La ciudad de Valencia fue fundada por los romanos en el año 138 antes de Cristo. Después de los romanos y el período de los visigodos, fue ocupada por los musulmanes, hasta que fue reconquistada por el rey cristiano Jaime I de Aragón. La misma se sitúa a orillas del río Turla, en la parte de la costa levantina de la península ibérica, en el centro del golfo de Valencia, aunque cuando fue fundada por los romanos, la ciudad estaba en una isla del Turla, a unos cuatro kilómetros del mar. Cuenta con un clima mediterráneo, un poco lluvioso en invierno y caluroso y seco en verano, tiene casi 800.000 habitantes, de los cuales el 78% es católico.
Esta hermosa ciudad española fue la elegida para ser la sede del IV Congreso Nacional de la Reina de la Paz, el cuál ha comenzado en la tarde del viernes, con conferencias, testimonio y diferentes momentos de oración que completaron la jornada del primer día.
Después de la recepción y registros de los participantes, todo comenzó con el rezo de la Coronilla a la Divina Misericordia. Acto seguido L. Miguel Onieva, vicepresidente de la Fundación Centro Medjugorje, junto a Mapi Ferrando, valenciana que participó activamente en la organización del congreso, dieron la bienvenida a todos los participantes.
Fray Danko Perutina, presidente del Centro Informativo Mir Medjugorje, dio la primera conferencia, que se tituló: “Medjugorje, una llamada a la conversión”, en la que destacó entre otras cosas, lo siguiente: “Hay que rezar siempre el rosario, es algo a lo que nos invita siempre la Virgen, para que primero, a través de nosotros que estamos presentes aquí, se derramen los ríos de agua viva, sobre todo en aquellos que nos encontremos. Jesús con doce apóstoles fundo la Iglesia que hoy tiene millones de católicos. Y yo creo que el Espíritu Santo con ustedes, ochenta españoles, puede incendiar España. Ochenta. Aquellos eran solo doce y prendieron el mundo entero. Pero la pregunta es si ¿lo creen? Porque no será con la propia fuerza, con la propia inteligencia, todo eso será usado, pero el Espíritu Santo es el que lo guía todo. Y eso se puede ver en concreto, no solo en Medjugorje sino en cualquier otro lugar donde hay frutos. La conversión es la gracia, el cambio del corazón es la gracia. En Medjugorje se convirtieron millones, y mi experiencia es que no hay nadie que no haya cambiado al menos un poco. Los primeros diez años, desde 1981 hasta 1991 no había redes sociales e iban más de un millón de peregrinos a Medjugorje. En Yugoslavia no se hablaba nunca de Medjugorje, muy poco incluso en los medios católicos, el mensaje se transmitía de boca en boca. Y por eso son importantes los grupos de oración. Los que se comunican por internet, en las redes sociales, ahí se pude convertir uno de un millón, nadie. ¿Por qué? Porque la palabra viva se transmite de la lengua viva al oido vivo. A través de esto -y mostró un teléfono móvil- casi nadie”, dijo fray Danko, invitando a los presentes a ser testimonio de conversión para los demás.
La jornada siguió con el testimonio del P. Santiago Bohiguez, director del Secretariado de Espiritualidad de la Arquidiócesis de Valencia y, luego de un breve descanso, continuó con el rezo del rosario seguido de la Eucaristía, que estuvo presidida por el P. Francisco Javier Cortés, mientras que la homilía estuvo a cargo del P. Inocencio Llamas.
El mismo P. Inocencio fue el encargado de dar la siguiente conferencia, que se llamó “La fuerza sanadora del perdón”, en la que, como ya nos tiene buenamente acostumbrados, con alegría y algo de humor, hizo profundizar a los presentes en un tema tan vital, central y transformador en nuestra vida de fe.
El día uno del IV Congreso Nacional de España concluyó con la Veneración de la Cruz. Al finalizar la misma, el P. Agustín Giménez expuso el Santísimo Sacramento del Altar que estuvo toda la noche para que los presentes pudieran adorar a Jesús hasta el momento de la oración de Laudes del siguiente día.