Traducción P. Francisco á. Verar. 25/12/14 a las 20:00h.

P. Livio: Hola Marija, ¡Feliz Navidad!

Marija: A todos les deseo, con todo el corazón, una ¡Feliz Navidad!, ¡Feliz Navidad a todos!, ¡que el Señor les de su paz! Hoy, como todos los 25 de mes, la Virgen nos dio este mensaje: “¡Queridos hijos!, también hoy, les traigo en mis brazos a mi Hijo Jesús, y a él le pido la paz para ustedes y la paz entre ustedes. Oren y adoren a mi Hijo, para que en sus corazones entre su paz y su alegría. Oro por ustedes para que cada vez estén más abiertos a la oración. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

P. Livio: Marija en este mensaje hay tres palabras claves; digamos: oración, paz y alegría…

Marija: Es verdad. Paz; paz a ustedes y paz entre ustedes. Y la oración, adoración, y alegría…

P. Livio: Como hay muchos peregrinos que han ido a Medjugorje por primera vez —para el conocimiento de ellos—, nos puedes explicar ¿cómo se desarrolló hoy la aparición?

Marija: Como cada 25 de diciembre. También en este diciembre, la Virgen llegó el día de la Navidad —como siempre hace—, cargando en sus brazos a Jesús Niño. Y cuando la Virgen llegó con Jesús Niño, en sus brazos, Jesús era como un bebé recién nacido. Y la Virgen dio este mensaje. Pero la cosa bellísima que ocurrió, es que la Virgen, en un cierto momento con Jesús Niño en brazos, extendió Ella el brazo derecho y oró por quienes estábamos allí presentes. La aparición fue larga, pero el mensaje fue corto. La cosa linda es la presencia de la Virgen entre nosotros. Y esta presencia es así de fuerte; radical, bella; que cada vez para la Navidad nosotros la esperamos con gran alegría; porque no solamente llega la Virgen, sino que llega cargando a Jesús en sus brazos. Y como dijo esta noche —también en el mensaje—, Ella nos lleva a Jesús.

P. Livio: ¿Cómo la Virgen estaba vestida hoy?

Marija: Con vestidos dorados. Como ocurre en las fiestas. También hoy la Virgen llegó con esos vestidos dorados.

P. Livio: ¿El Niño Jesús cómo estaba? ¿Envuelto en pañales?

Marija: Sí, estaba envuelto en pañales, pero también estaba envuelto con el velo de la Virgen. El Niño está vestido, pero también la Virgen lo envuelve con su velo. Con este velo que es más rico y más bello que los otros días. Porque la Virgen aparece todos los días con un vestido gris y un velo blanco, pero cuando son fiestas, la Virgen llega con vestidos como bordados y dorados.

P. Livio: escucha Marija, ¿el Niño duerme?

Marija: El Niño es como un niño recién nacido. No lo he visto mucho porque estaba cargado en el brazo de la Virgen.

P. Livio: ¿Pero hace dos años el Niño se incorporó y habló, y nos ha dado un mensaje…?

Marija: Sí, ha dicho: “Yo soy su paz”. Pero con una autoridad que parecía, de pronto, una persona mayor, y no ya ese niño pequeñito.

P. Livio: ¿Propiamente estuvo regio?

Marija: Sí. Regio, determinante, y para mí, la experiencia que tuve con la Virgen… es que cuando él está presente Ella ensombrece.

P. Livio: ¡Ah!…. ¿Cuándo la Virgen carga al Niño Jesús, el Niño Jesús se hace el corazón del mensaje, de la aparición?

Marija: Sí. Jesús viene a ser lo más importante. Sí, sí, sí…. También hoy, que la Virgen estuvo orando por nosotros. Porque Ella siempre refiere a él. Dice con su actitud que Ella no es importante, que más bien tenemos que poner a Jesús en el centro de nuestra vida. La Virgen ha dicho muchas veces: “Dios me ha permitido estar entre ustedes y darles diversos mensajes y me ha permitido compartir con ustedes, porque Yo soy Su Sierva.”

P. Livio: Porque en el mensaje ella dice: “…porque yo les traigo entre mis brazos al Niño Jesús y busco de él la paz para ustedes”.

Marija: Sí, sí, sí. La paz para ustedes y entre ustedes.

P. Livio: ¿Entonces para la Navidad el centro de atención es el Niño Jesús?

Marija: Sí, exactamente. Porque la Virgen cada vez —también en cada mensaje, nosotros lo experimentamos desde los primeros días de las apariciones—, parece que tiene un propósito. Su propósito no es la aparición en sí —no es que Ella habla de que está apareciendo—, sino traer a Jesús en medio de nosotros.

P. Livio: ¿También todos los mensajes conducen a él?

Marija: Sí, sí, sí. Porque Ella dice “…porque el Altísimo me ha permitido estar en medio de ustedes…” y tantos mensajes, que de muchas maneras se ve, que lo que estamos viviendo es porque Dios lo permite. Y por medio de la presencia de la Virgen nosotros creemos profundamente. Estamos viendo que la humanidad está cambiando, está comenzando una era nueva y también en la Iglesia y en las personas…, porque uno no puede permanecer indiferente ante la presencia de la Virgen.

P. Livio: Hoy en la aparición estuvo el Niño Jesús, pero en las otras apariciones diarias que tú tienes ¿por qué piensas que viene la Virgen? ¿Ella viene por algo?

Marija: Sí. Para decirnos que “sin Dios nosotros no tenemos futuro, no tenemos vida eterna”, porque nos comportamos como paganos, porque pensamos que Dios ya está en nosotros. Y la Virgen nos dice: “no queridos hijos, ustedes se están equivocando, regresen a Dios” Porque solo si tenemos a Dios, si vivimos siguiendo sus Mandamientos —a partir de ello—, nos comenzamos a respetar. No solamente nuestra propia vida, sino que también respetamos la de los demás, etc. Entonces, todo se hace un Don. Todo se hace Gracia. Este es el punto del cual no somos consientes. Porque nosotros pensamos que podemos cambiar el mundo como nosotros queremos. Sin embargo, la Virgen dice: “ustedes sin Dios solo van a la ruina”.

P. Livio: Pero, ¡el hecho que la Virgen viene todos los días ya es un mensaje extraordinario!

Marija: Cierto. Yo creo que la Virgen nos quiere decir: “maldito el hombre que confía en el hombre, confíen más bien en Dios y vivan a Dios y sus Mandamientos, vivan aquello adonde él los llama. Como él desea de ustedes”. En efecto, la Virgen dice: “vivan la santidad, conviértanse, abracen el camino de la oración”. Porque alguien que no ora, no tiene futuro, no tiene vida eterna. Y luego cuando ora, cambia; cambia la vida, cambia sus actitudes, cambia su manera de hablar: se hace más dulce, más abierto, más pacífico, se hace más amable, etc.

P. Livio: Según tu experiencia, después de 34 años de apariciones, ¿la Virgen ha obtenido lo que Ella deseaba?

Marija: Yo pienso que Dios, por medio de la Virgen, tiene un proyecto y por eso le permite permanecer así por tanto tiempo. Yo pienso que sin la Virgen no hubiera Medjugorje; la Adoración; los grupos de oración; la personas que han cambiado su vida. Las personas que están dando testimonio son muchísimas… También la renovación ha llegado a la Iglesia por medio de muchas vocaciones que son fruto de Medjugorje. Sacerdotes que han comenzado a vivir de una manera nueva. Yo conozco una marea de personas que han cambiado radicalmente su vida, para el bien de sus propias almas y para el bien de las almas que están en su entorno; sacerdotes que se han consagrado totalmente a la Virgen…

P. Livio: Yo soy uno de ellos; digamos.

Marija: Sí, sí, sí. Cada uno de nosotros… Imagínate cuantos testimonios nosotros hemos escuchado de tantas personas… Que lindo, que lindo… Cuando tú lo escuchas y cuando tú lo vives. Y luego, cuando tenemos dificultades al escuchar esos testimonios de otros —como este año— eso te ayuda. Este año, por ejemplo, hemos tenido muchos intercambios de saludos de Navidad, y con todo eso, nos hemos sentido más ricos. Porque por medio de Medjugorje tenemos tantos idiomas, tantas amistades, tantas alegrías, tantas personas con las cuales poder compartir… Y también cristianos colmados de alegría. Y todo esto representa seguridad; nadie puede decir algo en contra de esto. Porque la experiencia de Dios en las personas, a través de la Virgen, es algo que no se puede negar.

P. Livio: Me ha llamado la atención que en el mensaje del 2 del mes pasado, a través de Mijana, la Virgen dijo: “…mi Hijo me ha prometido que el mal no triunfará, porque están ustedes queridos hijos míos…”

Marija: Sí, sí, sí. “Ustedes que oran, que adoran”. Son las personas que adoran, que oran, que viven de una manera fuerte el mensaje de Dios, de la Virgen, los Mandamientos de Dios; al respecto será el futuro. Como Nínive. ¿Correcto?

P. Livio: Esta gran batalla que hay entre el bien y el mal, siempre se hace más afanosa. Más pasa el tiempo, más aumenta el mal; pero al final ¿¡la Virgen con seguridad vencerá!?

Marija: Sí, sí… Nosotros estamos seguros. Nosotros estamos seguros que llegará el triunfo del Corazón Inmaculado de María.

P. Livio: ¡Pero primero debe empezar dentro de nuestro corazón!

Marija: Así es. Sí. Para la Virgen llega el triunfo del Corazón Inmaculado, pero primero comienza contigo, conmigo, con nosotros.

P. Livio: Bien Marija, terminemos con la oración del Magnificat.

Marija: Con todo el corazón: Proclama mi alma la grandeza del Señor…

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