La programación vespertina del tercer día del Mladifest continuó a partir de las 16 horas con testimonios. El primero fue Dario Bezik, uno de los organizadores de la peregrinación a Medjugorje desde Zagreb.

Nació completamente ciego y trae peregrinos a Medjugorje, aunque, como él dice, pensó que alguien debería guiarlo debido a su ceguera, ahora trae muchos grupos a Medjugorje, y ha subido innumerables veces a los lugares de oración, y habló también de su experiencia en Medjugorje, y anualmente trae entre 20 y 30 grupos de peregrinos a la Reina de la Paz, por lo que está muy agradecido al Señor, así como por las numerosas gracias recibidas.

El obispo auxiliar de Kiev, Oleksandr Yazlovetskiy, también dio testimonio en el Mladifest. Les dijo a los jóvenes que no estaban en Medjugorje por casualidad, sino que la Santísima Virgen María quería verlos, y que este lugar y este encuentro con la Madre de Dios y su hijo dejaría una huella en sus vidas, y tal vez a través de ellos en la vida de otros, y luego recordó aquel lejano 2010, cuando vino aquí por primera vez como sacerdote estudiando en Roma, cuando vino sin cleriman y otras signos sacerdotales y luego explicó el por qué.

“En aquel momento escuché mucho sobre este lugar de las apariciones de la Madre de Dios, tanto testimonios positivos como negativos, especialmente críticas. Entonces decidí ver con mis propios ojos lo que pasaba aquí y vine como espía. Asistí a una aparición, celebré la Santa Misa varias veces, fui a la adoración, me confesé. En esencia, nada extraordinario, nada especial, pero desde entonces ya no tengo dudas de que la Madre de Dios está presente aquí”, afirmó Mons. Yazlovetskiy, que luego presentó varios ejemplos de la ayuda de la Santísima Virgen María en la guerra de Ucrania y agradeció a todos sus oraciones por la paz en Ucrania, está convencido de que muchos se salvaron gracias a las oraciones de Medjugorje.

La Santa Misa fue celebrada por Mons. Evelio Menjivar-Ayala, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Washington, junto a otros siete obispos y en concelebracion con 707 sacerdotes.

En su sermón habló de cómo “el mundo está herido, que todos necesitamos curación, pero lamentablemente muchos de nosotros estamos separados de la fuente de la que proviene nuestra vida, nuestra fuerza y nuestra paz”.

 

Homilía completa de Mons. Evelio Menjivar-Ayala en la misa del tercer día del Mladifest

“Queridos jóvenes, también ustedes han venido desde países lejanos a Medjugorje, a este santuario de María Reina de la Paz, buscando la fuente de la verdadera paz y de todo bien, la paz que es fruto del encuentro personal con Jesús y de una comunión fraterna. encuentro con los demás. El Espíritu Santo que habita en los corazones de los creyentes es quien llamó a cada uno de ustedes a salir nuevamente al encuentro de Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida. Es obvio que cargamos con muchas heridas internas, nuestras familias están heridas, nuestras comunidades están heridas, el mundo está herido. Las guerras, la inseguridad, la marginación, las migraciones forzadas, la pérdida del valor de la vida y de la dignidad humana son heridas profundas que hacen sangrar al mundo, a la humanidad. Hemos perdido la paz y parece que la humanidad ha perdido el rumbo que Dios le ha marcado”, afirmó Mons. Menjivar y subrayó que “desde hace muchos años, Medjugorje es una verdadera escuela de paz y de fraternidad para el mundo entero”.

“María, Reina de la Paz, reunió en este santuario a través de iniciativas pastorales, como el Festival Internacional de Jóvenes, a millones de sus hijos, especialmente a jóvenes como ustedes, y les enseñó dónde encontrar la fuente de la verdadera paz y el significado de vida. Habitualmente, este encuentro con Jesús a través de María comienza con un fuerte impulso del corazón a guardar silencio, a recogerse, a orar y a recibir el sacramento de la reconciliación. ¿Cuántas personas regresaron a la fe y a los sacramentos en este santuario de María Reina de la Paz? El sacramento de la confesión trae paz interior, porque estamos reconciliados con Dios, con nosotros mismos y con nuestros hermanos y hermanas. ¿Cuántas personas han regresado a casa con la firme intención de mejorar la relación con sus seres queridos, de restablecer la relación con un amigo del que se habían alejado, de luchar contra una adicción o de deshacerse de malos apegos?”.

“Queridos jóvenes amigos, cuando vuelvan a casa, que se note en sus rostros la alegría y la paz de saberse amados y reconciliados. Redescubran el valor inconmensurable que tienen como seres humanos y como hijos de Dios. Cuando te sientas vacío o solo, acude a Jesús. Él puede llenar ese vacío con su presencia”, dijo Mons. Menjivar que. oncluyó su sermón llamando a todos a ser “mensajeros de paz, hermandad y misericordia” después de este encuentro en Medjugorje.

 

Después de la santa misa, decenas de miles de jóvenes rezaron ante la cruz y meditaron a la luz de las velas. Se comenzó leyendo pasajes de los Evangelios, hasta que en un momento, se fueron apagando las luces del altar exterior, y finalmente se apagaron las velas sobre el altar y todos quedamos a oscuras, bajo la llovizna y en un profundo silencio… hasta que se encendió el cirio y de a poco una vela tras otras, empezó a compartirse la luz, unos a otros, mientras se cantaba en inglés ‘comparte la luz, comparte a Jesús’… en un clima de oración, de hermandad y con la alegría que brota del corazón y se percibía en el canto y se veía en los rostros de los jóvenes.

 

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