Con la presencia del vidente Ivan Dragičević junto a Marija Pavlović-Lunetti, se rezó en la Colina de las Apariciones por la paz en el mundo. Se oraron, como en los días previos, los Misterios Gozosos, Dolorosos y Gloriosos antes del momento de la aparición, que fue sobre las 23.30 horas.
Entre los rosarios se fue leyendo en distintos idiomas la oración por la paz de San Francisco de Asís, y el mensaje que la Virgen dio en Medjugorje el 26 de junio de 1981: “Paz, paz, paz, solamente la paz. La paz debe reinar entre el hombre y Dios y entre los hombres”, que la Gospa le dio a Marija el tercer día de las apariciones.
Al finalizar la aparición, Marija dijo: “Esta noche, cuando la Virgen ha venido, nosotros, Ivan y yo, le encomendamos y entregamos a la Gospa esta Novena. La Virgen sonrió y estaba muy alegre y nos agradeció a todos nosotros por los sacrificios y las oraciones, y dijo: ‘Continúen’. La Virgen vino con vestidos dorados, como siempre, sobre una nube y con la corona de estrellas sobre su cabeza. Y nosotros los encomendamos a la Virgen a todos, todas nuestras intenciones, y todo lo que tenemos en el corazón. La Virgen hoy también ha orado en su lengua materna, el arameo. Oró largo tiempo y nos bendijo a todos”.
Los sacerdotes presentes dieron la bendición en distintos idiomas, despidiendo a la multitud que había respondido al llamado de la Gospa a orar por la paz. Marija se quedó a rezar los Misterios Luminosos del Rosario, ya que nadie quería irse del lugar y querían que durara lo más posible la experiencia de lo que se vivió en esta Novena, la oración, la paz, la presencia de Dios y con la Gospa orando por todos.