“Tengo muchas ganas de que llegue el Festival de la Juventud, porque siempre ha sido para mí un tiempo de renovación espiritual, como unos ejercicios espirituales desde que fuera dirigido por el Fr. Slavko Barbarić en los inicios. Además, el Festival de la Juventud me deja una fuerte impresión por las siguientes razones: ¡Qué conmovedores son los encuentros de los jóvenes con Dios en esos días!, estando todos tan llenos de alegría y de gracia. incluso aquellos que nunca habían venido antes. Es un encuentro en la apertura del corazón, donde no hay locales ni extranjeros, todos son “un solo corazón y una sola alma”, dijo Fr. Marinko Šakota, párroco de Medjugorje, al anunciar el evento de este año.
Bajo el lema “Aprended de mí y encontraréis la paz” (Mt 11, 28-30), este año se celebra la 33ª edición el Festival Internacional de Oración Juvenil, desde el 1 al 6 de agosto. Este año, de nuevo, miles de los jóvenes escucharán catequesis y testimonios, rezarán, participarán en el programa de oración de la tarde. Fr. Marinko nos dijo que se celebrarán Santas Misas y se realizarán catequesis, entre otros, por el obispo de Mostar-Duvno, Mons. Petar Palić; el General de la Orden Franciscana, Fr. Massimo Fusarelli y el Provincial de la Provincia Franciscana de Herzegovina, Fr. Jozo Grbeš, entre otros.
Para muchos, el Festival de la Juventud es un momento especial en el que muchos han descubierto, despertado o aceptado su vocación espiritual durante esos días. Hablando de los frutos del Festival de la Juventud, el Fr. Marinko dijo que “Mladifest en Medjugorje es realmente especial, una experiencia de fe y oración realmente maravillosa”.
Todo lo que sucede en esa reunión de oración -comenzando con la presentación de las naciones, el rezo del rosario en el Cerro de las Apariciones, las oraciones de la mañana, la catequesis, los testimonios, el coro y la orquesta, los voluntarios, el programa de oración de la tarde, el Rosario, la Eucaristía, Adoración del Santísimo Sacramento, oración con velas, procesión con la imagen de Nuestra Señora, actuaciones de la comunidad Cenáculo, misiones y despedidas, y al final la Santa Misa en el Monte de la Cruz a las 5 de la mañana- todos estos eventos son de tal naturaleza que elevan y miman el alma, la alimentan con sano alimento espiritual, la llenan de una paz especial y de una alegría especial, y dan ánimo y un fuerte incentivo para seguir viviendo la fe y la oración, caminando con Nuestra Señora y con Jesús en nuestra vida diaria, dijo Fr. Marinko.
La parte matutina de este año del programa en el Festival de la Juventud comenzará a las nueve en punto, una hora antes que el año pasado, tal como era antes del coronavirus, por lo que cada día comenzará con la oración matutina a las nueve en punto, y luego seguirán la catequesis y otros programas.
Muchos de los dignatarios de la iglesia que estuvieron en el Festival de la Juventud nos dijeron que estaban encantados porque los jóvenes los escuchaban, seguían sus catequesis, las Santas Misas…
Al final, le preguntamos a Fr. Marinko: ¿En qué piensan ustedes los sacerdotes cuando ven a decenas de miles de jóvenes desde el altar, que no se mueven ante el sol fuerte, ni por la temperatura alta, ni por la lluvia, que madrugan para estar presentes por la mañana, y se quedan aún durante la noche?.
“Es verdaderamente milagroso observar desde el altar cómo la vida despierta en tantos jóvenes durante la Fiesta de la Juventud, brotes de amor y bondad, brotes de alegría y cómo una misteriosa paz entra en sus corazones. Es un sentimiento indescriptible cuando miras los rostros de los jóvenes y observar cómo se sienten amados y acogidos y cómo ellos también aman a Dios, a Jesús, a María, a la oración, a la Eucaristía, a la confesión, a la Adoración… Es difícil expresar con palabras la tensión positiva que se respira en el aire ¡Esa anticipación, esa escucha que reina en el espacio de oración frente al altar exterior!, y lo más hermoso y maravilloso es ver cómo los jóvenes del Festival de la Juventud aman a la Iglesia, cuánto aman a los sacerdotes y cómo los sacerdotes se sienten amados… y aceptados!
El Festival de la Juventud es un encuentro de personas en la sencillez y la apertura de corazones. Sin alcohol, sin drogas, ¡pero con tanta alegría, gracia, amor, gozo y paz! ¡Y una felicidad indescriptible! ¡Tantos venidos de todo el mundo, y nadie se siente como un extraño! ¡Tantos desconocidos, pero todos queridos para nosotros! ¡Ninguno es el centro de atención, pero todos tienen la sensación de ser aceptados y amados! Catequesis, testimonios, sermones… ¡y nadie se aburre! Los programas duran mucho tiempo, pero no se hace largo; por el contrario, todavía queda entusiasmo para cantar y bailar con alegría”, dijo Fr. Marinko Šakota.
Os invitamos a ser parte de este evento que tendrá lugar en los primeros días de agosto.