El sábado 24 de mayo falleció el artista italiano Carmelo Puzzolo. Nació en 1934 en San Pietro in Bagno, a 35 km de Florencia. Este artista dejó una gran huella en Medjugorje, donde hizo los relieves del Vía Crucis a lo largo del monte de la Cruz (Križevac), los que fueron bendecidos el Viernes Santo del año 1988. Además, hizo los relieves de los misterios del Rosario de la Virgen en la Colina de las Apariciones (Podbrdo); así como la estatua de san Leopoldo Bogdan Mandić junto a los confesionarios en Medjugorje; la estatua de fray Slavko Barbarić en la Aldea de la Madre y la pintura de la Reina de la Paz que se encuentra en el salón San Juan Pablo II, entre otras obras.

«A última hora de la tarde, volví a caminar cerca de la oficina parroquial y ví al padre Slavko. Quería darle las gracias. El padre Slavko me saludó, me deseó un buen viaje y me dijo: «Vuelve a Medjugorje lo antes posible». En ese momento, recordé que cuando fui al monte de la Cruz, vi a la gente rezando en algunos lugares, junto a piedras marcadas con números romanos».

Le dije: ‘Disculpe, padre Slavko, esa gente que vi en el monte de la Cruz, ¿estabán rezando el Vía Crucis?’

«Sí, rezan el Vía Crucis», respondió.

– ¿Y por qué no ponen las estaciones que corresponden? -pregunté.

—¿Y cuáles son las estaciones que corresponden, qué quiere decir, cómo deberían ser?

«Deberían ser relieves de bronce, y fray Slavko me preguntó si pensaba que la gente rezaría mejor si se parara frente a hermosos relieves de bronce. Le dije que la gente podía rezar igual de bien frente a las estaciones hechas con migas de pan, pero lo principal es que esten hechas con amor. El padre Slavko hizo una pausa y luego dijo: «Es muy interesante lo que está diciendo. ¿Y quién debería hacer las estaciones?»

«Aunque nunca he sido escultor en mi vida, dije que podía hacerlo. Entonces le dije que yo era pintor, pero que también podía hacer ese tipo de obras. Luego intercambiamos nuestros números de teléfono y acordamos mantenernos en contacto», así describió Carmelo Puzzolo su encuentro con el P. Slavko Barbarić para la revista Glasnik Mira y contó sobre la conversación que resultó en el hecho de que hoy tengamos los relieves del Vía Crucis en el Monte de la Cruz.

Visita de la Virgen a su prima Santa Isabel - Rosario Medjugorje

En 1998 se colocó la estatua de san Leopoldo Bogdan Mandić, que también fue realizada por este artista italiano, y ese momento fue recordado para Radio MIR Medjugorje por fray Ivan Landeka, párroco de Medjugorje en aquel momento, que habló sobre la idea de colocar una estatua de este santo, un gran confesor, junto a los confesionarios.

«Algunos peregrinos italianos sugirieron que se colocara una estatua de san Leopoldo Bogdan Mandić, motivado por la canonización del beato Leopold Bogdan Mandić el 16 de octubre de 1983, así como por las palabras del Papa Juan Pablo II, que en varias ocasiones subrayó la importancia de su actividad confesional. Se suponía que la estatua fuera de tamaño natural, porque el santo era de baja estatura, pero eso no impidió que se convirtiera en una gran persona dentro de la Iglesia», contó fray Ivan Landeka, quien aceptó la concreción de esta idea, que fue realizada por el artista italiano Carmello Puzzolo.

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