Fray Marinko Šakota, párroco de Medjugorje, felicitó por la Pascua a los feligreses de su parroquia, peregrinos y a todos los fieles, enviando un mensaje que aquí transmitimos en su totalidad:
En la primavera, cuando todo despierta en la naturaleza, cuando las semillas brotan de la tierra y las ramas de los árboles reviven, nosotros celebramos la Pascua. ¿Qué es la Pascua y qué significa para nuestra vida en concreto?
Hay momentos en la vida en los que nos quedamos sin palabras y cuando ninguna palabra puede traernos la claridad. Uno de esos momentos es frente a la tumba. Así fue para María Magdalena y los discípulos cuando se encontraron frente a la tumba en la que fue colocado el cuerpo de Jesús. La Resurrección es la luz de Cristo del más allá que ilumina nuestro camino terrenal y nuestras dudas.
Nuestra resurrección empieza a medida que comenzamos a reconocer a Dios en el hombre y elegimos amar y perdonar. La condición para la resurrección es la muerte del egoísmo y del orgullo dentro de nosotros. Cuando el amor, que está dispuesto a servir a la vida, gana en nosotros, es entonces cuando sucede la resurrección.
Somos cada vez más conscientes de las consecuencias negativas del individualismo que domina en este tiempo en que vivimos: estar encerrados en nosotros mismos y en nuestro rincón de la paz, en la frialdad y la indiferencia hacia los demás, en la insensibilidad y la ceguera ante el sufrimiento del otro. Cuando la resurrección de Cristo nos impregne por dentro, entonces no podremos permanecer insensibles y pasivos, sino movernos al encuentro con los demás para anunciarles que Jesús vive y que el amor es más fuerte y mejor que el mal.
Queridos feligreses de la parroquia de Medjugorje, queridos peregrinos y todos los hombres de buena voluntad, ¡Os deseo una feliz y bendecida Pascua de Resurrección!
Fray Marinko Šakota,
Párroco de la parroquia de Medjugorje