El arzobispo Hoser, enviado del Papa, afirma que «las diócesis pueden organizar peregrinajes oficiales», dando a entender que se llegará a un cambio dentro de poco. Pero Francisco no ha dado indicaciones recientes al respecto.

«El culto de Medjugorje es autorizado. No está prohibido y no debe llevarse a cabo a escondidas. Mi misión consiste, precisamente, en analizar la situación pastoral y en proponer mejoras», afirmó monseñor Henrik Hoser, arzobispo emérito de Varsovia-Praga, enviado especial del Papa Francisco para la pastoral del santuario de Medjugorje, en Bosnia-Herzegovina. Hoser concedió una entrevista al portal Aleteia y sus palabras fueron interpretadas como un “luz verde” para el reconocimiento de las apariciones que comenzaron en 1981 y no han concluido, en un pequeño pueblo que visitan millones de personas cada año.

«A partir de hoy, las diócesis y otras instituciones pueden organizar peregrinajes oficiales. Ya no hay problemas –dijo Hoser en la entrevista. Pero esta decisión deberá ser tomada por el Papa. El “dossier” ahora se encuentra en las oficinas de la Secretaría de Estado. Creo que, dentro de poco, se tomará la decisión final».

Como se ve, monseñor Hoser habla de una decisión todavía pendiente (la de la posible sobrenaturalidad del fenómeno) y de una decisión que se habría tomado, es decir el permiso para organizar peregrinajes oficiales a Medjugorje. En relación con los peregrinajes, a pesar de las prohibiciones, siempre se han llevado a cabo en los hechos y sería difícil imaginar que se le prohibiera a los fieles dirigirse a rezar a una parroquia. Medjugorje, además, es visitada por obispos y cardenales. La afirmación: «a partir de hoy las diócesis pueden organizar peregrinajes oficiales» haría pensar en una decisión ya tomada al respecto.

Pero en el Vaticano notan que el Papa Francisco «no ha dado recientemente ninguna instrucción sobre Medjugorje». Esto, evidentemente, no significa que no se oponga a los peregrinajes. Pero significa que, por el momento, no se han tomado decisiones ni se han dado nuevas instrucciones.

Como se sabe, el Pontífice ha expresado en varias ocasines su aprecio por el trabajo desempeñado por la comisión sobre Medjugorje que guió el cardenal Camillo Ruini, compuesta por cardenales, teólogos y expertos en mariología. La comisión concluyó con un parecer favorable al reconocimiento de la sobrenaturalidad de las primeras 7 presuntas apariciones (entre el 24 de junio y el 3 de julio de 1981), distinguiéndolas claramente de todo lo que sucedió después (y que continuaría). Además, la comisión subrayó la importancia de separar Medjugorje de la diócesis de Mostar, creando una nueva diócesis o un santuario que dependiera directamente de la Santa Sede.

El proceso de la discusión sobre las conclusiones de la comisión Ruini fue largo. No es ningún misterio que en la Congregación para la Doctrina de la Fe hubiera oposiciones al reconocimiento de la sobrenaturalidad del fenómeno. El Papa Francisco recibió los pareceres de los cardenales y obispos miembros del ex Santo Oficio y hay que esperar su decisión. Una decisión que, según Hoser, llegará dentro de poco.

El enfoque de Bergoglio sobre este y fenómenos parecidos siempre ha privilegiado la pastoral del acompañamiento de los fieles y peregrinos. El encargo de Hoser fue precisamente el de verificar y analizar este aspecto.

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