La misión continuó el miércoles, 9 de noviembre, en la ciudad de Pilar, en la Provincia de Buenos Aires, mientras en esa localidad se desarrollaba la 121º Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, en la que participaron más de 100 obispos.
Fray Danko quiso acercarse para saludar y agradecer a Mons. Adolfo Uriona por haberle abierto las puertas de su diócesis, en Rio Cuarto, Córdoba.
Mons. Uriona se mostró feliz de poder recibirlo y conocerlo en persona y le agradeció por haber visitado su diócesis, expresando el deseo de poder ir un día a Medjugorje.
Compartieron los desafíos pastorales de este tiempo de sus respectivas diócesis, hablando principalmente de las vocaciones y los jóvenes. Fray Danko le hizo conocer la historia de la Provincia franciscana de Herzegovina y que las numerosas vocaciones en la misma se deben a tres factores: al martirio de muchos frailes en la época del comunismo, a la fructífera Juventud Franciscana y a las apariciones de la Virgen en Medjugorje, pero que en el resto de Europa hay una gran crisis vocacional.
Mons. Adolfo le dijo que en Argentina también había pocas vocaciones y ambos quedaron en orar el uno por el otro pidiéndole a Dios por estas necesidades concretas.
En la casa de campo, donde se celebraba la asamblea, fray Danko conoció y saludó a varios obispos, entre ellos a Mons. Eduardo Eliseo Martín, arzobispo de Rosario, quien le contó que en 2008 visitó Medjugorje y compartieron algunas palabras sobre aquella visita. Mons. Eduardo se sorprendió gratamente y se alegró de encontrarlo en este lugar.
Que esta sea una invitación para que todos oremos por los jóvenes y las vocaciones sacerdotales y religiosas en toda América Latina y Europa, que Dios envié obreros a su mies. Y como fray Danko dijo en cada encuentro: “Roguemos al Señor que envié a su pueblo a muchos buenos y santos sacerdotes, religiosos y religiosas”.