Los hermanos ecuatorianos han compartido que en este tiempo, el vivido con fray Francesco, han experimentado muchas emociones que llenaron sus corazones de gratitud.
La visita de fray Francesco Rizzi los llenó de esperanza. Su calidez y sus mensajes cautivaron a quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo y compartir con él. Su visita a Ecuador fue un bálsamo para el alma; la tranquilidad y el amor que transmitía en sus palabras y cada mensaje llegaron a muchos corazones que lo necesitaban y no habían experimentado el amor de la Madre y ahora ya la conocen.
Los ecuatorianos decían: “La Madre lo lleva todo”, y confiemos en su amor incondicional, esperando que cada semilla que Dios sembró a través de fray Francesco, haya caído en tierra fértil y que de numerosos frutos.
Estaban, sobre todo, agradecidos a Dios por permitirles vivir nuevas experiencias junto a la Madre del Cielo que nunca abandona a sus hijos y siempre los guía de la mano hacia su Hijo.
Agradecieron a fray Francesco Rizzi, y resaltaron que con su dulzura, paciencia y amor compartió todo lo que albergaba en su corazón. El agradecimiento se hizo extensivo a la Fundación Centro Medjugorje, por el arduo esfuerzo realizado para hacer esta visita realidad. A todos los sacerdotes y hermanos laicos que colaboraron, respaldaron y dijeron sí a la misión, así como a cada participante que asistió para escuchar las catequesis. ¡Que el Señor colme de bendiciones todos los corazones!