P. Livio: Queridos amigos, ahora tenemos en directo a Marija de Medjugorje que nos comunicará el mensaje de la Virgen de la Paz del día de hoy 25 de noviembre 2021.

P. Livio: ¡Buenas tardes Marija!

Marija: ¡Buenas tardes padre Livio! Un afectuoso saludo a todos los oyentes de Radio María. Hoy, como cada 25 del mes, la Virgen nos ha dado el siguiente mensaje:

“¡Queridos hijos! Estoy con vosotros en este tiempo de misericordia y os invito a todos a ser portadores de paz y de amor en este mundo en el que Dios, hijos míos, a través de mí, os invita a ser oración y amor, y expresión del paraíso aquí en la tierra. Hijos míos, que vuestros corazones se llenen de gozo y de fe en Dios, para que tengáis plena confianza en su santa voluntad. Por eso estoy con vosotros, porque Él, el Altísimo, me envía entre vosotros para alentaros a la esperanza y así seáis portadores de paz en este mundo inquieto. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

P. Livio: Marija, este mensaje me parece de una gran responsabilidad para nosotros ya que la Virgen nos llama a ser paz y amor, esperanza y expresión del Paraíso. En conclusión, tenemos una gran responsabilidad en responder con energía y fuerza a la llamada de esta misión que nos pide la Virgen.

Marija: Exactamente. Es un mensaje maravilloso en el que la Virgen nos está diciendo que Dios la ha mandado aquí, que Dios le ha permitido estar entre nosotros, Dios la ha invitado a ser oración, amor y expresión del Paraíso en la Tierra. Es decir, la Virgen se ha vuelto uno de nosotros, se ha convertido en nuestra madre, Ella no es solamente la madre de Jesús. Ella nos invita a través del Altísimo quien, como nos ha dicho en tantos mensajes, le ha permitido estar con nosotros. En este mensaje, veo que la Virgen nos está encaminando con este deseo de Dios, de Paraíso, de oración, de paz, porque la paz verdadera llega solamente a través de la oración. La Virgen llegó aquí el 24 de junio de 1981 con el nombre de Reina de la Paz y cuando le oramos y le cantamos como nuestra Reina, de manera especial aquí en Medjugorje, Ella nos lleva siempre a su hijo Jesús. ¡Esto es maravilloso! La Virgen nos quiere llevar al Paraíso ya que el amor que Ella tiene por cada uno de nosotros, por toda la humanidad, se ve también a través de esa humildad como cuando dijo que Ella era solo una “humilde sierva”. La Virgen es la expresión de Dios entre nosotros, especialmente esta noche aquí en Medjugorje que tenemos toda la noche de adoración como agradecimiento a la Virgen por su mensaje y su presencia, pero al mismo tiempo, también a la invitación de que solo a través de la oración podemos sentir el Amor de Dios. Aquí en la colina de las apariciones hay siempre gente, ayer, por ejemplo, celebramos el aniversario de la muerte del padre Slavko y había muchas personas que conocieron su amor y el ejemplo que él como sacerdote vivió bajo la sombra de la Virgen transmitiendo sus mensajes. La Virgen nos llama a tener confianza en la voluntad de Dios y a que también nosotros seamos esa expresión de Paraíso y ese amor de Dios que Ella nos está dando con su presencia.

P. Livio: Marija, generalmente, la Virgen habla del tiempo de gracia, pero esta vez ha dicho: “tiempo de misericordia”. Seguramente viene a decir lo mismo, pero ¿te sugiere algo el hecho de que haya usado la palabra “misericordia” en vez de la palabra “gracia”?

Marija: Yo pensé que me había equivocado cuando lo leía, pero no, efectivamente es así. Yo pensaba que era tiempo de gracia, en cambio, es tiempo de misericordia y mucho más. Para mí, no es solamente un matiz sino una realidad porque Dios, con Su Misericordia, con Su Amor, con Su deseo de ayudarnos, nos ha mandado a Su Madre. Esto es un acto de Misericordia para tantos que se han perdido, para tantos que viven confundidos, para tantos que no tienen una meta. La Virgen nos dice que Dios es la meta, la vida eterna es la meta. Nos hemos perdido en el camino y por eso nos pide que volvamos, porque este es el tiempo de la Misericordia. La Virgen nos pide que seamos la paz y el amor que Dios nos está dando. Cuando tenemos paz y amor, cuando tenemos la oración y una confianza total en Dios, nuestro corazón canta de gozo y esto es maravilloso y, como consecuencia, tenemos necesidad del Paraíso y queremos vivirlo ya aquí en la Tierra.

P. Livio: Quizás esta palabra Misericordia puede referirse a todo el sufrimiento que hay en este momento en toda la humanidad. Es decir, a pesar de que nos hemos alejado, de haber rechazado la fe y la cruz y la confianza en Su Madre. A pesar de haberle dado la espalda, Él viene a buscar sus ovejas perdidas. Es decir, es esa bondad sobre este mundo que se ha perdido, que se ha vuelto pagano, como dijo en un mensaje precedente la Virgen. Creo que deberíamos meditar sobre la grandeza del Amor de Dios.

Marija: Cierto. La Virgen nos quiere traer ese Amor de Dios, ese Amor de Paraíso, ese Amor de vida eterna y llenarnos el corazón de gozo y de fe porque la Virgen quiere que tengamos una fe total en Dios. Es decir, quien tiene una fe total en Dios, es una persona de oración y esa oración da frutos de amor y de paz. Debemos pensar que la vida y la muerte están en manos de Dios y hoy en día, el hombre moderno, quiere construirse un mundo sin Dios, como si el Paraíso no existiera. En cambio, la Virgen nos está llamando para que apostemos por el Paraíso.

P. Livio: Marija, la Virgen ha dicho tantas veces que tenemos la misión de llevar la alegría y la paz a los demás, pero debemos decir que con la pandemia y todo lo que ha pasado, además de lo que dijo la Virgen de que en el mundo hay guerra porque hay odio en los corazones, y a pesar de todos los convertidos que hay en los diferentes niveles, es una misión muy difícil para nosotros el de ser testimonios y portadores de paz.

Marija: Nosotros aquí en Medjugorje, gracias a Dios, en este tiempo de pandemia, veo que las familias cuando nos encontramos y hablamos, me doy cuenta de que han vuelto con más fuerza a la oración e incluso dicen que era necesario que nos parásemos para retomar la oración con más tranquilidad y devoción. Por esto, decimos que este es un tiempo de gracia. Hablando con una amiga, decíamos que parecía un retiro continuo porque la oración no se para y también por la alegría con la que lo estamos viviendo aquí en Medjugorje. Las colinas son libres, están disponibles y allí, en el silencio, encuentras a Dios, encuentras a la Virgen, a los ángeles, a los santos, porque en nuestros corazones hay la necesidad de encontrar a Dios y es orando que Dios se nos manifiesta dándonos la alegría y la paz. Yo creo que nosotros que nos llamamos cristianos y que estamos viviendo esta gracia, además ahora que entramos en el tiempo de Adviento, debemos expresarlo. Aquí en Medjugorje, durante este tiempo, hay una misa cada día a las 5 de la mañana, a la que muchos asisten con el pijama debajo del abrigo, para ofrecerla en espera del nacimiento de Jesús. Todo tiene su sentido como el hecho de hacer la guirnalda sobre la mesa de la casa que es una tradición religiosa muy antigua. Yo me siento muy feliz de estar aquí en Medjugorje en este tiempo de Adviento porque lo puedo vivir con más serenidad y con más profundidad. Aunque también espero volver a Italia y rezo siempre por Radio María porque sé que a través de esta radio tantas personas están vinculadas con Medjugorje. Debéis saber que no estáis solos, que estamos con vosotros y oramos por vosotros sobre todo en este tiempo tan incierto. Pero solo Dios es nuestro futuro.  La Virgen nos dice que quien ora no tiene miedo del futuro y nosotros somos hombres y mujeres de oración. La Virgen nos dijo que a través de sus mensajes, que no son nuevos, quiere que volvamos a la Sagrada Escritura, a vivir los Mandamientos, a vivir ese Amor que Dios nos ha dado durante siglos. Dios no nos ha abandonado, Él está siempre con nosotros y combate con nosotros en nuestra lucha cotidiana. También la Virgen esta tarde ha dicho: “Dios os invita a través de mí a ser oración y amor y expresión del Paraíso”. La Virgen es la expresión del Paraíso con su belleza, con su dulzura, con su oración, con la fe que tiene en Dios. Con todo esto, no podemos más que alegrarnos en decir que la Virgen es nuestra Madre, nuestra Reina, nuestra guía, nuestra estrella de la mañana. Ella nos acompaña, nos escucha, intercede por nosotros, etc. Podemos hacer todas las letanías que queramos. Yo, tantas veces, cuando estoy sola en la colina de las apariciones empiezo mis letanías a la Virgen diciendo: Tú eres la Madre de mi vida, la Madre de mi corazón, Tú eres mi fe, Tú eres mi abogada, etc., etc., etc. y así un sin fin. Cuando estoy sola allí me siento muy cerca de la Virgen porque Ella me escucha y conoce perfectamente mi corazón y sé que intercede ante Dios por mí.

P. Livio: Marija, te quería decir que por Navidad verás a la Virgen con el Niño Jesús, ¿verdad?

Marija: Cada año es así. Nosotros confiamos en ello y nos preparamos todo el tiempo de Adviento no solamente con la Comunión, sino también con pequeños sacrificios y ayunos, novenas y otras oraciones, también adornando nuestra casa, preparando dulces… Se prepara haciendo tantas cosas, porque también con estos pequeños gestos se vive mejor la Navidad.

P. Livio: ¿Qué aconsejarías a nuestras familias que durante este mes correrán de un sitio a otro para comprar regalos? ¿Cuáles son las cosas importantes que no deberíamos olvidar para prepararnos para la Navidad?

Marija: La parte más bonita e importante es recibir a Jesús en nuestro corazón y después es la Santa Misa. Aquí en Medjugorje, como ya he dicho antes, tenemos esa misa a las 5 de la mañana que, a pesar de tener que levantarte tan temprano, te hace muy feliz. Por esto, diría que uno se puede levantar un poco más temprano e ir a un santuario, aunque ahora con la situación actual quizá las iglesias no abran tan pronto, pero se podría organizar algún grupo de oración ya que muchos se han disuelto por el miedo a las reuniones. Yo a veces hago broma diciendo que en el supermercado no hay Covid, pero en la iglesia sí. La Virgen nos pide que sigamos con la oración ayudándonos unos a otros sin miedo de ir a la iglesia. En todos los tiempos de pandemia se ha pedido a la Virgen su intercesión, pues hagámoslo sin temor ahora también.

P. Livio: Yo creo que si esta pandemia dura tanto es porque las oraciones no han sido suficientes.

Marija: Yo también lo creo. Debemos pedir al Señor que nos aumente nuestra fe y confianza. Tenemos la prueba de que en otras épocas fue así, rezaron mucho y obtuvieron. Lo vemos en muchos santuarios que se construyeron en acción de gracias. También nosotros debemos rezar para obtener esta gracia.

P. Livio: Sí porque la oración hace milagros en el corazón y en el mundo. Por lo tanto, puede haber milagros ahora en nuestra sociedad, como han ocurrido tantos a lo largo de la historia.

Marija: Y mucho más padre Livio, porque ahora la Virgen está con nosotros y nos escucha. Nosotros hemos visto y vemos los milagros también en estos días cuando llegan personas que nos dicen que han recibido una curación o una gracia. Esto es muy bonito y es una ayuda que nos sirve para aumentar nuestra fe.

P. Livio: Lo importante para esta Navidad, ya que en Navidad Jesús nace en nuestro corazón, es preparar nuestro corazón con la confesión. Ahora con el Covid muchas personas han dejado de confesarse y debemos retomar este hábito además de la presencia en la Santa Misa, no solamente el domingo sino también la misa diaria. Es decir, debemos reconstruir la Iglesia que en este tiempo ha tenido que vivir como ha podido, pero ahora debemos despertarnos.

Marija: Exactamente. Tenemos una buena oportunidad y este tiempo de Adviento es una gracia y una invitación a preparar nuestro corazón, además de nuestra casa, con la oración, con la confesión, con la presencia del Niño Jesús en nuestra casa, en medio de nuestro grupo de oración. De hecho la Virgen nos dijo que el primer grupo de oración debía ser nuestra familia como lo fue la familia de Nazaret. Una familia en la que se reza, se ama, se comparte, donde podemos testimoniar aquella intimidad del Amor de Dios que obra en nosotros con pequeños gestos cotidianos. Es así como nos hacemos portadores de paz como nos dice la Virgen.

P. Livio: Volviendo a la confesión, yo creo que es lo más importante y quizá no nos damos cuenta de ello. ¿Te acuerdas Marija que en Medjugorje lo primero que pidió la Virgen fue la confesión después de que le tocaran el vestido?

Marija: Sí, también ahora padre Livio sigue siendo lo más importante en Medjugorje. En estos días tenemos un grupo muy grande de peregrinos de los países del este y veo que estas personas viven la oración de un modo muy bello. Además de la confesión, van a las colinas a todas horas y están aprovechando realmente este tiempo como un tiempo de gracia. Cuando veo a esas personas que hacen ayuno a pan y agua, que se confiesan, que van de noche o de madrugada a la colina orando, creo que la Virgen escuchará sus peticiones. Pueden ser gente pobre, pero con el corazón muy rico y estoy segura de que el Señor acogerá sus peticiones.

P. Livio: De hecho, aunque la Virgen haya dicho que muchos han rechazado la fe y la cruz, lo que a mí más me sorprende es que, sobre todo en las personas sencillas, encontramos todavía mucha fe. Quizá la han perdido personas importantes, pero las personas sencillas la siguen conservando aquí en Europa y sigue habiendo muchas conversiones.

Marija: Sí, gracias a Dios, pero no se trata solamente de personas que no han tenido estudios, porque también vemos aquí a personas que han tenido una buena educación y en su corazón sienten igual la necesidad de Dios y aquí lo encuentran a través de la Virgen ya que es Ella la que nos lleva a su Hijo. Ella, como “la humilde sierva” nos está diciendo cada día que Dios le ha dado la posibilidad de estar entre nosotros. Así que Ella, con su gratitud, está con nosotros.

P. Livio: Sí Marija, eso es lo que te quería decir. Yo que llevo una vida viniendo a Medjugorje, siento, al igual que otra gente, que allí la Virgen está viva, que realmente habla a los corazones y los toca, es como un oasis especial que Ella ha construido en la Tierra. Es una cosa increíble que experimentan aquellos que viven alejados de la fe y se sienten atraídos.

Marija: Es verdad. Nosotros vemos muy a menudo a personas que vivían completamente alejadas y ahora sienten la necesidad de venir a Medjugorje, porque después de haber recibido la conversión, necesitan recargar al igual que un coche necesita la gasolina para poner seguir corriendo. Necesitan llenar el corazón del amor que se siente aquí en Medjugorje porque el mundo a menudo es cruel y nos hace ofuscar la gracia que aquí hemos encontrado. Gracias a Dios, aquí se palpa la gracia, también porque se ayudan unos a otros a instruirse en la oración. Medjugorje es un estímulo para crecer en la fe.

P. Livio: Marija, te quiero hacer un comentario. Leyendo el testimonio de Mirjana cuando se encontró con San Juan Pablo II. Él le dijo que cuidase Medjugorje porque Medjugorje es la esperanza del mundo. Esta frase me tocó mucho, dicha además por una persona como Él. Digo esto porque hoy todos tenemos miedo y somos pesimistas, en cambio, esta expresión nos da tanta fuerza. Es decir, Medjugorje es la esperanza del mundo. Cuéntanos Marija por qué Medjugorje es la esperanza del mundo.

Marija: Por este motivo la Virgen dice: “El Altísimo me envía entre vosotros para alentaros a la esperanza y así seáis portadores de paz en este mundo inquieto.” Ella está aquí para ayudarnos, para guiarnos y decirnos que la esperanza no muere nunca. Si nosotros estamos con Dios, esta esperanza es viva. Obviamente Medjugorje sin la Virgen no sería lo mismo. En estos día ha llegado una familia de Latinoamérica que estará aquí con sus hijos todo el tiempo de Adviento porque creen que ahora hay demasiada inquietud en el mundo y desean pasar este tiempo con serenidad. Se han alquilado un pequeño apartamento y piensan pasar los días yendo a las colinas, rezando, asistiendo a misa… Me han dicho que pensaban que esto era lo mejor que podían dar a sus hijos en vez de darles cosas materiales como se suele hacer. La Virgen nos dice que hemos olvidado la cosa más importante que es dar la esperanza en Dios, esa alegría que solo se encuentra en Dios cuando se está con Él. Medjugorje es la esperanza para tantas personas que están alejadas, que vienen, se encuentran, que abandonan el pecado y empiezan una nueva vida y que son puentes para otras personas. La presencia de la Virgen aquí es la esperanza de un nuevo mundo, un mundo de paz, un mundo de oración, un mundo de serenidad, también de curación espiritual y física. Debemos estar contentos de formar parte de ese proyecto que Dios, a través de la Virgen, tiene con nosotros.

P. Livio: Sí Marija, debemos solo pensar que llegará un tiempo de paz, un tiempo de primavera tal como nos ha prometido la Virgen. Pero, nosotros en realidad, ya ahora con la fe y la conversión, podemos vivir la alegría del Paraíso. Debemos solo responder ahora a la llamada para ser felices.

Marija: Sí, es así. Esta tarde, en el momento de la aparición, la Virgen se ha quedado un poco más y era tan bella, era alegre, no sabes lo que para mí significa cada vez que la veo. De hecho, en esos momentos no existe nada más que el Paraíso que Ella nos trae. Cuando ha terminado la aparición y me han mirado mis amigos y familiares que me acompañan y me han dicho: “Dinos algo” y yo les he respondido: “¿Por qué la Virgen no me lleva con Ella? Es que sentir el deseo de su presencia, su voz, ver la expresión de su rostro, es el Paraíso. También el ver esa belleza, esa luz con la que Ella llega, mi corazón se abre al Paraíso. Cuando estoy con Ella siento el perfume del Paraíso y también cuando leo una y otra vez sus mensajes es muy bello porque no se trata solo de palabras, sino que se vuelven vida.

P. Livio: Muchas gracias Marija porque esta última descripción, creo que era necesaria ya que para nosotros es muy importante que nos hagas sentir esta experiencia de Paraíso que tú tienes durante las apariciones y que para nosotros es muy conmovedor.

Marija: Imagina padre Livio como esperamos el próximo mensaje en el que, con la ayuda de Dios, vendrá la Virgen con el Niño Jesús.

P. Livio: Gracias de nuevo Marija, y si te parece, ahora acabamos con la oración.

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