Una comida nutritiva en el colegio no solo calma el hambre de un niño al instante, sino que también le impulsa a ir a clase, mejora su capacidad de aprendizaje y le abre nuevas oportunidades a través de la educación.

A lo largo de los años, nuestro programa de alimentación escolar, liderado por voluntarios, ha demostrado ser un motor de cambio generacional, empoderando a familias y comunidades que se unen para trabajar contra el hambre y la pobreza. 

Te invitamos a celebrar este logro con nosotros: comparte tu sonrisa en redes sociales usando el hashtag #SonrisasParaMarysMeals. Tu publicación ayudará a dar visibilidad a nuestro trabajo y aparecerá en nuestro Muro de la Esperanza junto a seguidores de todo el mundo.

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