El diario italiano Corriere della Sera publicó una extensa entrevista a Camillo Ruini, que celebra setenta años de sacerdocio. Al inicio de la entrevista habló de cómo decidió hacerse sacerdote al terminar la secundaria y de esta manera “servir al Dios en quien siempre he creído y al que he dedicado toda mi vida”.
No oculta que tuvo muchas tentaciones contra la fe, pero nunca dudó de la existencia de Dios, de la vida eterna y de la resurrección de la carne.
Las tentaciones, dijo, no vienen sólo de Satanás, sino también de los estudios, de la lectura de libros… Respecto a la tentación, dijo que es un incentivo para decir: “Yo creo”.
“Cuanto más sabes teología, más conoces las dificultades. Pero ahora, como anciano, ya casi no tengo tentaciones”, afirmó el cardenal Ruini.
Habló también de la resurrección del cuerpo, de su camino sacerdotal, de la política y los políticos italianos, de sus relaciones con los Papas… También recordó su primer encuentro con el Papa Juan Pablo II.
“Era el otoño de 1984. Me invitó a cenar, con gran sorpresa para mí, y me hizo algunas preguntas sobre la Conferencia Episcopal Italiana y la conferencia de Loreto que se estaba preparando. Respondí muy abiertamente, sin ocultar mis problemas. Así nació un vínculo profundo, que duró hasta su muerte”, afirmó el cardenal Ruini, quien dijo del Papa Benedicto XVI que no se sentía cómodo con la gestión práctica de la Iglesia y que fue el primero en reconocer esa limitación, “pero con su enseñanza y oración hizo mucho bien a la Iglesia y a la sociedad”. También explicó que con el Papa Francisco no tuvo una relación similar a la de sus dos predecesores porque él ya tenía 82 años y estaba jubilado cuando Bergoglio fue elegido Papa, pero enfatizó que no está de acuerdo con quienes “no reconocen nada bien en su pontificado”.
El Papa Benedicto XVI en 2010 nombró al cardenal Ruini al frente de la Comisión Internacional que investigaba el fenómeno de Medjugorje, y el periodista Aldo Cazzullo le preguntó: “Hoy es la Inmaculada Concepción. Usted presidió la comisión internacional de investigación sobre Medjugorje. ¿Qué impresión obtuvo?”
“Que las primeras apariciones son creíbles. Fue realmente la Virgen quien habló. Para las demás, aplazo el juicio”, le respondió el cardenal Ruini.
El cardenal Ruini también habló sobre la crisis de la fe y la crisis de las vocaciones, el futuro del catolicismo, los problemas actuales de la Iglesia, rechazó la posibilidad de la ordenación de las mujeres y la abolición del celibato, así como la posibilidad de los matrimonios homosexuales, afirmando que esto es una negación del concepto mismo de matrimonio, que debe ser entre un hombre y una mujer.