P. Livio: Aquí al micrófono tenemos a Marija de Medjugorje que nos comentará el mensaje de la Reina de la Paz del día de hoy 25 de febrero 2018.

P. Livio: ¡Buenas tardes Marija!

Marija: ¡Buenas tardes Padre Livio! Saludo a todos los oyentes de Radio Maria. Hoy 25 de febrero, como cada 25 de mes, la Virgen nos ha dado el siguiente mensaje:

“Queridos hijos, en este tiempo de gracia os invito a todos a abriros y a vivir los Mandamientos que Dios os ha dado para que estos os guíen, a través de los Sacramentos, por el camino de la conversión. El mundo y las tentaciones del mundo os prueban; vosotros, hijos míos, mirad las criaturas de Dios que, en belleza y humildad Él os ha dado e, hijos míos, amad a Dios sobre todas las cosas y Él os guiará en el camino de la salvación. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”.

P. Livio: Me parece que este mensaje es muy adecuado en este tiempo de Cuaresma.

Marija: Sí, mucho. Es una invitación al tiempo de gracia, a abrir el corazón a los Mandamientos de Dios y a través de ellos, también a los Sacramentos. La Virgen nos está guiando para prepararnos durante este tiempo de Cuaresma, que es un tiempo de gracia, hacia Dios, a la belleza, a todo aquello que Él ha creado para todos nosotros.

P. Livio: Yo veo que la Virgen, a menudo, nos llama a seguir los Mandamientos, y sin embargo nosotros hablamos muy poco de ellos. Parece como si nosotros diéramos más importancia a la oración, y en cambio deberíamos poner más interés en la vida moral, en el comportamiento, en la santidad de la vida.

Marija: Sí, porque es precisamente a esto a lo que la Virgen nos llama. Es decir, La Virgen nos llama continuamente a la conversión, a estar más unidos a Dios, más unidos en la oración, más unidos a los Mandamientos de Dios. Ahora, de forma especial, la Virgen nos llama a los Sacramentos. La Virgen hace muchos años que nos insiste en la asistencia a la Santa Misa, a la confesión y en recibir la Comunión. Además, durante el tiempo de Cuaresma, nos pide renuncias, esas pequeñas o grandes cosas que cada uno de nosotros tiene y que a veces empezamos a renunciar a ellas en Cuaresma y después seguimos toda la vida. ¡Cuántas veces pensamos: “voy a dejar de fumar durante la Cuaresma”! Pero si el humo hace daño, deberías renunciar a ello no solo durante la Cuaresma, sino durante toda la vida, así podrás respirar bien, tal como Dios quiere y no con tu estupidez. Dios te llama a respirar con los pulmones que Él te ha dado, a no contaminar. La verdad es que muchas cosas empiezan así.

P. Livio: Sí, todas estas renuncias nos deben preparar para una renuncia mucho más grande, es decir, la renuncia al pecado. En la confesión de Pascua, no deberíamos limitarnos solo a la confesión, sino que deberíamos hacernos el propósito de empezar una nueva vida quitando el pecado de ella.

Marija: Exactamente. La Virgen ya desde el principio nos pide pequeñas renuncias que uno hace, diríamos en privado, y que después se convierten en cosas grandes. Puede ser a través de la oración de la mañana, la oración de la noche, o bien a través de una oración especial que se puede transformar en algo grande como puede ser nuestro testimonio. Yo creo profundamente que la Virgen quiere de nosotros una unión siempre más intensa con Dios.

P. Livio: Claro. La Virgen nos habla de los Sacramentos porque nos dan la gracia, la fuerza con la cual conseguimos poner en práctica los Mandamientos. Yo creo que sin los Sacramentos, no seríamos capaces de seguir los Mandamientos. Hablando de esto, me acuerdo de lo que dice la Iglesia sobre la confesión y la Comunión de Pascua. Es decir, que al menos una vez al año todos los cristianos nos pusiéramos en gracia de Dios confesándonos y recibiendo la Comunión el día de Pascua.

Marija: Es verdad, porque muchas veces nosotros pensamos que nos tenemos que preparar durante el tiempo de Cuaresma para la Pascua. Pero después de Pascua, volvemos al pecado y seguimos con la vida de siempre. La Virgen, en cambio, insiste en que vivamos conscientemente los Sacramentos. Muchas veces nos olvidamos de ciertas cosas y pensamos que no es necesario saberlas. A menudo no sabemos ni cuáles son los diez Mandamientos. La Virgen dice que no sabemos ponerlos en práctica ni vivirlos. En este mensaje de hoy, de forma especial, la Virgen nos dice que este es un tiempo de gracia.

P. Livio: Yo diría que Medjugorje es todavía un lugar donde se vive la espiritualidad y la unión de los Sacramentos, pero en nuestro mundo, también aquí en Italia, muchos no saben lo que son los Mandamientos, no participan de los Sacramentos ni de la Santa Misa. Los fundamentos de la vida cristiana son prácticamente abandonados por parte de un pueblo que había sido muy cristiano. Debemos volver a los Sacramentos, debemos insistir en las parroquias en que hay que empezar por esto.

Marija: Es verdad. Yo me acuerdo que en los primeros años, recuperamos muchas cosas. Por ejemplo, había personas que no habían sido bautizadas, otras que celebraban su cumpleaños, pero que no se acordaban de la fecha de su bautizo, Primera Comunión o Confirmación. Muchas veces no nos acordamos de estos Sacramentos que son parte de nuestra vida. Por esto, yo creo que hoy, la Virgen, de modo muy especial, nos pide vivir en primer lugar los diez Mandamientos y después los Sacramentos ya que están completamente unidos entre sí. La Virgen quiere la salvación para todos. Dios quiere la salvación de todos, dentro de la libertad de cada uno, desea nuestra salvación, solo depende de nosotros.

P. Livio: Sí, aunque desafortunadamente muchas personas lo han olvidado. Muchos dicen: “soy creyente, pero no practicante”, pero no ser practicante significa no seguir los Mandamientos ni recibir los Sacramentos. Es necesario que, sobre todo nosotros los sacerdotes, insistamos en que sin la confesión, sin la Santa Misa, sin la Comunión, no somos verdaderos cristianos. Sin olvidar el sacramento del matrimonio, que hoy en día se ha abandonado. Aparte del bautismo, casi todos los demás sacramentos se han abandonado.

Marija: Esto es porque el mundo de hoy está viviendo un paganismo total. La familia está herida, el sentido de la familia ya no existe y muchas veces, incluso la Iglesia se rinde. Es por esto que la Virgen nos llama a la oración, al testimonio. Hoy también de forma especial, nos pide ser valientes. También el Santo Padre últimamente, nos pide que demos buen testimonio, no solo en la iglesia, sino fuera de ella. Hoy en día, el rebaño es pequeño y además son pocas las personas que tienen el valor de testimoniar.

P. Livio: Debemos vencer las tentaciones del mundo como hizo Jesucristo en el desierto contra el diablo.

Marija: Exactamente. También nosotros, como Jesús, debemos decir: “Aléjate de nosotros Satanás”. Nosotros somos de Dios y por esto la Virgen nos dice que las tentaciones del mundo son pruebas.  También el oro se pone en el fuego para ser probado. Son pruebas que debemos vencer con la bandera de Jesús y testimoniar con fuerza. Desafortunadamente, ser cristiano no entra en la modernidad y la Virgen nos pide invertir esta situación y decir que somos de Dios, que somos cristianos, decir que queremos a Dios en nuestras familias, en nuestras escuelas, en nuestro país, en cualquier sitio donde nos encontremos. Debemos gritar esta necesidad de Dios. Si tenemos esta fuerza, esa valentía, el mundo lo verá y muchas personas que son tibias, o temerosas, al vernos a nosotros, también ellos cogerán esa fuerza.

P. Livio: Estoy convencido de ello porque el testimonio, milagrosamente, arrastra a muchas personas. Marija, dime, en el mensaje de hoy, la frase donde dice: “Hijos míos, mirad las criaturas de Dios que, en belleza y humildad, Él os ha dado”. Yo he pensado que estas criaturas de Dios que brillan de belleza y humildad, se refiere a la naturaleza, como las flores que son pequeñas y humildes. De hecho, la contemplación de la naturaleza nos ayuda a descubrir la belleza y la grandiosidad de Dios. ¿No sé si este es el verdadero significado de estas palabras?

Marija: Sí, creo que la Virgen quiere que nos fijemos en todo lo maravilloso que el Señor ha hecho por nosotros. Dios nos ha puesto en el centro de todas sus criaturas, nosotros somos la inteligencia, sin embargo, en el mundo de hoy hay mucha estupidez. El mundo es la moda, el mundo es ignorancia. Hay muchos intelectuales que están a favor del aborto. ¿Cómo es posible? Nosotros somos un don de Dios y por esto la Virgen nos llama a ser ese don, ese reflejo de Dios. Sin Dios no somos nada porque es Él quien nos ha creado y sin Él no tenemos ni alegría ni paz. Dios es nuestro amor, nuestra alegría y ha creado todo para nosotros, para nuestro bien y debemos cuidarlo. Una vez dijo La Virgen que quería presentarnos a su Hijo Jesús como un ramillete de flores.  A pesar de nuestras diferencias, todos debemos desear las cosas de Dios, todo lo celestial. Yo creo que este debe ser nuestro desafío.

P. Livio: Cierto que en este mundo que se ha olvidado de Dios, impresiona y es muy importante escuchar cuando alguien dice que ama a Dios sobre todas las cosas, que vive por Dios. Creo que hoy es más importante que en el pasado.

Marija: Es cierto. Por esto, creo profundamente que la Virgen nos llama a fijarnos en todas las cosas bellas que Dios nos ha dado. Muchos cristianos de hoy parecen tristes, es como si ser cristiano fuera una cosa antigua, que no nos favorece. La Virgen nos llama precisamente a la humildad, a la contemplación de la belleza, a testimoniar y vivir con alegría, también en este tiempo de renuncia. Cuaresma no quiere decir tristeza. Jesús dice que cuando ayunemos, nos pongamos perfume y nos comportemos con los demás como si no lo hiciéramos. En este tiempo de renuncia y viviendo en un mundo opulento en el que no nos falta nada, debemos ser conscientes de que hay muchas personas pobres, que pasan hambre, que les falta ropa y a través de nuestro ayuno aprendemos a renunciar a algunas cosas y así poderlas dar a aquel pobre algo que no tiene. Me acuerdo que cuando la Virgen nos pidió ayunar, pusimos una caja en nuestra casa donde poner el dinero que ahorrábamos con el ayuno, lo poníamos allí y lo dábamos al primer misionero que venía para ayudar a la misión en la que él trabajaba. Para nosotros era un deber que nuestro padre tenía en la familia y el misionero se sorprendía cada vez que mi padre se lo daba, porque nosotros éramos pobres; pero cuando hay voluntad, se puede. Como dice un proverbio: “Amor es también deber”.  La persona que ama a Dios y sus Mandamientos, siente también necesidad de dar.

P. Livio: Es verdad. Marija, quiero hacerte una última pregunta. El tiempo de las apariciones llega ya a los 37 años. Es un tiempo muy largo, como el de los judíos en el desierto. ¿No te parece que debido a ese periodo tan largo de las apariciones, muchos se cansan, como el lamento de haber dejado Egipto? ¿O quizás abandonan el fervor de los primeros tiempos? Puede que haya el riesgo de que cuando llegue el tiempo de estar preparados, las lámparas estén apagadas y no haya aceite. ¿No te parece que se corre este peligro?

Marija: Existe este peligro para los tibios. Mira, he regresado de Medjugorje hace poco y a pesar de ser invierno con un tiempo tan frio y de haber menos peregrinos, la espiritualidad a la que nos ha llamado la Virgen, está viva. Cuando me cruzo con esas personas, veo que hay esa frescura, también en personas que a pesar de no haber estado en Medjugorje durante mucho tiempo por diferentes problemas, cuando les hablas de ello, se iluminan y les ves ese frescor, porque la Virgen es frescura. Sí, ciertamente hay gente que se cansa, pero si quieres frescura en tu vida, tienes que amar a la Virgen. San Luis María Grignion de Montfort amó tanto a la Virgen, que fue su esclavo, su gran apóstol; la amó siempre de una forma muy especial. Ella ha enamorado a miles y miles de personas, entre ellas a Juan Pablo II que la amó durante toda su vida, y nosotros estamos llamados a ser como ellos. La Virgen quiere que estemos cerca de Ella, porque si en todas las cosas, por pequeñas que sean, ponemos a la Virgen como ejemplo, Ella con su amor nos llevará a Jesús. Cuando le tenemos a Él, estamos tranquilos, estamos en la barca serena a pesar de la tormenta, de las borrascas de la vida, estamos seguros porque estamos bajo el manto de la Virgen. Yo creo que en nuestros días, muchas personas van al psicólogo o al psiquiatra porque no rezan, porque se sienten vacíos. Los mismos psicólogos a veces no les pueden ayudar a pesar de poner en ello buena voluntad. Están vacíos porque no tienen a Dios y nosotros estamos hechos para Dios. Yo no digo que un psicólogo no pueda ayudar, pero si hay oración, la persona es más positiva, más abierta, amorosa, etc.

P. Livio: Entonces Marija, la fidelidad en Medjugorje, el estar cerca de María es una garantía para que las lámparas se mantengan encendidas, la lámpara de la fe, de la esperanza y de la caridad. Estar cerca de María no nos cansa, nos impide mirar atrás y volver al pasado.

Marija: Padre Livio, yo siempre digo que Medjugorje no es Medjugorje. Medjugorje es la presencia de la Virgen, de esta gracia que nosotros no merecemos. No somos dignos de esta gracia, pero Dios nos ha elegido y nosotros, con nuestra pobreza, respondemos con todas nuestras fuerzas. Nosotros lo proclamamos a los cuatro vientos. Después, nos dicen de todo, porque ya lo hemos oído. Pero la cosa más bella es que cuando es el momento de la aparición, yo siento una gran emoción en mi corazón por esta gracia que Dios me da. Nosotros vivimos en este tiempo de gracia en que la Virgen se aparece cada día, no sé hasta cuándo. Con Jacob, de un día para otro, la Virgen le dijo que no se le aparecería más, solo una vez al año, tal como pasó con Ivanka. Pero seguimos recibiendo esta gracia de la Virgen, no solo de conversión a personas que llegan aquí por primera vez y que se convierten radicalmente. En estos días estamos viviendo momentos muy bellos viendo cuántas vocaciones han surgido de Medjugorje. ¡Cuántos consagrados que viven profundamente los mensajes de la Virgen! Esta frescura que se vive, que se transmite, nadie la puede ignorar. Esto no es mérito nuestro, sino del poder de Dios y del Espíritu Santo que guía a través de María y que sopla cuando quiere, donde quiere y como quiere. Medjugorje está en nuestra vida. Tantos grupos de oración, tantas obras a través de las personas que han cambiado completamente su vida. Tantas personas que han abierto sus casas transformándolas en casas de oración, como una familia escocesa que tenían un pequeño hotel para ir de caza y que desde hace 25 años se convirtió en casa de retiro y allí vive toda la familia (padres, hijos y nietos) y dan su testimonio. Esta es la belleza que Dios nos da. Dios nos llama a la conversión a través de la Virgen, pero después ya depende de nosotros si queremos responder o preferimos ignorar. Algunas personas dicen: “Ah, yo he estado una vez en Medjugorje y ya tengo bastante”. Estas personas no han entendido nada. No se trata de ir a Medjugorje para hacer una ruta turística, se trata de ir a recoger esa gracia que Dios nos envía, para convertirnos, para ponerle a Él en el primer lugar de nuestra vida.

P. Livio: Gracias Marija por este precioso testimonio que nos has dado y vamos a terminar con nuestra oración.

Marija: Un beso especial para todos los oyentes, sobre todo en este tiempo de oración, de ofrecimiento y de pequeños y grandes sacrificios. También un beso muy fuerte a todos los enfermos y que están unidos con el corazón en la oración. Que Dios os bendiga a todos. Muchas gracias Padre Livio.

P. Livio. Gracias a ti, Marija.

  • FUENTE: Radio María Italia
  • TRADUCCIÓN: Equipo Asociación Amor de Déu

 

 

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