¡Sean alabados Jesús y Maria!
A pocos días de celebrar el acontecimiento más importante de nuestra historia, conservamos la gracia que nos anticipó el Cielo al iniciar el Adviento, con la dulce y bondadosa presencia de Fray Zvonimir Pavicic en Santa Cruz, Bolivia.
Por mi particular circunstancia familiar fue todo un reto organizar este encuentro a distancia, pero la Providencia Divina hizo surgir más de un corazón decidido a allanar el camino, reconociendo que la visita del párroco de Medjugorje significaba un gran regalo para nuestras almas.
Fray Zvonimir no solo trajo el
perfume de la Gospa, sino que hizo traslucir la pureza de sus mensajes a través de sus reflexiones y su hermoso canto.
A partir de aquí, Medjugorje para nosotros ya no es una idea o un sitio lejano donde algunos tienen la fortuna de visitar. No es un relato místico, sino una experiencia viva y real pues su alta representación estuvo paseando por nuestras calles como el buen Pastor, impartiendo su bendición y abriéndonos las puertas para que ingresemos sin temor a hogares, capillas y parroquias arropados con el abrazo comprensivo de nuestra Iglesia.
Gracias a fray Zvonimir por sus esfuerzos, sus cansancios silenciosos, por su permanente sonrisa que nos dejó mucho más amor para compartir.
A la dulce intérprete de la Gospa, nuestra querida Filka: ¡Gracias! Por ser la voz alegre que nos deja amar y entender el lenguaje que no conocemos. Por cuanto nos trasmite en sus preciosas y ungidas descripciones y sus delicados consejos. Nos sentimos en deuda por soportar días agotadores, faltos de sueño y por arrebatarla de su hogar por tanto tiempo.
A nuestra Fundación, a nuestro Presidente Oriol, a Cristina, Miguel, Maria Eugenia, fray Danko y P. Inocencio; al Patronato, que aceptaron otorgarnos el privilegio de tener a fray Zvonimir en Paraguay, Uruguay y Bolivia.
Nuestro país necesita tanto de la Reina de la Paz y aunque no seamos los más indicados para ser sus apóstoles portadores de paz, estamos aquí ofreciéndonos con humildad y grandeza de corazón.
Gracias Eileen y María Reynot, por vuestro soporte incondicional.
A Uruguay en la hermosa persona de Andrea que nos ha estrechado con lazos celestes de unidad en la comisión organizadora y a nuestra amada hermana Minu, que sin la ayuda económica tan generosa que nos brindaron, hubiera sido muy difícil para nosotros afrontar nuestras dificultades financieras. ¡Muchas gracias Paraguay!
Con gratitud infinita a Sandrita de Souza de Aguirre nuestra Vice-Coordinadora, que asumió la misión latinoamericana con verdadero entusiasmo, decidida convicción y profunda fe.
Y unidos como equipo coordinador Centro Medjugorje Bolivia bendecimos a Dios en su Gloria y les decimos a todos nuestros hermanos medjugorianos de Iberoamérica, gracias por sus oraciones. Nos fortalecieron y reconfortaron en nuestros tropiezos.
Finalmente a Monseñor Stanislaw Dowlaszewicz Obispo Auxiliar, lleno de su intrínseca cuna franciscana y genuino afecto a la Virgen Santísima, nuestro apego y reconocimiento por las cálidas gestiones con Monseñor Sergio Gualberti, Obispo Emérito y Monseñor Rene Leigue, Arzobispo de la Arquidiócesis de Santa Cruz de la Sierra.
Por eso y más, expresamos repetidamente que todo fue un incomparable regalo, un maravilloso regalo de Navidad que atesoraremos por siempre.
Deseamos que unas santas fiestas en nombre de Jesús, José y Maria, sean una realidad para todos, convirtiendo nuestros corazones en verdaderos pesebres de paz y amor.
Jacqueline Brehmer de Gutierrez
Centro de Paz Medjugorje – Bolivia