Novena de Navidad con la Reina de la Paz.

Mensaje de la Virgen

“Hijitos, oren y preparen sus corazones para la venida del Rey de la Paz, a fin de que Él, con su bendición, dé paz al mundo entero. La inquietud reina en los corazones y el odio rige el mundo. Por eso, ustedes que viven mis mensajes, sean luz y manos extendidas hacia este mundo sin fe, para que todos conozcan al Dios del amor”. (25-11-2001)

Meditación

A veces se escucha la pregunta ¿por qué son tan frecuentes las llamadas a la oración de la Virgen? ¿Dónde están las llamadas a la acción? ¿Por qué la Virgen no critica a los que propagan la inquietud en el mundo y por qué no exige un mayor compromiso por la paz?

La llamada más frecuente de la Virgen en Medjugorje se comprenderá correctamente cuando se nos abra el sentido de la oración: “Ábranse a la oración, hasta que ésta se convierta en alegría para ustedes. A través de la oración, el Altísimo les dará abundancia de gracias y ustedes llegarán a ser mis manos extendidas en este mundo inquieto que anhela la paz”. (25-01-2012)

¿Por qué la Virgen nos enseña a orar? ¡Para aprender a amar! La oración, por tanto, debe ser el lugar donde uno nace de nuevo y una escuela de amor. En otras palabras: la oración es un tiempo para abrir nuestro corazón a Dios y un tiempo para permitir que Dios modele nuestro corazón (un nuevo espíritu, una nueva mentalidad) para que nuestra mirada y nuestras manos se abran hacia el hombre.

La oración es el tiempo cuando nos inspiramos en el ejemplo de amor de Jesús. Especialmente en la Eucaristía, así como en la confesión, recibimos el amor divino que se nos da para que podamos tener paz. Aquí es donde experimentamos la aceptación y el perdón. Aquí absorbemos el amor de Cristo para que podamos vivir por medio de él. Aquí aprendemos a amar como Cristo nos amó a nosotros.

No podemos acercarnos al pensamiento (al corazón) de Dios de ninguna otra manera si no oramos. De otra manera, no podemos permitir que Dios nos transforme a su imagen, si no oramos. La oración es el tiempo en el que nos abrimos al amor de Dios, en el que vamos más allá de nuestro amor humano y adoptamos el principio de la acción de Dios. Sin oración, no podemos crecer o madurar en el amor de Dios que trasciende la exclusividad.

Oración

Espíritu Santo, tú abres el corazón de los hombres, abriste el corazón de los apóstoles… Abre ahora mi corazón también…

Así como el sol abre los pétalos de una flor con su calor, abre ahora mi corazón con tu calor, con tu amor…

Espíritu Santo, abre mis ojos, líbrame de la ceguera y de toda esclavitud.

Dame la gracia de conocer mis pecados…

Líbrame de la esclavitud del pecado…

Dame el amor a Dios para conocerlo.

Dame el amor de Dios para amarlo con todo mi corazón.

Dame amor para escuchar la Palabra de Dios con el corazón, para recibir a Jesús en Comunión con el corazón.

Dame el amor de reconocer en cada hombre a una criatura de Dios, a mi hermano y a mi hermana y lo que es bueno…

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