El pasado martes, 28 de noviembre, fray Zvonimir tomaba el avión hacía Montevideo, la capital de Uruguay y algo muy bonito sucedió en la puerta de embarque del Aeropuerto de Asunción. La empleada de Paranair les preguntó si viajaban al encuentro de Medjugorje que había esos días en ese país, lo cual les robó una sonrisa y la alegría de saber que también allí se hablaba de la visita del párroco de Medjugorje. Porque el párroco va en representación de la Virgen, llevando su mensaje y su amor a todos los que deseen escucharlo.
Fray Zvonimir Pavičić fue recibido por el P. Marcelo Marciano, que es el párroco de María Reina de la Paz, en el barrio de La Blanqueada, en Montevideo. Al P. Marcelo Marciano lo conocemos del último Festival de Jóvenes en Medjugorje donde compartió su testimonio de cómo con unos amigos, en el año 2003 fue a Medjugorje y cómo después de eso no volvió igual y con el tiempo se hizo sacerdote. Su testimonio lo pueden escuchar en este link.
El P. Marcelo también tiene un canal de YouTube que se llama “Un cura en las redes”, que en su página principal tiene una frase del Papa Francisco que explica el objetivo de la misma: “Vayan, sin miedo, para servir. Llevar el evangelio es llevar la fuerza de Dios…”. En su parroquia se reza el rosario y se vive la adoración como en Medjugorje, con los cantos, el silencio y la meditación. Y después de cada mensaje mensual de la Reina de la Paz del día 25, sube a su canal una reflexión al mensaje.
Su parroquia existe desde el año 1967, y en sus orígenes era una capilla que pertenecía a la parroquia franciscana de Nuestra Señora de los Dolores, más conocida como Tierra Santa que se había fundado en 1919.
Allí, durante la mañana del miércoles 29 de noviembre, hubo una reunión donde participaron el P. Marcelo y fray Zvonimir junto a Martín González, el coordinador de la Fundación Centro Medjugorje en Uruguay, con Andrea Carrau, la secretaria, y las personas que colaboran estrechamente con la FCM en Uruguay. Todos compartieron lo que hacían en sus parroquias y como difundían la espiritualidad de Medjugorje.
Montevideo es la capital de la República Oriental del Uruguay y del departamento que lleva su nombre. Está ubicada al sur del país y con costas sobre el Río de la Plata. Tiene poco más de 1.300.000 habitantes con un 40% de católicos, y la han calificado como la ciudad con mejor calidad de vida de América Latina.
La patrona de Uruguay, “Nuestra Señora de los Treinta y Tres”, fue proclamada por el Papa San Juan XXIII. Su nombre nació en 1825, cuando 33 defensores de la independencia de Uruguay encontraron una imagen de madera de la Virgen de la Asunción. Ese mismo año el país declaró su independencia y se decidió poner a la nueva nación bajo la protección de María, y así fue nombrada como “Nuestra Señora de los Treinta y Tres”.
Por la tarde, el programa de oración consistió en el rezo del rosario, la celebración de la santa Misa y concluyó con una conferencia de fray Zvonimir.
Al comienzo del rosario, el P. Marcelo dijo: “Señor Jesús, queremos darte gracias por esta jornada de espiritualidad que estamos viviendo, por la presencia de fray Zvonimir y de Filka entre nosotros, porque sabemos que con la presencia de ellos vos nos mimas con este gran regalo. Ya que muchos de nosotros no podemos ir a este lugar tan importante que ha hecho tantas cosas lindas en nuestros corazones, pero nos los traes acá. Por eso queremos tener nuestros corazones agradecidos. Gracias por esta bendición que recibimos, y pedirte que también a lo largo de la oración del santo rosario, podamos seguir disponiendo nuestro corazón para el momento más importante del día, como dice nuestra Madre, la santa Misa. Que la santa Misa sea lo más importante de sus vidas, que la Eucaristía esté en el centro de sus corazones”, dijo P. Marcelo y pidió también por las distintas comunidades de las que venían todos los allí presentes.
La santa Misa fue presidida por el P. Marcelo Marciano, y concelebraron fray Zvonimir Pavičić junto a otros tres sacerdotes en una iglesia llena de fieles.
“Que hermosas son estas lecturas de hoy, especialmente el Evangelio. Los perseguirán, se levantarán contra ustedes sus primos, amigos, hermanos, y a algunos de ustedes los matarán. Todos los odiaran por mí nombre. Qué hermosa la lectura. Cómo nos acercamos al final del año litúrgico, la liturgia pone precisamente ante nosotros el tema del fin del mundo, sobre el caos que sucederá antes de que venga el Señor. Y antes de que reine sobre el mundo entero. Y dije, que hermoso es este Evangelio, y realmente lo es, porque es la imagen de la Iglesia entera. Es la imagen de la vida de la primera Iglesia. Y nosotros cuando queremos hablar de la perfección en la Iglesia y cuando queremos decir que clases de cristianos debemos ser hoy, cuando hablamos de la belleza de la vida cristiana, siempre como ejemplo tomamos a la Iglesia primitiva. La Iglesia en los primeros siglos. ¿Y cómo era esa Iglesia? La Iglesia fiel al Señor, pero una Iglesia llena de mártires. Entonces ser del Señor, o pertenecerle a Cristo significaba aceptar también la pasión, incluso la muerte. Porque los cristianos no tenían la libertad, no fueron libres, tenían que esconderse, y ese era el tiempo de la Iglesia. Ese es un fondo auténtico para una vida cristiana. Las persecuciones, las inquietudes, el odio hacia nosotros. ¿Y qué es lo que surge de todo eso? En un alma verdadera y auténtica cristiana nace un deseo más grande por Cristo, sabiendo que Cristo lo vence todo”, reflexionó al inicio de su homilía fray Zvonimir Pavičić. La homilía completa y toda la santa Misa se pueden ver en el link.
El programa de oración continúo con la conferencia que dio el párroco de Medjugorje. El P. Marcelo presentó a fray Zvonimir a sus feligreses y les contó que era de Široki Brijeg, que su papá trabajaba en Alemania cuando eran chicos y de cómo su mamá los crio rezando el rosario y la liturgia de las horas cada día en familia.
Al comienzo de la catequesis, fray Zvonimir preguntó quién había estado en Medjugorje, muchos fieles levantaron la mano. “Muchos han estado en Medjugorje y ya conocen la historia, pero Medjugorje hay que vivirlo y eso lo sabemos todos. Pero siempre es bueno reflexionar en lo que nos sucede, en lo que vivimos. Porque cuando reflexionamos, nosotros también empezamos a profundizar más en ello. Y empezamos a comprender ciertas cosas. Medjugorje es un pequeño lugar, antes era incluso más pequeño. Cuando digo antes, me refiero a antes de las apariciones de la Virgen. La Virgen se apareció a seis niños en el año 1981 y entonces cambió totalmente la imagen de ese pequeño lugar”, comenzó su conferencia el párroco de Medjugorje. Tocando sobre este link pueden ver la charla completa.
La visita de fray Zvonimir a Uruguay es una gran bendición del Cielo, así lo comparten los hermanos uruguayos que han tenido la gracia de poder estar presentes en este primer día.