P. Livio: Queridos oyentes, tenemos en directo a Marija de Medjugorje que nos dará el mensaje de la Reina de la Paz del día de hoy 25 de octubre 2019.
Livio: ¡Buenas tardes Marija!
Marija: ¡Buenas tardes padre Livio. Un saludo afectuoso a todos los oyentes de Radio María. Hoy 25 del mes de octubre, un mes mariano, durante el cual hemos rezado intensamente, sobre todo el Rosario, la Virgen nos ha dado este hermoso mensaje:
“Queridos hijos, hoy os invito a la oración. ¡Que la oración sea un bálsamo para vuestra alma! porque el fruto de la oración es la alegría, es dar, es testimoniar a Dios a los demás a través de vuestras vidas. Hijos míos, al entregaros totalmente a Dios, Él se ocupará de todo y os bendecirá, y vuestros sacrificios tendrán sentido. Estoy con vosotros y os bendigo a todos con mi bendición maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”
P. Livio: Marija, en estos últimos meses, la Virgen nos ha invitado mucho a la oración, por lo que diríamos que la oración es el mensaje más importante de Medjugorje, aunque lo esencial sea la conversión. Pero vemos que en cada mensaje hay una invitación a la oración.
Marija: Es increíble, sí, creo que el centro de los mensajes de la Virgen es la oración. Hoy, cuando la Virgen ha dado el mensaje y ha usado la palabra “bálsamo para vuestra alma” quiere decir que es como la respiración para nosotros y que sin esa respiración con Dios, no tendremos tampoco esa respiración con el prójimo. Por tanto, no tendremos esa alegría que nos da la oración para poder dar y testimoniar, como quiere la Virgen. Por esto, Ella nos invita siempre a ser ese don para los demás, ese bálsamo, esa alegría para los demás. Agradezcamos a la Gospa que nos está ayudando a entender que la oración no es solo repetir avemarías, es el encuentro íntimo con Dios y es también el dar y testimoniar con alegría. Este es el fruto de la oración.
P. Livio: Efectivamente, la Virgen ha dicho que la oración es la respiración del alma y ha comparado la oración con una flor que sin agua muere. Es decir, que con la oración aumenta la fe, pero sin la oración, nos arriesgamos a perderla.
Marija: Exactamente. Como el agua para una flor, así es la oración para las personas. La oración es el bálsamo espiritual, sobre todo cuando alguien se encuentra herido o alejado de Dios. Recuerdo que, ya desde el principio, la Virgen nos decía que debíamos estar siempre más unidos a Dios con la oración. No por el hecho de verla a Ella, sino porque debíamos hacer experiencia de Dios para poder dar testimonio. También hoy, la Virgen nos dice que el fruto de la oración es la alegría, es ese reflejo de Dios para testimoniar al mundo de hoy que es tan pagano.
P. Livio: La Virgen, desde el principio, os ha guiado por un camino de oración, pero, en el fondo, orar es un ejercicio bastante fácil, como el Santo Cura de Ars que delante del Santísimo decía: “Yo le miro, y Él me mira.” La oración es el encuentro con Jesús y con María.
Marija: Así es. La Virgen nos permitió enamorarnos de Ella y después, con la oración, nos llevó a Jesús. Ese encuentro es muy importante para todos nosotros. Sin ese encuentro, sin ese tú a tú, estamos secos; es como un árbol sin vida. Por este motivo, la Virgen nos invita siempre a la oración ya que, la linfa de nuestra vida, es la oración. Sobre todo, para nosotros cristianos con todas las borrascas, con todas las tentaciones que el mundo de hoy nos da, la Virgen nos dice que la oración es nuestra mejor ayuda. Así es como han hecho los santos.
P.Livio: Desde el principio, la Virgen aconsejó a vuestro grupo la oración personal, también aquella espontánea con Jesús y la del Santo Rosario, pero especialmente la Santa Misa. Hay que tener en cuenta este último aspecto porque muchos cristianos no van nunca a la iglesia y faltan a la oración más importante que es la Eucaristía.
Marija: Sí padre Livio. Por esto, nosotros repetimos tan a menudo que la unión con Dios viene a través de la oración. No nos podemos encallar en la oración, debemos ir siempre a más. Tenemos dos opciones, o bien vamos hacia adelante, o vamos hacia atrás. Y la Virgen nos insiste en ir siempre hacia adelante. La Virgen no nos dijo solamente que debíamos rezar más, sino que nuestra vida debía volverse oración. ¿Pero qué es esta vida de oración? Puede ser la oración espontánea, el rezo del Rosario, la Adoración, la meditación. Es decir, que cada día nuestro programa es más intenso. Así nuestra alma se vuelve, día a día, más simple y más real con ese contacto con Dios. Ya no hay esa separación de que Dios está en el Cielo y yo en la Tierra, sino que Dios está entre nosotros. Nosotros podemos hacer la experiencia de que Dios está entre nosotros a través de tantas pequeñas cosas y esto lo conseguimos poniendo a Dios en el primer lugar de nuestra vida, tal y como nos dice la Virgen.
P. Livio: Marija, lo más específico de Medjugorje es que la Virgen además de guiaros a vosotros, organizó a toda la parroquia y alrededores para asistir a la misa diaria precedida por dos partes del Rosario y seguida de la tercera parte del Rosario. En cambio, en nuestras parroquias, durante la semana, vemos que casi nadie asiste a la Santa Misa y en los festivos hay muy poca gente. Aquí vemos que se debe hacer un verdadero examen de conciencia, sobre todo nosotros los sacerdotes, ya que debemos entender que la Eucaristía es la fuente de la vida espiritual.
Marija: Ciertamente. Eso es lo que la Virgen siempre ha deseado. Desde la colina de las apariciones, nos llevó a la iglesia. Allí empezó a pedir al párroco, que en aquel momento era el padre Jozo, que celebrara la Santa Misa. Dijo que para prepararnos para la Santa Misa debíamos estar en la iglesia, al menos cuarenta minutos antes para rezar dos partes del Rosario, meditar las lecturas y también para tener tiempo de estar con Jesús en ese “tú a tú” ya que Él está presente en el tabernáculo. Pero para el mundo de hoy esto no parece importante, por eso la Virgen nos insiste tanto en abrazar la vida de santidad, abrazar el gozo y la alegría que Dios nos da. A menudo nuestro testimonio es árido e incompleto porque hablamos de ello, pero no lo vivimos. La Virgen nos pide orar hasta que esa oración se vuelva gozo en nosotros y así nos será muy fácil dar testimonio. Será como una fuente que empuja el agua que debe ir hacia algún lugar y si va hacia el desierto, algún día florecerá.
P. Livio: El mensaje de hoy se divide en dos partes. En la primera parte la Virgen nos dice que la oración es un bálsamo para nuestra alma. Es verdad que muchos vivimos con la angustia de esta vida y que cuando nos ponemos a rezar, el Amor de Dios nos apacigua el corazón. En la segunda parte, la Virgen dice que nos entreguemos totalmente a Dios, que Él se ocupará de todo. Así, con ese abandono, nos desharemos de los miedos, de tantas incertidumbres para el futuro. Es decir, que una vez abandonados a Dios, a hacer Su Voluntad, Él se ocupará de nuestra salud, de nuestro trabajo, de nuestros problemas materiales… de todo.
Marija: Y sobre todo, nos bendecirá y nuestros sacrificios tendrán sentido. Esto es lo que ha dicho la Virgen. Me acuerdo que en los primeros años, cuando venían tantos peregrinos a nuestra casa, mi madre decía que nuestra casa ya no era nuestra casa sino más bien una estación de tren con mucha gente que entraba, salía, comía, bebía y a menudo nos encontrábamos en dificultades, pero cuando pensábamos en la Virgen, en la vida eterna, veíamos en ese sacrificio la forma de ganarnos el Paraíso. También hoy, a veces incluso cuando queremos testimoniar, encontramos dificultad porque la persona no nos quiere escuchar, o bien nos escucha pero sin ningún interés. Estos sacrificios también tienen sentido porque lo hacemos con todo nuestro amor y el orgullo de ser cristianos y las ganas de que el Señor los convierta con nuestra ayuda. Me acuerdo que cuando llegaba un joven drogado, como también ahora, sabes que su futuro es la muerte, muerte física, pero también espiritual ya que en él reina el diablo. Así pues, cuando llegaban estos chicos yo siempre pensaba que había esperanza porque otros habían pasado por eso y se habían liberado y vivían contentos, libres como pájaros de esa dependencia. Al principio es mucho sacrificio, pero después se convierte en alegría, en la alegría de saberse en las manos de Dios, que nos ama tanto. Esto es lo que el mundo debe saber.
P. Livio: Marija, quisiera preguntarte, visto que la semana que viene se conmemora la fiesta de los Difuntos, vosotros el primero o segundo año tuvisteis la visión, que también tuvieron los niños de Fátima, bueno, ellos tuvieron la visión del infierno y vosotros tuvisteis la del infierno, la del purgatorio y la del Paraíso, incluso Vicka y Jakov fueron llevados físicamente allí, pero tú tuviste esa visión. ¿Puedes hablarnos de ello? Pues hoy en día, muchos, incluso dentro de la Iglesia, no hablan de ello, o bien dicen que todos se salvan, que el infierno no existe y que el diablo es solo un símbolo. ¿Qué es lo que la Virgen quiso que vierais?
Marija: Sí, la Virgen llevó a Vicka y Jakov, y en otra ocasión también a Ivan, físicamente al más allá. A Vicka y a Jakov se los llevó y estuvieron fuera más de cuarenta y cinco minutos. Cuando la Virgen les dijo que se los iba a llevar, Jakov pensó que iba a morir y le dijo a la Virgen que se llevara solo a Vicka porque ellos eran ocho hermanos mientras que él era hijo único. La Virgen sonriendo se los llevó y cuando los trajo de vuelta les dijo: “Testimoniad”. Vieron el Paraíso, el purgatorio y el infierno. Vicka estaba muy sorprendida. Nosotros nos burlábamos de ella porque era la mayor. Decía que en el Paraíso nadie se fijaba en ellos, es decir que en el Paraíso todos somos iguales delante de Dios, que nadie es más pequeño o grande, más delgado o gordo … Dios nos mira a todos con ojos llenos de Amor. En cambio, nosotros hemos visto estos lugares como mirando a través de una ventana.
P. Livio: Si no recuerdo mal, ¿fue después de una de las apariciones que tuvisteis esa visión los seis?
Marija: Sí, fue como mirar a través de una ventana. La Virgen nos mostró el Paraíso como un gran espacio con tantas personas vestidas con colores suaves extremadamente bonitos y sentimos una gran emoción y alegría en nuestros corazones. La Virgen nos dijo que eran personas que habían vivido la voluntad de Dios y que estaban allí agradeciendo a Dios por todo lo que les había hecho. Es decir, que si hacemos la voluntad de Dios, cuando moriremos, nuestra alma no morirá y nos veremos con otro cuerpo, un cuerpo glorioso lleno del Amor de Dios. Siempre que nos acordamos de aquella experiencia, sentimos una gran emoción. Muchos se preguntan si nos aburriremos allí sin hacer nada, yo en cambio ya me siento feliz solo con la idea de estar allí, de poder conocer siempre más a Dios. Mi pequeña espiritualidad, se volverá siempre más grande porque ya no estaré atada a las cosas materiales como comer, beber o tener, sino que tendré todas las cosas de Dios. Esto es lo que me atrae desde lo más profundo de mi corazón. El purgatorio en cambio, lo hemos visto como una gran niebla, con gritos de personas que nos llamaban. Nosotros creímos que era porque necesitaban nuestra ayuda con oraciones. La Virgen nos dijo que eran personas que habían sido indecisas, que a veces creían en Dios y otras no, no recibían los sacramentos, no rezaban, por eso fueron al purgatorio. Su sufrimiento no es físico, sino espiritual porque ya saben que Dios existe y sienten el deseo de estar cerca de Él. Es como estar cerca del fuego y cuando te alejas sientes frio. Dios es el calor, la templanza, la felicidad y lejos de Él sienten un gran vacío. Por este motivo, la Virgen nos pide rezar, hacer sacrificios y ofrecer misas, no solo pagarlas sino asistir a ellas con devoción por las almas del purgatorio para que así puedan alcanzar el Cielo. Cuando nosotros rezamos por las almas del purgatorio, ellas interceden por nosotros ante Dios. Después hemos visto el infierno como un enorme fuego. Hemos visto a una joven muy guapa que agarrada por el fuego, se transformó en algo parecido a una bestia. La Virgen nos dijo que teníamos que rezar por ellos cuando están en vida, rezar por todos los pecadores, por los que están alejados de Dios. De hecho, la Virgen pidió que, a través de Mirjana, cada día 2 del mes, se hagan oraciones especiales para la conversión de los que no creen, no aman, no adoran a Dios e incluso para los que lo odian. Con nuestra oración, con nuestro amor podemos ayudar a estas personas que no han encontrado el Amor de Dios. Nosotros queremos ser esos que aman, que adoran, que oran… Esto es lo que la Virgen quiere de nosotros. Esas personas, en su libertad han elegido el mal y el mal los ha llevado al infierno. Por esto la Virgen dice que debemos rezar por ellos mientras están en vida porque una vez muertos, ya no hay esperanza. Hoy en día vemos que en muchos hospitales a las personas ancianas se las intenta hacer morir lo antes posible en vez de acercarlas a los Sacramentos. Mientras que quien ha tenido experiencia de la oración, por ejemplo, los que han hecho los primeros viernes de mes, cuando llega el momento de la muerte, Dios les da el conocimiento de ello, se confiesan, se preparan y mueren santamente. Esto es lo que la Virgen quiere de nosotros.
P. Livio: Marija, quiero hacerte una pregunta. Aquella joven rubia que visteis precipitar al infierno. ¿Qué representa? ¿Qué os quería dar a entender la Virgen al permitiros ver eso?
Marija: No lo sé exactamente, pero creo que la Virgen quisiera que nos diéramos cuenta de que la belleza, no solo la física, sino también la espiritual, la podemos echar a perder. Es decir, que la vida no se debe despreciar, que la vida es valiosa, la vida es un don de Dios y nosotros debemos amarla desde su concepción hasta la muerte natural. En esta época, se lleva pensar que la vida es nuestra y no es así. La vida es un don que hemos recibido de Dios.
P. Livio: Entonces, significa la vida basada en lo efímero, una vida destruida, desperdiciada. ¿Es esto lo que puede significar aquella joven bella que precipitada en el fuego se transforma en un horrible animal?
Marija: Sí. Como un ramo seco echado al fuego. Así también ella era como ese ramo. No fue Dios quien la echó al infierno, sino ella misma con sus propias acciones eligiendo el mal, incluso en el momento de su muerte. Aquí en Medjugorje, cuando una persona se está muriendo, Vicka se pone a rezar por esa persona. A veces, tarda en morir unas horas, o puede ser dos días, pero ello no importa, Vicka reza siempre hasta que llega esa hora porque ese es un momento de batalla entre el bien y el mal. Es un momento decisivo y si esa persona no está consciente, nuestra oración le ayuda, llegando así la voz de Dios a su mente, porque Dios siempre actúa a través de la oración.
P. Livio: Cierto, pero Marija, la Virgen dijo que actualmente muchos van al infierno.
Marija: Sí, porque haciendo uso de nuestra libertad, muchos van libremente al infierno. No es Dios que castiga, somos nosotros que decidimos al igual que el hijo pródigo cuando se fue de casa.
P. Livio: Tal como dijo la Virgen en Fátima, debemos rezar justamente para prevenir a las almas del fuego del infierno. Esta es una oración de una gran caridad, de una caridad grandiosa.
Marija: Exactamente, y debemos hacerlo plenamente convencidos de que a través de la oración Dios actúa.
P. Livio: Gracias Marija por este testimonio tan bonito que nos has dado esta tarde y, como de costumbre, te encomiendo a toda la gran familia de Radio María.
Marija: Estos días, en Medjugorje, está la directora de Radio María con mil peregrinos. Es muy bonito ver que, a través de Radio María, tanta gente se ha acercado a la Virgen. Este es un hermoso fruto.
¡No nos cansemos nunca de rezar por la conversión de todo el mundo!
TRADUCCIÓN: Equipo de la Asociación Amor de Déu