Las primeras “Comidas de María” (Mary´s Meals) se distribuyeron en Malawi en 2002, aunque como bien nos cuenta la familia de origen escocés MacFarlane-Barrow que emprendió el proyecto, surgió fruto de Medjugorje. Vinieron a Medjugorje por primera vez en 1993 y, ya durante la guerra, traían ayuda humanitaria desde Escocia. Con el tiempo fue surgiendo un nuevo proyecto global que ayudaba a los más pobres, en el que participaban personas de todo el mundo. Su objetivo consiste en que todos los niños tengan un plato de comida al día en el colegio, lo que además contribuye a que los que tienen mucho compartan con los que no tienen ni siquiera lo básico. Con un plato de comida al día en el colegio se cubren las necesidades básicas de los niños que pasan hambre y se les anima a asistir a las escuelas, algo fundamental para que en un futuro puedan salir de la pobreza. Mary´s Meals presentó su programa y compartió con nosotros muchas novedades en el Festival de la Juventud el 4 de agosto. Magnus MacFarlane-Barrow, fundador de la organización, su amigo el P. Petar Komljenovic, la voluntaria Zrinka Skelin (Zagreb) y Jimmy Belabre (Haiti) hablaron para la ocasión.
Jimmy Belabre nació en Haití en una ciudad con un alto índice de pobreza y criminalidad, donde es más sencillo cometer un crimen que una buena acción. “Afortunadamente, Mary´s Meals se cruzó en mi camino proporcionándome alimento y educación, así que empecé a soñar mis propios sueños y fui consciente de que podría llegar a ser lo que yo quisiera”- declaró el año pasado en el Festival de la Juventud. Probablemente ni siquiera en sus sueños más imposibles se hubiera imaginado que estaría grabando canciones y música en Medjugorje, que fue exactamente lo que sucedió al finalizar el anterior Festival de la Juventud en el Estudio 3 de Radio Mir Medjugorje. Este año también vino a nuestra radio, donde compartió con nosotros su historia: “Mary´s Meal lo es todo para mí. Como dije en mi testimonio, yo tenía 10 años cuando fui a un colegio donde me daban de comer todos los días. Pero el ir al colegio no era suficiente para hacer de mi la persona optimista que soy hoy en día. Conozco a muchos de mi generación que ahora están muertos o metidos en actividades criminales y eso que también tuvieron la oportunidad de ir a la escuela, con la salvedad de que allí no se les daba de comer. Cuando iban a la escuela se preguntaban si ese día comerían. A veces esos chicos tenían que cuidar de sus propias familias y tenían que dejar el colegio. A mí me daba de comer Mary´s Meals en la escuela y lo cierto es que siempre esperaba impaciente que llegara el día siguiente para volver. Me sentí parte de ese lugar en el que además de estudiar podía comer y pensar en mi futuro gracias al alimento que me daban todos los días. Es en esos momentos cuando uno aprende a valorar de verdad la comida”, declaró Jimmy.
También destacó que cuando recibimos ayuda aprendemos también a ayudar a los demás: “He comprobado que puedo ser muy útil para mi gente, que puedo contribuir a que puedan asegurarse una vida mejor tanto para las nuevas generaciones como para los jóvenes. Esta es la mejor manera de devolverles lo que Mary´s Meals nos dio a nosotros; aunque realmente nunca podremos devolver ese gran regalo, he de reconocer que lo intentamos.” Como declaró en su testimonio, es probablemente el director de colegio más joven del mundo: “Sí, ¡tengo 28 años! Yo fui al mismo colegio desde los 10 años hasta que cursé todos mis estudios. Estaba tan entusiasmado con la oportunidad que me habían dado de poder estudiar en un colegio, que me nombraron delegado y una vez finalizada mi etapa escolar me ofrecieron un puesto de trabajo. Lo acepté porque consideraba que era una buena forma de ayudar a la comunidad. Este es el quinto año que trabajo para ellos. Ejerzo de algo más que de director de colegio, lo cual es algo muy duro, pues tenemos que lidiar con soldados que son miembros de las bandas locales. Hago también de relaciones públicas y ayudo en el tema de las donaciones. En la escuela tenemos 1.049 estudiantes y me da mucha alegría trabajar con mis antiguos profesores de clase y directores. He sido muy afortunado por haber podido recibir una educación, porque me daban de comer y no pasaba hambre.”