El miércoles 25 de junio, en el 44º aniversario de las apariciones de la Virgen en Medjugorje, además de numerosos peregrinos de Croacia y Bosnia-Herzegovina, también hubo grupos de peregrinos de: Ucrania, Eslovaquia, República Checa, Polonia, Portugal, Bélgica, Suiza, Austria, Alemania, Rumania, Eslovenia, Francia, Irlanda, Inglaterra, Canadá, Estados Unidos, Argentina, México, Vietnam, Corea, Brasil, Emiratos Árabes Unidos e Indonesia.

A lo largo del día, así como en los días previos al aniversario, una multitud de feligreses y peregrinos estuvieron en todos los lugares de oración de Medjugorje, así como haciendo filas para la confesión y, durante el día, se celebraron 21 Santas Misas.

La celebración de la misa central a las 19:00 fue presidida por fray Antonio Šakota, sacerdote de la Provincia Franciscana de Herzegovina, que se desempeña como jefe de la Misión Católica Croata en Berna.

 

Al inicio de la celebración de la Misa, fray Antonio dijo que es una alegría ser parte de esta multitud innumerable reunida esta noche alrededor de la mesa del Señor.

«El Señor nos miró a través de su Madre y nos consoló. Y no solo nosotros. Aquí han crecido frutos que, como alguien dijo, alimentan hoy a todo el mundo. Aquellos que quisieran estar aquí con nosotros hoy, pero no pueden debido a las guerras en sus países, también son alimentados. Hoy, nuestras oraciones se dirigen especialmente a ellos. Por lo tanto, Reina de la Paz, que el Señor llene hoy de bienes a todos los hambrientos de paz, y despida a los ricos con las manos vacías», dijo fray Antonio Šakota al comienzo de la Santa Misa, que fue concelebrada junto a él por el Provincial y Vicario de la Provincia Franciscana de Herzegovina, fray Jozo Grbeš, fray Miro Šego, y el párroco de Medjugorje, fray Zvonimir Pavičić junto a otros 311 sacerdotes. Fray Stipe Iličić dirigió el rezo del rosario.

En su homilía, fray Antonio Šakota dijo que «hoy estamos reunidos en torno a un misterio que nos trasciende y al mismo tiempo nos invita a una participación gozosa».

«Los seres humanos no estamos realmente inclinados a participar en algo que está fuera de nuestro control. Realidades que no están a nuestro alcance, pero que requieren nuestra participación, nos causan más malestar y miedo que alegría. No puedo. No estoy a la altura. ¿Por qué yo? ¿Qué voy a sacar de eso? No lo planeé de esa manera. Ella, que nos ha traído aquí y nos ha reunido en torno a su Hijo, también ha sentido, como hemos escuchado en el Evangelio, malestar y confusión después de que el ángel le anunciara que sería la Madre del Hijo de Dios. ¡Alégrate, María! ¡No tengas miedo, María! Ella, que supo acoger la palabra de los seres humanos de la manera más perfecta, también hoy nos la transmite a nosotros: «¡Hijitos, alégrense! ¡Queridos hijos, no tengan miedo!» Un Aquí estoy, es capaz de cambiar el mundo entero. Tu Aquí estoy, mi Aquí estoy, los cielos se abren sobre nuestro mundo. Y si ahora piensas o dices: «Bueno, ¡casi nada en mi vida fue como me lo imaginaba!». Alégrate precisamente porque no fue como te lo imaginabas. Y si vas a añadir esto: «Bueno, mis ideas eran hermosas, buenas y nobles», ¡no tengas miedo de abrirte a ideas mucho más grandes que las tuyas! «Bueno, no estoy a la altura», ¿quién te dijo que estabas a la altura? Podrás hacer todo en Aquel que te da fuerza. Ustedes no me eligieron a mí, sino que yo los elegí a ustedes para que vayan y den fruto, y su fruto permanezca. ¡No tengas miedo, cree! Por lo tanto, una vez más, regocíjense de poder participar en lo que falta a los sufrimientos de Cristo, como dijo San Pablo “No teman, aunque sean enviados como ovejas en medio de lobos. En mí tienen paz, una paz que el mundo no puede dar. Por lo tanto, no se turbe tu corazón y no tengas miedo. He vencido al mundo, dijo Jesús», dijo fray Antonio y se refirió al inicio de las apariciones de la Reina de la Paz en Medjugorje cuando dijo: «¡Paz, Paz, Paz! ¡Paz entre el hombre y Dios! ¡Paz entre los pueblos! ¡Paz en el hombre! ¡Paz en el mundo!».

«Las palabras pronunciadas hace 44 años parecen ser de hoy. Y un hombre optimista del siglo XXI no puede dejar de sorprenderse de que todavía hoy sea posible luchar y matar. Y al mismo tiempo permanecer indiferente. ¿Quién se hizo indiferente, ni frío ni caliente, la peor versión de sí mismo? El hombre que decidió ir solo, sin Dios, Él amigo de los hombres. Y ahora no hay nadie que le diga que también hay un enemigo de las personas con un nombre propio: el diablo, Satanás», dijo fray Antonio y, hablando de la necesidad de la paz, citó las palabras del Papa Francisco pronunciadas hace diez años en Sarajevo: «La paz es un don y un plan de Dios para la humanidad, la historia y toda la creación, que siempre encuentra la oposición del hombre y del maligno».

«En esta escuela se nos enseña que es necesario invocar a Dios. El que derrotó de una vez por todas a aquel que es más fuerte que el hombre. La oscuridad que se cierne sobre nuestro mundo es, de hecho, como una oscura «cruz negra en la que Jesús no está allí». Y la cruz sin Jesús era un lugar de condenación incluso hace 2000 años. Y al ver esa escena, clamamos: Paz, paz, paz. Por eso nosotros, discípulos de Jesús, en este mundo, que no nos dará ningún privilegio por ser cristianos, estamos llamados a vivir el Evangelio. El privilegio que tenemos es la promesa de Jesús de Su Paz. Y en hebreo shalom significaría integridad, plenitud. Y este es el deseo de Dios para que nuestra vida sea íntegra y plena».

«Nosotros, aquí, en la escuela de María, llegamos a esta paz, íntegros y en plenitud, sobre todo despertando la conciencia de nuestra elección. Aquí se nos llama «Queridos hijos», «Hijitos». Aquí muchos han redescubierto su dignidad fundamental, única e inalienable: ser hijos de Dios. ¡Qué alegría tener al Padre en los cielos, que siempre está ahí y saber que no puedo caer más allá de sus manos! ¿Qué esperanza hay en tu vocación?, como diría San Pablo. Y por eso, Señor, te damos gracias por descubrir en este lugar de gracia que no somos solo producto de coincidencias en la cultura de los huérfanos, sino tus hijos amados que no lo son porque lo merezcan, sino porque Tú nos amas, porque eres amor», dijo fray Antonio Šakota y se refirió a la conferencia de prensa celebrada en el Vaticano donde se presentó la Nota del Dicasterio para la Doctrina de la Fe «Reina de la Paz» sobre la experiencia espiritual de Medjugorje, y en la que el Cardenal Víctor Manuel Fernández recordó uno de los mensajes de la Virgen: «No todas las religiones del mundo son iguales ante Dios. Pero todos ustedes son mis hijos».

 

«Todos ustedes son mis hijos. Danos, Señor, un poco de tu corazón, para que en las adversidades de la vida podamos ver siempre lo que es esencial -todos somos tus hijos- y de esta manera podamos protegernos unos a otros, a nosotros mismos, nuestra relación contigo, Señor, y el ambiente en el que vivimos».

«En esta santa escuela, estamos aprendiendo de nuevo sobre algo que hemos comenzado a olvidar un poco, y es el sacrificio. Debido a este olvido de la ofrenda personal, la sociedad está a punto de estallar, las familias se están desmoronando, la Iglesia está sangrando y los individuos están girando en círculos alrededor de sus egos. El camino hacia el Križevac y el Podbrdo no es fácil, requiere sacrificio. Se necesita tener los ojos abiertos para saber dónde poner el pie, también se necesita paciencia para llegar a la meta, y es necesario detenerse de vez en cuando para escuchar lo que el Señor está diciendo en el camino. Es importante tener a alguien a mi lado para que me pueda dar una mano si tropiezo y no perderme en la oscuridad. Y empezando solo, gané un hermano y una hermana en el camino. Una verdadera escuela de vida», dijo fray Antonio y recordó «cuántos de nosotros, precisamente con el sudor y el esfuerzo del Križevac y del Podbrdo, con los ojos llorosos en la intimidad del confesionario, en el silencio de la adoración y en la mesa eucarística, escuchando las palabras -«por el amor, querida Madre, que nos has demostrado»- ¡tomamos decisiones para toda la vida en este lugar!»

«Dios habla siempre. Y su palabra se escucha cuando un hombre calla y le confía todas sus preocupaciones porque Él es más grande que nuestro corazón», dijo fray Antonio animando y concluyendo con el mensaje de la Virgen: «Hijitos, estoy con ustedes. Soy su Madre. No teman nada. Los protegeré, los guiaré, los ayudaré, no tengan miedo”.

Al final de la Santa Misa, el párroco de Medjugorje, fray Zvonimir Pavičić, dio gracias al Señor por esta gracia y por enviarnos a la Reina de la Paz durante 44 años para cuidarnos y guiarnos por el camino correcto.

«La Virgen todavía nos llama a la oración hoy. Especialmente a rezar por la paz. Respondamos a su llamada, oremos, ayunemos por la paz. Y recemos para que siempre permanezca con nosotros y que su intercesión materna nos acompañe siempre», dijo el párroco de Medjugorje, fray Zvonimir Pavičić. A continuación, dio las gracias a fray Antonio Šakota, que presidió la Santa Misa, al provincial, fray Jozo Grbeš, y a todos los frailes y sacerdotes que participaron en la concelebración. También dio las gracias a los feligreses de Vionica que han llevado sobre sus hombros la estatua de la Virgen, al coro parroquial Reina de la Paz y al cuarteto de viento de Trebižat, a la policía, al personal de la ambulancia, a los malteses, al servicio de rescate de montaña, a los guardias, a los voluntarios, a las monjas, a los seminaristas, a los novicios practicantes, a los sacerdotes que confiesan durante todo el día…

Los videntes Marija Pavlović-Lunetti e Ivan Dragićević, así como todos los días de la novena a la Reina de la Paz, en la víspera del 44º aniversario de las apariciones de la Virgen, rezaron el Magnificat, y después de la Santa Misa siguió la adoración a Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar, que continuó dentro de la iglesia hasta las siete de la mañana.

El aniversario de las apariciones de la Virgen fue precedido por una novena. El rosario se rezó todos los días, durante nueve días, en la Colina de las Apariciones y en el altar exterior de la iglesia Santiago Apóstol, donde fue dirigido ante una multitud de fieles por feligreses de Medjugorje, frailes, miembros de la Tercera Orden Franciscana, voluntarios de las Manos de María y residentes de la Aldea de la Madre. La Santa Misa durante la novena fue presidida por fray Antonio Musa, fray Ljubo Kurtović, fray Alojzije Slavko Anđelić, fray Zvonimir Pavičić, fray Danko Perutina, fray Miro Šego, fray Marin Karačić, fray Josip Serđo Ćavar y en la víspera del 44º aniversario de las apariciones de la Virgen, por fray Ivan Landeka Jr., y con la concelebración de centenares de sacerdotes durante estos nueve días.

En la víspera del aniversario de las apariciones de la Virgen y de la fiesta de San Juan Bautista, se celebró la tradicional 34º Marcha por la Paz desde Humac a Medjugorje, que reunió a un gran número de feligreses y peregrinos de todo el mundo. La marcha fue encabezada por el párroco de Medjugorje, fray Zvonimir Pavičić, y el vidente Ivan Dragičević, y a su llegada frente a la iglesia de Medjugorje, se impartió la bendición con el Santísimo Sacramento. Por la tarde, los participantes de la 6ª peregrinación votiva desde Čitluk llegaron a Medjugorje, con lo que finalizó la gran novena de esta parroquia a la Reina de la Paz, en la que peregrinaban todos los domingos, desde la iglesia de Čitluk, hasta la Colina de las Apariciones.

Traducción: Centro Medjugorje
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