquí. Es decir, que a través de Ella, es Dios quien nos invita a la salvación. La Virgen quiere que las almas se salven, que la gente vaya al Paraíso. Este es el motivo de su presencia.

Marija: Sí, Dios quiere la salvación de la humanidad. Yo creo que la persona ideal que podía mandar es la Virgen porque Ella estaba siempre abierta al sí, lo vemos en el Magnificat y en todos los momentos difíciles, ¿quién estuvo con los apóstoles cuando llegó Pentecostés? Fue María quien reunió a los apóstoles que estaban encerrados por el miedo. También nosotros, en estos momentos, tenemos miedo, pero la Virgen está entre nosotros y nos está llamando con insistencia, con mucho amor, con una alegría, por lo que nosotros deberíamos sentir la necesidad de responder a todo lo que Ella nos dice: a la conversión, a la santidad, a una vida nueva.

P. Livio: Marija, ¿Qué les dirías tú a todas esas personas que han empezado con fervor y después, quizá porque les llevaba más la curiosidad que la conversión, se han cansado. ¿Qué dirías a esas personas para que redescubran en su mente esta gracia que es la presencia de María?

Marija: Verás, yo siempre digo: Orad, orad, orad, como dice la Virgen. Si hay oración, se siente a Dios. El Señor espera que abramos el corazón. Muchas veces, las dificultades de la vida, las enfermedades, tantas preocupaciones diarias, sirven para acercarnos a Dios. Pero esto no quiere decir que solamente en los momentos de dificultad nos acerquemos a Dios para pedirle ayuda. La Virgen dice: “Orad, orad, orad hasta que la oración se convierta en gozo para vosotros. A mi me gustaría que todos hicieran esta experiencia de la oración. Seguramente, aquí en Medjugorje, se siente esta presencia, la Adoración que se hizo ayer por la noche, como también será la de hoy en el altar de fuera, donde la gente canta, reza, adora al Santísimo. La Virgen nos ha hecho entender que es a través de Ella, enamorándonos de Ella, que nos lleva a Jesús. Ella dice: “El centro de vuestra vida, debe ser Jesús”. Nos llama a la adoración, nos llama al amor hacia el Santísimo Sacramento del Altar. Esto es lo que estamos viviendo aquí en Medjugorje: La Eucaristía, la Santa Mesa, donde se oyen muchas lenguas, donde todas las naciones se sienten una sola cosa. Esta es la belleza de nuestra fe, la belleza de poder compartir y de ayudarnos unos a otros para seguir adelante en este camino de conversión al que la Virgen nos llama.

P. Livio: Yo leía en la página web de la parroquia que la Virgen ha dado a Ivanka, como cada 25 de junio, es decir, una vez al año, el mensaje: “Orad, orad”. ¿Puedo decir, Marija, que si se ora, no se pierde la fe? Si no se ora, se pierde la fe, pero con la oración, no se perderá nunca.

Marija: Sí, quien ora, quien se decide por la oración, experimenta un aumento de fe, la fe crece. Yo siempre digo que las personas que vienen a Medjugorje, encuentran la alegría de la oración. Después de estar horas y horas rezando, la oración se convierte en gozo.

P. Livio: Marija, esta mañana en Radio María hemos pasado una grabación que yo había hecho en el año 1989 acerca del encuentro con vuestro grupo arriba en la colina por la noche. Además, eras tú la que guiaba el grupo porque Iván no estaba, y me he acordado de ¡cuántas horas de oración se hacían en aquellos tiempos! Se tenía la Misa, la Aparición, el Rosario, se subía descalzo a las colinas, ¡creo que la Virgen os hizo vivir una experiencia de oración increíble! ¡Todo el tiempo de vuestra juventud!

Marija: Es verdad, pero también ahora padre Livio, puedes estar tranquilo, cuando dormíais, nosotros rezábamos, por la mañana temprano, durante el día… aquí en Medjugorje, se reza fácilmente.

P. Livio: Entonces, ¿habéis hecho una novena yendo muy temprano a la montaña?

Marija: Sí, pero además, hemos limpiado la montaña, preparado las flores junto a la Virgen, hemos rezado el rosario por las intenciones de la Virgen porque Ella dice que cuando rezamos, puede interceder por nosotros. Por lo tanto, hemos incluido a todas aquellas personas que están en nuestro corazón, como a todos los oyentes de Radio María, a todas las personas que han estado en Medjugorje, también a los sacerdotes… ¡No os podéis imaginar la letanía que hemos hecho! Porque hemos querido poner a todos bajo el manto de la Virgen.

P. Livio: Una última pregunta Marija porque hoy ha sido un día muy ajetreado.

Marija: ¡Y no ha terminado todavía!

P. Livio: Comprendo que estarás muy cansada. Quería decirte que el Santo Padre nos ha hecho el don de que su delegado, que era provisorio, Mons. Hoser, sea su representante a tiempo indefinido aquí en Medjugorje. ¿Cómo habéis recibido esta decisión del Santo Padre?

Marija: Con mucha alegría, con un fuerte aplauso porque ya falta poco para que venga y se establecerá en la antigua canónica de Medjugorje. Así empezaremos una vida nueva con un hombre que el Santo Padre nos ha mandado y que será nuestro arzobispo y para nosotros será un honor tenerlo aquí.

P. Livio: Tener aquí a un arzobispo, que representa al Santo Padre, es un gran don de la Virgen.

Marija: Sí, nosotros lo vemos así. Un regalo que el Señor nos ha hecho a través del papa Francisco.

P. Livio: Bien Marija, te agradezco de todo corazón todas estas reflexiones que nos haces cada 25 de mes y te pido que encomiendes a todos nuestros oyentes ante la Virgen.

Marija: De todo corazón. Un beso muy grande a todos y unidos en la oración con la confianza de que Dios nos escuche y que nuestras oraciones lleguen a Jesús a través de las manos de María Santisíma.

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