Entrevista a Marija por P. Livio

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P. Livio: Queridos amigos, ahora tenemos en directo a Marija de Medjugorje que nos transmitirá el mensaje de la Reina de la Paz del día de hoy 25 de abril 2022.

P. Livio: ¡Buenas tardes Marija!

Marija: ¡Buenas tardes padre Livio! Un saludo cordial a todos los oyentes de Radio María deseando a todos una feliz Pascua de Resurrección y también un feliz domingo de la Divina Misericordia. Hoy día 25, como cada mes, la Virgen nos ha dado el siguiente mensaje:

“Queridos hijos, os miro y veo que estáis perdidos. Por eso os invito a todos: regresad a Dios, regresad a la oración y el Espíritu Santo os colmará de Su amor que da alegría al corazón. La esperanza crecerá en vosotros y en un futuro mejor, y os convertiréis en testigos gozosos de la misericordia de Dios y también alrededor de vosotros. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

P. Livio: Marija, ¿Hoy la Virgen estaba seria como las veces pasadas?

Marija: No, estaba más tranquila, pero el mensaje es igualmente muy comprometedor. Cuando dice: “Os miro y veo que estáis perdidos”, me da a entender que por mucho que hagamos, no es bastante. Estamos perdidos porque no estamos lo suficientemente apegados a todo lo que la Virgen nos pide. Ella nos llama a la santidad, nos mira con ojos del Cielo y nosotros en cambio seguimos apegados a las cosas terrenales. Yo siempre le pido al Señor que nos ayude a colmarnos siempre más de Él, a estar siempre más abiertos a Su voluntad. Sí, el mundo está perdido y muchas veces nosotros nos perdemos con el mundo. Por esto la Virgen repite también hoy: “Regresad a Dios, regresad a la oración”. También esta vez nos habla muy concretamente y nos dice: “El Espíritu Santo os colmará con Su amor que da la alegría al corazón”. Por esto, pienso que muchos cristianos somos demasiado serios y que nos falta la alegría que debería caracterizar al buen cristiano. Muchas veces nos preocupamos de dar testimonio con nuestra rigidez, mientras que la Virgen nos invita a la alegría de la Pascua y a que nuestra mirada esté siempre vuelta hacia el Cielo, hacia Dios que nos da tantas gracias que no sabemos apreciar y poner en práctica para sentirnos colmados de Su amor. Ese amor que no somos capaces de sentir porque creo que no oramos bastante. Creo que el mensaje de hoy es también para mí porque, no estamos perdidos en Dios, cuando deberíamos perdernos en Él, en todo el amor que Dios nos da, también con la presencia cotidiana de la Virgen, ya que todavía tres de los seis videntes seguimos teniendo la aparición cada día. Creo que no sabemos agradecerlo bastante.

P. Livio: Cuando he leído esta expresión que la Virgen ha dicho: “Os miro y veo que estáis perdidos”, me ha parecido que ya lo había dicho en otra ocasión. Y esto me ha hecho pensar que quizá la Virgen esperaba algo más de esta Pascua ya que esta Pascua ha sido un poco especial. Quizá vosotros en Medjugorje no os habéis dado cuenta, pero fuera de allí, en la televisión, en la radio, en los periódicos nos se hablaba de otra cosa que de la guerra en la que además no hubo ni tan siquiera una tregua. La verdad es que ha sido una Pascua de muerte y de odio. El mundo está en un momento en que se prepara para la guerra y la situación se vuelve siempre peor como ya ha dicho el Papa tantas veces. Por esto pienso que quizá el contexto del mensaje sea porque el mundo piensa en matar justo en esta gran solemnidad que nos llama a la oración, a la confesión, a la conversión… En cambio, hemos estado distraídos con este suceso tremendo que nos condiciona a todos.

Marija: Sí, es verdad padre Livio. Lo que tú dices lo hemos sentido también aquí porque en el corazón de muchas personas hay esta maldita guerra. Hoy mismo, me han preguntado si la Virgen había dicho algo de Ucrania. Todos esperábamos que la Virgen nos dijera algo en el mensaje ya que la situación se ha vuelto tan difícil. Ni siquiera Rusia respetó la tregua que pidieron en Ucrania. Pero lo que más me duele de todo esto es que somos cristianos contra cristianos, cosa que no consigo entender. Tenemos la misma fe, el mismo Dios y sin embargo estamos haciendo una tragedia de nosotros mismos. Me hace pensar también en el aborto. ¿Cuantos abortos cristianos se practican? ¡Esta es la tragedia más grande! Por esto pienso que vamos contra nosotros mismos. Por esto creo que estamos perdidos, creo que nuestro corazón no es consciente, no somos lo suficientemente cristianos, no entendemos bien el valor de la oración y por esto la Virgen nos pide que oremos más. Siento una enorme tristeza en el corazón, pero pienso que el Señor nos ayudará, que Él, de alguna manera, nos dará esa alegría de la Pascua. Es verdad, como tú dices padre Livio, que aquí en Medjugorje es como un oasis en la Tierra con la presencia de la Virgen y los peregrinos sienten esa presencia y sus mensajes. Aquí hemos vívido la Cuaresma con la oración, con sacrificios, con el ayuno, con la confesión que es lo que la Virgen nos ha enseñado. Así es como se ha vuelto nuestra vida y todas las familias de Medjugorje se han preparado para la Pascua de este modo. Pero en el resto del mundo no es así, pero espero que todos los grupos de oración que han aprendido esto en Medjugorje, lo transmitan a sus parroquias, como ya he sabido de algunos y creo que es muy bonito. Creo que debemos hacer siempre comunidad, es decir, que si sufre una parte de nuestro cuerpo, sufre todo el cuerpo. Así también debemos renunciar a esta situación del paganismo, a la guerra, a situaciones ajenas a Dios. He pensado en escribir a Putin para decirle: “Basta ya de esta guerra”. No sé si somos conscientes de que Satanás esta jugando con nosotros. Parece que a Putin lo estén guiando los sacerdotes y se esté convirtiendo. ¿Pero dónde están los frutos de esa conversión? El Señor nos pide ser portadores de paz y de alegría. Y esto se lo podemos decir a él, pero también a nosotros mismos.

P. Livio: Dime Marija, vosotros vivisteis la guerra de Bosnia y orabais y ayunabais para que terminase la guerra. Me acuerdo que la Virgen, al principio, os dijo que la duración de la guerra dependería de vuestras oraciones. ¿Crees que si toda la Iglesia se pone a orar y ayunar se puede cumplir el milagro de que la guerra cese?

Marija: Creo que sí, porque he visto el poder de la oración. Muchas veces al principio cuando llegaban personas enfermas, orábamos y ayunábamos y lo sentíamos. Cuando a veces llegan matrimonios que están desesperados por no tener hijos, les digo que oren y ayunen con fe por este fin y seguro que lo obtendrán porque cuando la oración es de corazón a corazón, Dios escucha y abre la puerta. También por esta situación de la guerra, yo creo profundamente que, tal como la Virgen nos dijo, cuanto más oremos, más pronto acabará. Me acuerdo que muchísimas personas oraban y ayunaban, como también lo hacemos ahora, pero, al parecer, no es bastante. El mal es fuerte, es confusión, es guerra…, en estas situaciones, el mal es cada vez peor. Parece estar dentro de una centrifugadora en la que solo hay el instinto de la bestia. La Virgen nos pide mirar con los ojos de Dios.

P. Livio: Sí Marija. La Virgen no se cansa de invitarnos a regresar a Dios, a la oración. Es decir, es paciente, no se cansa nunca, tiene siempre la esperanza de que le hagamos caso. De todas maneras, veo que hay mucha gente que responde.

Marija: Sí, gracias a Dios, sí. Pero debemos ser fuertes porque yo también a veces tengo altibajos y cuando estoy en lo bajo con todas mis cosas, me debo dar un golpe de valor para volver a la oración, al ayuno, al sacrificio, a levantarme más temprano para tener más tiempo para orar. ¡No podemos dar si no tenemos experiencia de Dios! La Virgen nos dice que el Espíritu Santo colmará nuestro corazón. De este modo, sentiremos el amor y la alegría de Dios y podremos ser verdaderos testimonios haciendo a la vez un futuro mejor. Si yo soy mejor, podré transmitir ese “mejor” de mí al mundo; transmitiré la oración, mi alegría, mi amor hacia Dios.

P. Livio: Marija, quizá deberíamos empezar a pensar que no hay conversiones en masa. Sí que ha habido, en pocos decenios, la descristianización en masa, una vuelta al paganismo debido sobre todo a los mas-media que nos llenan de mundanidad, pero volver al cristianismo es algo individual, de uno a uno. Es decir, es un camino que se hace personalmente con mucha fatiga.

Marija: Depende padre Livio, con mucha fatiga, o con mucha alegría, porque cuando se encuentra al Señor, se encuentra también la alegría en esta vida cristiana. No es un desafío, es un acto de amor lo que sentimos, un acto de amor hacia Dios y hacia el prójimo y cuando testimoniamos, lo hacemos por lo que hemos vivido, por sentir a Dios en nuestro corazón. Yo siento una enorme alegría y siempre digo que gritaré mientras viva que el Señor es grande, misericordioso, bueno y piadoso con nuestra humanidad. Sí, debemos combatir diariamente, pero al mismo tiempo vemos que el Señor manda a Su Madre y Ella no se cansa nunca de llamarnos, de amarnos, de guiarnos hacia ese camino que Ella llama “el camino de la santidad, la escuela de la oración”. Debemos ser conscientes de que la vida es corta, estamos solo de paso y nos espera la eternidad. A pesar de que muchas veces en esta vida no estamos bien, no la queremos dejar y tenemos miedo de morir cuando podemos ir al Paraíso. Hace pocos días hemos tenido aquí un terremoto bastante grande y todos, hemos intentado salvarnos y hemos salido fuera de las casas como es justo, pero muy pocas personas han preferido quedarse en su cama diciendo que si debían morir, morirían en su casa. Creo que nos falta fe. Pidamos al Señor que fortalezca nuestra fe en los momentos difíciles, en los momentos de prueba, para que podamos ser como los primeros mártires que testimoniaron con su ejemplo. Ellos oraban y alababan a Dios frente a la muerte con la conciencia muy clara y con fe inconmovible. También a veces nosotros hacemos un sacrificio cuando al testimoniar nuestra fe nos toman por fanáticos. En tiempos del comunismo se decía que la fe era el opio del pueblo. Imaginaos a la Virgen diciéndoles: ¿Este es el opio del pueblo? la presencia de Dios, mi presencia, yo que soy la mujer del futuro llego a vosotros a deciros que aquí la vida es pasajera y os espera la vida eterna y a vosotros quizá el infierno o el purgatorio.

P. Livio: Yo veo que la Virgen nos quiere preparar también para Pentecostés, es decir, la fiesta del Espíritu Santo porque nos dice: “Volved a la oración y el Espíritu Santo os colmará de Su amor”. Ella nos invita siempre a la conversión, aunque sea con fatiga para dejar el pecado ya que a veces son muchas las ataduras del mal en las personas que no se confiesan en tanto tiempo. Pero debemos tener fe en el Espíritu Santo que es el que nos da la fuerza, nos da la luz y realiza los milagros del corazón.

Marija: Sí, la Virgen nos dice que volvamos a la oración y el Espíritu Santo nos colmará de Su amor que nos da alegría en el corazón. Es decir, si oramos, el Espíritu Santo nos usará, nos colmará de Su amor y no solamente nosotros seremos mejores, sino también nuestro futuro. Nosotros obramos el bien y el mal según nuestra decisión y si nosotros elegimos la santidad, si elegimos el bien, nos volveremos testimonios de la misericordia de Dios para los demás.

P. Livio: A mí me ha gustado mucho esta expresión: “Os colmará de Su amor que da alegría al corazón”. Es decir, es el sentirse amado por Dios lo que llena de felicidad.

Marija: Exactamente. Es lo que yo siempre intento testimoniar, ya que para mí no es una obligación sino algo que me hace feliz y siento esa necesidad. El Señor nos ha dado, nos ha colmado, nos está plasmando Su amor y este amor no es un amor cualquiera. El amor de Dios nos llena de gracia y colma el corazón de felicidad y da sentido a la vida viendo así todas las cosas con otra perspectiva, sabiendo que no estamos solos y que iremos al Paraíso. Es maravilloso poder ser el reflejo de Dios y pensar que todos somos hermanos. Así crecerá en nosotros la esperanza en un futuro mejor. Yo, hoy mismo, decía que a mí no me interesa ni el Infierno ni el Purgatorio. Yo tengo la fijación en el Paraíso. Aquí en la Tierra intentaré, siempre que pueda, vivir la santidad. Sí, es verdad que la Virgen nos dice que estamos perdidos, pero aunque de vez en cuando caigamos, nos volvemos a levantar y sabemos que el Espíritu Santo nos iluminará, nos ayudará y nos colmará con Su amor y nos guiará hacia una vida nueva.

P. Livio: Marija, ¿tú crees realmente que esta situación actual puede llegar a provocar una guerra mundial, o piensas que todavía hay la posibilidad de un mundo mejor sin un milagro extraordinario de la gracia?

Marija: Yo creo en el mensaje de la Virgen. Ella se presentó como Reina de la Paz y esto es muy claro. Ella nos dice que Dios le permite estar entre nosotros para guiarnos hacia el camino de la santidad, hacia la conversión, hacia la vida eterna. Obviamente, el diablo quiere la guerra tal como nos ha dicho la Virgen, pero también estamos nosotros. Hay tantas personas que oran, tantas personas que trabajan por la paz. También ahora por la situación de Ucrania, no puedes imaginarte cuantas personas intentan comunicarse conmigo, que me cuentan sus experiencias. Es sorprendente, pero me contaron que dos militares, uno ruso y uno ucraniano se pusieron a rezar juntos por la paz. Cada uno responderá por sí mismo ante Dios porque algunos que luchan están obligados a ello aunque no lo quieran. Yo espero que los que estemos por la paz lleguemos a rebelarnos contra la guerra porque queremos a Dios en nuestras familias. Dios es la libertad, Dios es la felicidad.

P. Livio: De hecho Marija, nosotros poseemos un arma extraordinaria que es la oración del Rosario que vence todas las batallas, pero o no la usamos, o no la usamos lo suficiente.

Marija: Sí, la Virgen dice que con la oración y el ayuno incluso las guerras pueden acabar. Yo he conocido gente que ayuna a pan y agua, no solamente en los cuarenta días de Cuaresma sino incluso más. Desde que empezó esta guerra, hay gente del Este que está ayunando, aunque no sea siempre a pan y agua. Yo cada día, en el momento de la aparición, le pido a la Virgen por la paz y pienso que el Señor nos escuchará. La Virgen está con nosotros y Ella llamará a la puerta del corazón de Dios para pedirle la paz por esa pobre gente. Nosotros debemos ser constantes. Yo le pido cada día esta gracia a la Virgen. Quizá seamos pocos, pero lo hacemos de todo corazón.

P. Livio: Marija, por lo que se difunde en las noticias, ¿tú no crees que hay el peligro de que esta guerra se prolongue provocando una intervención mundial que pueda llegar a la destrucción global?

Marija: Yo rezo y creo que no, porque la Virgen está con nosotros. Ella es la mujer del futuro, Ella es la Madre de Dios y ha venido a guiarnos y a salvarnos. Yo creo profundamente que esto no sucederá. Es verdad que nosotros somos terribles porque ya no creemos, ya no oramos, ya no respetamos las leyes de Dios, pero a pesar de todo, la Virgen está con nosotros.

P. Livio: De hecho, hay una respuesta porque son muchas las personas que no conocemos y que oran, que dan testimonio. Por lo tanto, debemos ser optimistas, tener confianza en Dios y pensar que realmente el mundo mejorará.

Marija: Yo me acuerdo del testimonio de un hombre que era abortista. Tenía una clínica para abortos y él decía que se sentía bien porque en vez de que fueran a abortar clandestinamente, él ayudaba sobre todo a las chicas jóvenes que no eran lo suficientemente maduras para la responsabilidad de ser madres. Así pues, ese hombre pensaba que estaba haciendo un bien. Fíjate cómo Satanás lo engañaba, hasta que llegó el momento en que se dio cuenta de la cantidad de muertes que había provocado, ya que esos niños podían haber sido hombres como él. Se convirtió y fundó el movimiento Pro vida en su ciudad y su testimonio fue muy fuerte porque en un momento dado el Espíritu Santo tocó su corazón y empezó una vida nueva.

P. Livio: Marija, han pasado ya más de cuarenta años desde que empezaron las apariciones. No quiero entrar en argumentos que no se pueden tocar, pero ¿se puede decir que todavía estamos  al principio de las apariciones? Es decir, a veces hablando con vosotros me habíais dicho que el plan de María era tan grande que se podía decir que estaba todavía al inicio de ese plan por el tiempo que faltaba para llegar a su término. ¿Podemos decir lo mismo ahora?

Marija: No puedo decir que estemos en los inicios porque ya han pasado cuarenta años, aunque cuarenta años a los ojos de Dios son como dos días. Puede ser el inicio y puede también ser el final porque quizá mañana la Virgen me dice que no se me aparecerá más. Yo espero que la Virgen estará más tiempo con nosotros para continuar guiándonos y diciéndonos que nos ama.

P. Livio: Perdona Marija, pero ¿tú personalmente cómo reaccionarías si la Virgen te dijera que se acabaron las apariciones diarias y que ya solo la verás una vez al año como pasa con Jakov, Ivanka y Mirjana?

Marija: No lo sé padre Livio. Yo solo quiero aceptar la voluntad de Dios, por lo tanto, que sea lo que Él quiera. Yo agradezco inmensamente a Dios este gran don, pero estamos preparados porque del mismo modo que lo hemos recibido, sabemos que no será para siempre. Desde que la Virgen se apareció a nosotros cuando éramos niños nuestra vida cotidiana ha estado siempre relacionada con las apariciones independientemente de la duración de las mismas, pero cada día ha estado entrelazado con esta maravillosa experiencia que Dios ha querido darnos.

P. Livio: Es pues un don para vivirlo con gratitud, pero al cual habéis dedicado vuestra vida.

Marija: Le hemos dedicado nuestra vida porque hemos recibido esta vida nueva. Sí, a veces cuando hablo con mis hermanas me dicen que ellas no podrían soportar una vida así porque piensan que es una vida llena de sacrificios, con gente que te para, que quiere hablarte en el momento menos oportuno, que quiere hacerse una foto contigo o una oración. Es verdad que nuestra vida no ha sido fácil, pero por otro lado debo decir que no he tenido nunca miedo de la gente ni de testimoniar porque siento más el bien que las molestias que ello pueda ocasionar. Es verdad que hemos tenido experiencias negativas cuando nos llevaron a los médicos pensando que estábamos enfermos. Tantas personas que no nos creen y piensan que somos unos fanáticos y que hemos hecho esto para enriquecernos y siempre nos miran con lupa. Pero, en realidad no saben quienes somos. A mí me dicen que tantas personas se tienen por amigos míos y cuando me acerco veo que yo no les conozco, pero no importa porque son todos hermanos míos, somos amigos en Dios. Esto es muy bonito y sabemos que esto es un don para los demás. Somos conscientes de que este don no es solo para nosotros, sino que a través de nosotros, es para el mundo entero.

P. Livio: De hecho, ahora sois maduros, pero en unos años empezareis a ser viejecitos.

Marija: Ya lo somos padre Livio, porque algún dolor aquí o allí ya se nota (se ríe), pero nuestro corazón sigue siendo joven.

P. Livio: ¡Claro, esto es lo que cuenta! Entonces Marija, podemos decir que eres muy feliz con tu misión, a pesar de que la Virgen da, pero también pide, como es justo que sea.

Marija: Sí, pero yo siempre digo que pasados los cincuenta nos volvemos siempre más jóvenes para el Paraíso. Ahora ya no contamos los años que tenemos, sino los que nos faltan para llegar al Paraíso y cuando lo miras desde esta perspectiva, te aseguro que se vive mucho mejor.

P. Livio: Sí claro, tú puedes decir esto porque cuando ves a la Virgen ves el Paraíso, pero nosotros no.

Marija: Pero debes creerlo. Por eso debemos pedir al Señor que aumente nuestra fe. Cuando llegamos a ser conscientes de esto, a pesar de vivir estos momentos difíciles con la guerra a mí me viene espontáneamente la oración de San Francisco: “Hazme instrumento de paz”, instrumento de Jesús Resucitado, porque de veras Jesús resucitó. Jesús nos ha llevado de la muerte a la vida y esto es para cada uno de nosotros y este pensamiento me llena de felicidad. El tiempo de Pascua es un tiempo tan maravilloso del que seguramente no somos plenamente conscientes debido a todas las cosas mundanas que le añadimos a esa fiesta. La Virgen nos pide estar siempre más cerca de las cosas celestiales para ser más conscientes del Paraíso, para sentirlo más cerca. Una vez Ella nos dijo que quería que viviéramos el Paraíso ya aquí en la Tierra.

P. Livio: Sí, también en el último mensaje nos dijo que podíamos vivir bien aquí en la Tierra. Efectivamente, si uno vive la vida de Dios, ya es feliz aquí en la Tierra.

Marija: Nosotros vemos personas que no rezan y tienen muchos problemas psicológicos, no se sienten seguros de sí mismos, no ven un futuro para ellos. En cambio, la Virgen dice: “Volved a la oración”, así seremos conscientes de ser amados por Dios y tendremos su fuerza y su positividad renovando así nuestra vida.

P. Livio: Sí Marija, la Virgen nos repite que volvamos a Dios, que volvamos a la oración. Esto lo podemos hacer y si lo hacemos, en realidad cambia nuestra vida.

Marija: Así es padre Livio. Ayudémonos en la oración los unos a los otros, sobre todo a los que están enfermos les digo que confíen en la misericordia del Señor porque Él les ayudará. Oremos también por la paz junto a todos los ucranianos que se han unido a Radio María.  

P. Livio: Muchas gracias Marija por tu testimonio, que como siempre ha sido muy bonito y unámonos pues en la oración.

TRADUCCIÓN: Equipo de voluntarios de Amor de Déu

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