Génesis de las concentraciones de peregrinos en Medjugorje
Todo tuvo lugar a finales de junio de 1981, cuando seis niños comenzaron a afirmar que la Virgen se les había aparecido presentándose como la Reina de la Paz e invitando al mundo a la paz y a la reconciliación. Paz, paz, paz con Dios y entre los hombres. “Todo esto no sólo ha hecho Medjugorje famoso en todo el mundo, sino que lo ha hecho fuente de una gracia extraordinaria, un punto de encuentro de millones de peregrinos de todas las razas y nacionalidades: hombres, mujeres, niños, pobres y ricos, enfermos y sanos, no convertidos y gente simple, pecadores y personas santas. El flujo incesante de peregrinos se hace cada día más grande, el interés por Medjugorje se hace cada vez más profundo, las reacciones siempre más intensas, más espirituales y masivas.” (Rupcic: Medjugorje en la historia de la salvación, Duvno 1989, pág. 5). Durante sus apariciones, la Virgen invita incesantemente a la conversión, o bien al cambio de nuestra relación con Dios sobre la base de una oración reforzada con el corazón, a una transformación de la relación consigo mismo en el ayuno corporal que libera de todo tipo de dependencia y a un cambio de relación con todos los que nos rodean mediante el perdón, la reconciliación y en los actos de amor.
Dejando de lado las preguntas acerca de lo sobrenatural de las apariciones de la Virgen y de los mensajes de Medjugorje, no se puede negar el hecho de que la celebración del misterio de la salvación, tal como hoy en día acaece en Medjugorje, fue adquiriendo gradualmente forma sobre la base justamente de los mensajes de la Virgen. En los mensajes, la Virgen pide una participación concreta en la Santa Misa que debe llegar a ser el centro de la vida cristiana, sea para cada uno de los cristianos, sea para toda la comunidad cristiana. Es un deseo de la Virgen que “su Misa sea una experiencia real de Dios” (16 de mayo de 1985), “deseo invitaros a vivir la Santa Misa” (3 de abril de 1986), “que la Santa Misa sea para vosotros vida” (25 de abril de 1988). La Virgen invita a adorar a Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar: “Adorad sin cesar al Santísimo Sacramento del Altar. Yo estoy siempre presente cuando los fieles están en adoración. En esos momentos se obtienen gracias particulares”. “Hoy os invito a enamoraros del Santísimo Sacramento del Altar. Adoradlo, hijos míos, en vuestras parroquias y así estaréis unidos con todo el mundo … Cuando adoráis a Jesús también estáis cerca de Mí.” (25 de septiembre de 1995).
Durante la víspera de la gran fiesta de Su Asunción, el 14 de agosto de 1984, la Santísima Virgen dio, por medio del vidente Ivan Dragicevic, el siguiente mensaje: “Quisiera que el mundo orara por Mí en estos días, y lo más posible. Que ayune los miércoles y viernes. Que rece cada día cuando menos el Rosario: los misterios gozosos, dolorosos y gloriosos” (S. Barbaric: Ora con el corazón, Medjugorje 1994, pág. 57). “Rezad el Rosario cada noche” (8 de octubre de 1984). “Os exhorto a invitar a todos a rezar el Rosario. Con el Rosario, venceréis todos los obstáculos que Satanás quiere poner en estos tiempos a la Iglesia Católica. Vosotros, los sacedotes, rezad el Rosario, conceded tiempo al rezo del Rosario” (25 de junio de 1985). “¡Queridos hijos! Hoy, como nunca antes, os invito a la oración. Vuestra oración debe ser una oración por la paz … Si lo deseáis, tomad el Rosario. El Rosario por sí solo puede hacer milagros en el mundo y en vuestras vidas.” (25 de enero de 1991). La Virgen ha recomendado orar ante la Cruz (30 de agosto de 1984). “Orad especialmente ante la Cruz, porque de ella se derraman grandes gracias.” (12 de septiembre de 1985). “Meditad la Pasión de Jesús y uniros a Jesús con vuestras vidas” (20 de febrero de 1986).