Ante unos 100.000 fieles en la Plaza San Pedro, el Papa León XIV dirigió sus primeras palabras al pueblo de Dios, diciendo: “¡La paz esté con todos ustedes! Queridos hermanos y hermanas, este es el primer saludo de Cristo Resucitado, el Buen Pastor que ha dado la vida por el rebaño de Dios. También yo quisiera que este saludo de paz llegue hasta sus corazones, les alcance a sus familias, a todas las personas, donde quiera que se encuentren, a todos los pueblos, a toda la tierra. ¡La paz esté con ustedes!”.

Luego el Santo Padre invitó a todos a la unidad, a caminar unidos y en paz, y dijo: A la iglesia de Roma un saludo especial. Tenemos que buscar juntos como ser una iglesia misionera. Una iglesia que construye puentes de diálogo, siempre abierta a recibir, como esta plaza, con los brazos abiertos, a todos. Todos aquellos que tienen necesidad de nuestra caridad, de nuestra presencia, de diálogo y de amor”.

Luego, para sorpresa de todos, comenzó a hablar en un perfecto español latinoamericano, y ante el aplauso multitudinario y espontáneo de los fieles en la Plaza San Pedro, agregó: “Y si me permiten también, una palabra, un saludo a todos aquellos, en modo particular, a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú. Dónde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto, tanto para seguir siendo la Iglesia fiel de Jesucristo”.

Al finalizar su primera aparición en la Plaza San Pedro, el Papa León XIV dio su primera bendición Urbi et Orbi a los presentes y a todos los que seguimos la transmisión a través de los distintos medios de comunicación.

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