P. Livio: Queridos amigos, tenemos aquí en directo a Marija de Medjugorje que nos dará el mensaje de la Reina de la Paz del día de hoy 25 de agosto de 2018.
P. Livio: Buenas tardes Marija
Marija: Buenas tardes padre Livio. Un saludo a todos los oyentes de Radio María. Con gran alegría, también hoy, como cada 25 de mes, la Virgen nos ha dado el siguiente mensaje:
“Queridos hijos, este es un tiempo de gracia. Hijos míos, orad más y hablad menos, y dejad que Dios os guíe por el camino de la conversión. Yo estoy con vosotros y os amo con mi amor maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”
P. Livio: Marija, en este mensaje la Virgen parece como si, maternalmente, nos quisiera reprochar el hecho de que recemos poco.
Marija: Bueno, la Virgen sabe lo que se hace, y pienso que cuando nos dice que oremos más, es porque quiere que estemos más con Dios que con las personas, es decir, más unidos a Dios. Me parece muy claro, ya que es nuestra alegría y nuestro futuro. La Virgen nos ha dicho que sin Dios no tenemos futuro, y aquí nos insiste en estar con Él para obtener la plenitud. Cuando dice: “Orad”, es algo muy profundo, porque cuando se ora, se cambia de vida comenzando así un camino de conversión. Nosotros lo hemos experimentado, por ejemplo, ahora en verano en el festival de la juventud nos hemos encontrado con jóvenes que nos han hablado del cambio radical que han hecho con la Virgen y cómo han empezado un camino nuevo. Hoy precisamente he hablado con un señor que me ha dicho: “Sabes Marija, me gusta rezar. Yo antes era un hombre pagano, alejado de Dios. Ahora en cambio, al llegar aquí a Medjugorje, entre el avión y una cosa y otra, nos dimos cuenta (estaba con su esposa) de que no habíamos rezado nuestro rosario siendo ya medianoche y a pesar de la hora, nos pusimos a rezar el rosario porque lo echábamos en falta.” Es muy bonito oír a esas personas que gozan de esta armonía entre marido y mujer sintiendo ambos la misma necesidad. Aquí, cada día vemos a más gente que empieza un nuevo camino y doy gracias a Dios por ello.
P. Livio: Marija, digamos que para un cristiano “normal” para los padres que van a trabajar, para las madres de familia, ¿qué les sugerirías tú para que en su día a día estuviera presente la oración?
Marija: Lo que la Virgen nos ha dicho desde el principio: “que cada momento se vuelva oración”. En los primeros meses, cuando la Virgen empezó a guiar a la parroquia de Medjugorje, dando mensajes cada jueves, dijo: “Poned la Sagrada Escritura en un lugar visible de vuestras casas y leedla cada día.” Así fue como nació el pequeño altar en un ángulo de las casas, donde poder unir a la familia para orar. Yo creo que este es el secreto. Al mismo tiempo, vemos que todos somos demasiado activos, incluso muchos sacerdotes. Hoy he hablado con un sacerdote que me ha dicho: “Marija, yo antes era un sacerdote que no rezaba, vine a Medjugorje y empecé a rezar. Ahora, tengo tiempo, no solo para todas mis actividades parroquiales y espirituales, sino también para mí mismo. Vengo a Medjugorje, aunque sea de escapada para poder tener un tiempo, contando en el viaje de ida y vuelta, como un retiro, como un tiempo para mí con Dios y la Virgen que antes no tenía. Al principio pensaba que todas las actividades eran para mayor gloria de Dios, en cambio ahora siento que debo estar más con Dios para poder testimoniar más con mi actitud que con mis palabras.”
P. Livio: Sí Marija, pero visto que nuestra vida diaria está llena de trabajos, debemos encontrar durante el día, por la mañana o por la noche, esos momentos para poder rezar para nosotros y para la familia.
Marija: Sí. La verdad es que para nosotros aquí en Medjugorje nos es más fácil porque por la mañana puedes ir a la colina. Hoy, por ejemplo, siendo día 25 la iglesia permanece abierta toda la noche, y además coincidiendo en sábado, hay adoración desde las 22.00 a las 23.00 horas, es decir, que, gracias a Dios, aquí siempre tenemos la ocasión. Aquí no se mira si pueden robar, no se preocupan de lo que puedan hacer, aquí la iglesia queda abierta y la gente entra para rezar. Este es un acto de fe por parte de los mismos sacerdotes de la parroquia y creo que esto es una gracia. Yo creo que donde hay personas con el corazón abierto y de buena voluntad, se puede hacer. Veo que muchas personas, después de haber estado en Medjugorje, cambian de vida y estando de nuevo en sus casas, se vuelven columnas importantes para sus parroquias y esto lo considero una gracia de la Virgen.
P. Livio: De todas maneras, Marija, desde el principio la Virgen nos pedía no solo la oración personal, sino también en familia.
Marija: Sí, la Virgen nos pedía la oración, primero en familia y después en la parroquia. Después la Virgen nos fue pidiendo más a nuestro grupo de jóvenes, también en nuestras decisiones como las renuncias, ayunos etc. Cosas que, cuando hay amor, son más fáciles. Cuando no hay amor, todo parece muy difícil.
P. Livio: Cierto. Oye Marija, cuando la Virgen nos dice que debemos rezar con el corazón, ¿Qué quiere decir exactamente?
Marija: Quiere decir tener una sensibilidad en el corazón más abierta a Dios. Vicka dice: “Es importante decir un Avemaría, pero con el corazón”. Pero cuando algunos peregrinos me dicen lo que dice Vicka, yo les respondo: “Sí, pero mejor decir mil Avemarías con el corazón.” Porque la primera Avemaría no se dice con el corazón, a veces uno está un poco distraído, o se dice automáticamente, en cambio rezando, se aprende a rezar. Muchas personas han tenido esta experiencia. Hay personas que me han dicho que antes sentían vergüenza de rezar y ahora sienten la necesidad de testimoniar su rezo del rosario. Muchas veces digo a los peregrinos que es “Medjugorje by night”, ya que muchas veces veo personas que no saben nada y los llevo a imaginar cómo podían ser esos primeros tiempos aquí con el comunismo y también el riesgo en el que poníamos nuestras vidas cuando íbamos a rezar. Hoy en día, gracias a Dios, nadie nos prohíbe rezar, pero yo a veces pienso que podemos renunciar a un poco de nuestro tiempo de sueño, sobre todo por la mañana, para rezar. Repito que aquí en Medjugorje es mucho más fácil, pero también en vuestras casas lo podéis hacer. Ponéis el despertador, preparáis la Sagrada Escritura, preparáis el rosario, preparáis la vela, hacéis un momento de meditación, un momento de oración, preparáis el ambiente en una esquina de vuestra casa, os arrodilláis y empezáis la oración. En los primeros años, en nuestra habitación, había una esquina donde tenía puesta la Virgen con una flor, con mi rosario favorito, tenía una piedra de la colina de las apariciones, una piedra de la colina de la Cruz, y este era mi espacio. Me acuerdo de una pareja joven, bueno ahora ya no lo son, que vinieron a Medjugorje y sintieron la necesidad de volver a su casa llevándose una piedra de la colina y la encastaron en un reclinatorio que pusieron en la habitación con una cruz y allí se arrodillaban los dos y oraban, decían que no podían estar físicamente en Medjugorje, pero sí lo estaban espiritualmente. Estaban arrodillados sobre una piedra donde se había aparecido la Virgen y rezaban con el corazón. Es decir, cada uno de nosotros puede crearse un ambiente, una atmósfera, como un enamorado que pone unas velas para hacer una velada especial. Nosotros también podemos hacer una velada especial, puede ser con un pequeño grupo de oración, puede ser entre marido y mujer, puede ser con la familia, puede ser también una persona sola anciana que no tiene a nadie y puede invitar a su ángel de la guarda, puede invitar a los santos, puede invitar a la Sagrada Familia y rezar con ellos. Un cristiano no está nunca solo porque tiene a Dios y con alegría en el corazón podemos rezar diciendo: “Yo no estoy solo”. Esta es la unidad de los cristianos. Hemos recibido este don tan grande cuando Jesús dijo: “Donde haya dos o tres personas orando en mi nombre, allí estaré yo.” Y nosotros invitamos a san José, invitamos a la Virgen, a los santos que nos vengan a hacer compañía y recen con nosotros. ¿Te parece?
P. Livio: ¡Claro que sí! También la oración con el corazón quiere decir que nuestro corazón es el lugar de la Divina Presencia, por lo tanto, que Jesús y María están en nuestro corazón.
Marija: Una vez por Navidad la Virgen dijo: “Preparad en vuestro corazón una cuna para que Jesús pueda nacer en él.” Y esto se puede hacer porque “querer es poder”. En Polonia han empezado esta corona en todo el país, queriendo que la tierra polaca sea bendecida, todos rezando el rosario. Nosotros podemos también ser de esos pocos que se van extendiendo con nuestra oración, con nuestra dedicación, con nuestro amor, con nuestro testimonio. Esto es lo que hicieron las primeras personas que vinieron a Medjugorje que llegando después a sus casas daban testimonio de ello. Decían que la Virgen se aparecía, que habían sentido Su presencia, y hablaban de lo que allí habían experimentado. Si nosotros también lo hacemos, a los paganos les entrará curiosidad, se interesarán y sentirán la necesidad de venir tal y como ya ha sucedido a tantos. Después, ellos mismos tendrán esa experiencia del encuentro con Dios y con la Virgen.
P. Livio: Pero, parece que caminar por la vía de la conversión requiere la fuerza de Dios, la luz de Dios. Es decir, requiere verdaderamente la oración cotidiana.
Marija: Yo creo profundamente que, como dice la Virgen en este mensaje, debemos rezar más y hablar menos, pero sabiendo, como dice al final, que Ella está con nosotros y nos ama con amor materno. Es decir, la Virgen está con nosotros, Nuestra Madre está con nosotros. Ella es nuestra Reina, como bien hemos celebrado hace poco. Si nosotros tenemos a la Reina delante, debemos solo seguirla. Lo demás no importa, porque como bien ha dicho Ella, quien reza no tiene miedo del futuro. Nosotros somos el pueblo que reza, el pueblo que cree, el pueblo que avanza con la cabeza alta en la fe de Dios. Por lo tanto, lo demás no nos interesa. Tampoco el diablo nos interesa. La Virgen ha dicho muchas veces y también el padre Amor decía: “Nosotros somos de Dios y no queremos saber nada del diablo.” Nosotros rezamos y creemos en Dios y Él nos ayuda porque está de nuestra parte y por esto no debemos tener miedo del futuro, como dice la Virgen.
P. Livio: Marija, este año hemos celebrado el 37º aniversario y este tiempo de gracia que se nos concede es extraordinario. No podemos pensar que esto durará infinitamente porque este es el tiempo de la conversión, de la oración y debemos ver este tiempo como un tesoro que la Virgen nos da.
Marija: Sí, la Virgen nos está haciendo ver cada vez más que este tiempo es un tiempo de gracia, como bien nos dice en el mensaje de esta tarde: “Este tiempo, es tiempo de gracia.” Nosotros debemos dejarnos ayudar por Ella que nos lleve a Jesús. Dios nos quiere convertir porque nuestro corazón no está tranquilo, no está en paz sin Él. Siempre estamos en Su busca ya que nunca llegaremos a saciarnos de Dios. Muchas veces tenemos materialmente de todo y sin embargo no sentimos alegría en el corazón. Por eso la Virgen nos repite constantemente la necesidad que tenemos de la conversión, de hacer ese camino hacia la conversión. Obviamente, no sucede de un día para otro. Muchas veces, personas que vienen a Medjugorje dicen que se han convertido, pero en realidad solo han empezado el camino hacia la conversión ya que la conversión dura toda la vida. Así, poco a poco nos vamos enamorando, vamos sintiendo más necesidad de la oración, aprendemos a rezar con más amor y deseamos más estar con Dios. Poco a poco vamos descubriendo a Dios y Él se nos muestra cuando en nuestro corazón hay alegría, paz y serenidad.
P. Livio: Marija, como ha sido este verano en Medjugorje? Creo que ha sido muy concurrido, con una presencia muy numerosa de peregrinos y sacerdotes, ¿cierto?
Marija: Sí, gracias a Dios, también en estos días en Medjugorje hay mucho ambiente a pesar del calor. El otoño ya es diferente porque pasamos del calor a las lluvias, ¡a veces parece Irlanda! Pero también viene bastante gente, sobre todo familias. En estos días ha habido muchos peregrinos italianos lo que nos alegra mucho ya que por un tiempo parecía que habían disminuido mucho, en cambio ahora ha habido un gran aumento. Vienen tantos de Polonia, de Chequia… digamos de los países del Este. También muchísimos de lengua española y también franceses. En el festival de la Juventud, gracias a Dios, ha habido muchos peregrinos, pero no ha aumentado en número. Ahora cuando se acaba el verano, vienen los irlandeses, ingleses y escoceses, algunos de ellos ya han llegado, pero la mayoría vienen en septiembre. Lo que ha producido una alegría inmensa en el festival de la Juventud han sido los nuevos cantos que propusieron que daban una alegría y una frescura inmensa a todo Medjugorje. También la presencia de Monseñor Hoser el cual ya está instalado y al que vemos a menudo, y oímos en la Santa Misa. Ahora es ya nuestro obispo y es un gozo estar junto a la Iglesia, con el Papa que nos ha hecho un regalo con este hombre que, no es solamente polaco, que cuando habla se parece tanto al Papa Juan Pablo II, sino que es también un hombre disponible, un hombre de Dios y esto es una gracia. También estuvo el Nuncio, que me han dicho que estaba en el séptimo Cielo cuando veía a tantos jóvenes que iban a agradecerle su presencia. Esto es un don y lo vivimos como un Pentecostés. Monseñor Hoser ha dicho que Medjugorje ha pasado página y en esta nueva página presente, se ve que la Iglesia está con nosotros. Nos sentimos conmovidos y, con gran alegría, damos muchas gracias a Dios por todos los dones que nos está dando. Ninguno de nosotros podíamos imaginar que Medjugorje viviría un momento de tanto gozo y gratitud hacia Dios por el don de tener al arzobispo entre nosotros.
P. Livio: Cierto es que las cosas de la Virgen tienen siempre un final feliz.
Marija: Sí, cierto. Pero nosotros, los videntes, tampoco queremos ser asfixiantes, preferimos mantenernos un poco al margen, respetando el momento. El 22 de julio Medjugorje empezó a cambiar con la presencia del Nuncio apostólico que mandó Monseñor Hoser que vino oficialmente de la Santa Sede. Así empezó este nuevo tiempo, diríamos… ya no escondido, sino abierto. Ahora estamos con la Iglesia, somos esa Iglesia y esta es la gracia que Dios nos ha dado. Ahora, la gente ya no puede decir que no vendrá aquí hasta que la Iglesia se pronuncie, porque ahora la Iglesia está aquí. Quien tenga ganas de venir, será bienvenido. ¿Qué se hace en Medjugorje? Se reza, se convierte, se vive el Evangelio. La Virgen nos acompaña y nos lleva a Dios. Esta es la cosa más bella.
P. Livio: Sí, aunque aquí en Medjugorje la Iglesia ha estado siempre. Estuvo también una comisión en el pasado que seguía Medjugorje. Lo que sí es cierto, es que se ha dado un paso adelante visible al tener la protección directa del Papa. También antes estabais en la Iglesia, pero no teníais esa protección tan visible y tan directa como ahora. ¡Esta es la gracia!
Marija: Hace algunos días estuvo aquí un obispo, que al principio era un poco escéptico, y ahora, en el sermón de la misa, dijo que hablando con uno de los videntes, al decirle que él era escéptico, el vidente le había respondido que no se preocupara porque iban a rezar por él y Dios se encargaría de hacer el resto. En su sermón dijo que quería testimoniar, dijo que él había sido un activista para Dios y en cambio ahora es un hombre de oración, un hombre que depende de la oración, un hombre creativo, sobre todo un hombre que ha aprendido el valor de la oración. Dijo que la oración en lugar de quitarle tiempo, se lo multiplicaba. Fue un testimonio muy bonito y me dio una alegría inmensa ver cómo personas importantes en la Iglesia, como es un obispo, hacen un cambio tan importante. Muchas veces llegan aquí sacerdotes solo por curiosidad y regresan a sus casas con el deseo de orar. Nosotros decimos siempre: “Un sacerdote o es un santo o es un fracasado“. Y por supuesto, los queremos a todos santos y rezamos por ello.
P. Livio: Debemos decir que para los sacerdotes es ahora un momento muy difícil por el escándalo de la pedofilia, por eso es muy importante acoger la petición que la Virgen hace a Mirjana cuando dice: “Orad por vuestros sacerdotes”.
Marija: Exactamente. Durante el festival de la Juventud sentí una alegría enorme al ver en el altar tantos sacerdotes jóvenes. A veces decimos que ya no hay vocaciones y nos dejamos llevar por el pánico, pero cuando, en el festival, vi tantos, me entró una emoción tan grande que mi corazón iba a cien, como se suele decir. Ver esos sacerdotes tan jóvenes, tan alegres, realizados, que oraban, que bendecían, que cantaban… y muchos decían que su vocación había nacido allí y que volvían para tomar fuerzas y poder hacer más aún. Ellos regresan a sus parroquias, a sus misiones con una frescura nueva que reciben de la Virgen.
P. Livio: Yo creo que de aquí en Medjugorje han nacido miles y miles de sacerdotes.
Marija: Es verdad. Yo creo que aquí tiene un papel muy importante la familia porque en una familia que se reza, en una familia que no tiene miedo de la vida, hay más probabilidades de que salga un sacerdote. Sin embargo, en una familia que no se reza, en la que no se ama la vida, no hay tampoco vocaciones.
P. Livio: Marija, te agradezco muchísimo tus bellas palabras y te encomiendo toda la familia de Radio María, especialmente los enfermos, las personas solas, los de la cárcel… en fin, tantas necesidades para presentar a la Virgen.
Marija: De todo corazón. Siempre rezo delante de la Virgen, sobre todo por la familia de Radio María que se ha convertido en una familia tan grande gracias a la Ella. Yo sé que la Virgen nos cubre con Su manto y nos protege, nos ama, escucha nuestras oraciones, especialmente las de los más necesitados. Unámonos pues en la oración con Jesús, María y José y también con todos los santos.