La ciudad episcopal de Guadix se prepara para recibir un acontecimiento único que marcará un antes y un después en la vida espiritual de la ciudad accitana. A partir de septiembre, la Iglesia de Santa María de las Lágrimas albergará una fiel reproducción de la Reina de la Paz, inspirada en las descripciones de los videntes de Medjugorje. Esta talla, realizada en madera de cedro policromado, es obra del maestro imaginero José Antonio Navarro Arteaga, cuya trayectoria es reconocida en el ámbito de la imaginería religiosa.

La llegada de esta imagen, concebida a partir de la obra “Mil encuentros con la Virgen en Medjugorje” (1985) y del óleo que se conserva en la Sala San Juan Pablo II, ha sido posible gracias a la aprobación eclesiástica de la Vicaría General del Obispado de Guadix. Con ello, la ciudad se erige como un nuevo lugar de encuentro espiritual para todos aquellos que buscan profundizar en su fe y acercarse a Cristo a través de María.

Además de este evento, la Hermandad está organizando una peregrinación que tendrá lugar en el mes de agosto. Esta peregrinación tiene como fin principal la búsqueda de la espiritualidad, un encuentro profundo con Cristo. Se espera que esta peregrinación se realice todos los años, ofreciendo a los fieles la oportunidad de vivir una experiencia transformadora de fe y devoción a lo largo de los años.

La presencia de la Reina de la Paz en Guadix es un homenaje a la devoción mariana y una invitación a la reflexión, la oración y el cambio de vida. Esta devoción busca promover una relación más cercana con Dios, guiada por el mensaje de Medjugorje y las “cinco piedrecitas” que la Virgen ha transmitido al mundo: la oración con el corazón, simbolizada en el rezo del Santo Rosario como vía principal de diálogo con el Señor; la participación frecuente en la Eucaristía, como el eje central de la vida cristiana; el conocimiento profundo de la Palabra de Dios a través de la lectura y meditación de la Santa Biblia; la práctica del ayuno, los miércoles y viernes, como un gesto de sacrificio y purificación espiritual; y la confesión frecuente, al menos una vez al mes, como un medio de reconciliación y renovación interior.

Con la entronización de esta imagen, la Iglesia de Santa María de las Lágrimas se convierte en un símbolo de paz y fe en el sur de Europa. La Reina de la Paz invita a los fieles a unirse en la búsqueda de la conversión y la espiritualidad, en un entorno que une el rico patrimonio de la ciudad con la fuerza renovadora de la devoción mariana. Este acontecimiento representará una oportunidad para los devotos y para aquellos que, desde una mirada menos ligada a las tradiciones cofrades, buscan un lugar de encuentro espiritual y reflexión. Guadix se prepara para ser una tierra de gracia, acogiendo a todos con los brazos abiertos bajo el amparo de la Reina de la Paz.

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