Junto al P. Carlos Alberto Pérez Méndez, párroco de la Catedral de Villavicencio, el obispo colombiano visitó Medjugorje.
Después de haber escuchado tantos testimonios de fieles laicos y de sacerdotes colombianos cuando regresaban de cada peregrinación a Medjugorje, surgió en el corazón de Mons. Misael Vacca Ramírez, arzobispo metropolitano de Villavicencio, el deseo de venir a ver y hacer su propia experiencia del santuario de la Reina de la Paz. Fue cuando decidió aprovechar el viaje a Roma que hizo en el mes de octubre para asistir a un casamiento, y así poder venir a Medjugorje. Viajo acompañado del párroco de la catedral de Villavicencio, el P. Carlos Alberto Pérez Méndez, para quien también fue su primera vez en el santuario mariano.
Realizaron, al igual que los peregrinos de todas partes del mundo que llegan a la iglesia Santiago Apóstol, diversas actividades, entre ellas, la subida a orar en la Colina de las Apariciones, celebrar la santa Misa en Tihaljina y visitar la comunidad Cenáculo. Además, concelebraron la Eucaristía en el programa vespertino de oración y participaron del sacramento de la reconciliación. Conocieron las instalaciones del Centro informativo Mir Medjugorje, desde donde sale el mensaje de la Reina de la Paz, cada día, para el mundo entero en diferentes idiomas.
Les compartimos sus experiencias y vivencias en Medjugorje que, en sus propias palabras, es un oasis de espiritualidad y de fortalecimiento sacerdotal.
Después de estos días en el santuario de la Reina de la Paz ¿qué pueden decir de Medjugorje y que se llevan de esta vivencia?
-Mons. Misael Vacca Ramírez
Medjugorje es un lugar donde podemos fortalecer nuestra piedad mariana. Me llevo el deseo de orar más, porque nuestra vida tiene que estar fortalecida por la oración. A veces, el quehacer, nos absorbe el hacer y el hacer nos absorbe el ser. Creo que la oración realmente tiene que estar en la base de toda nuestra actividad, y eso es algo que puede diferenciar y puede fortalecer a todas nuestras comunidades. Este es un fruto espiritual que me llevo de esta primera vez en Medjugorje.
-P. Carlos Alberto Pérez Méndez
Medjugorje es un oasis de espiritualidad. Me llevo un mayor amor al ministerio, la conciencia de la grandeza del don que he recibido en la ordenación sacerdotal, y vivir y hacer vivir más los sacramentos, especialmente el sacramento de la reconciliación. Medjugorje ha hecho, hace y hará tanto bien a la Iglesia. La gente se va convertida, se va renovada en la fe, se va amando más a Dios y a la Iglesia, y esto no es sino un bien, por lo tanto, es recomendadísimo para todos vivir la experiencia de Medjugorje.
El Papa Francisco ha nombrado como Visitador Apostólico con carácter especial para la parroquia de Medjugorje a Mons. Aldo Cavalli, quien, como sabemos, fue Nuncio Apostólico en Colombia y que ustedes en esta ocasión han tenido la oportunidad de visitar. ¿Qué nos pueden compartir de ese encuentro?
-Mons. Misael Vacca Ramírez
Visitar a Mons. Aldo Cavalli fue una experiencia muy bonita, porque tuvimos la oportunidad de recordar algunos momentos de su estadía en Colombia como Nuncio, desde el año 2007 al año 2013. El siempre visitaba las distintas diócesis y allí en Colombia lo tenemos muy presente por su sencillez, humildad, su cercanía con la gente, su disponibilidad para bendecir a cada una de las personas. Ha sido otro regalo de esta peregrinación a Medjugorje poder compartir con él.
-P. Carlos Alberto Pérez Méndez
Fue una gracia ver a Mons. Aldo y reunirnos con él ahora. Primero fue una alegría ver como recuerda su estadía en Colombia y segundo, ver esta tarea tan interesante, hermosa y profunda que le ha encargado el Papa Francisco, de su presencia como visitador apostólico en Medjugorje, que la realiza con mucha sencillez, sirviendo a los peregrinos desde la parroquia.
¿Qué ha significado para ustedes poder subir a orar en el Podbrdo, ahí donde comenzaron las apariciones de la Virgen María en Medjugorje?
-Mons. Misael Vacca Ramírez
Si tomamos un poco la Biblia, en diversos pasajes el monte es un lugar de encuentro con Dios. Es un lugar de oración. Jesús se retiraba al monte a orar, algunos pasajes están dados desde el monte, por ejemplo, el de las Bienaventuranzas, la Ley fue dada en el monte a Moisés. El monte tiene en sí mismo un significado de encuentro con Dios, y pienso que aquí también, al hacer esa experiencia de subir a estos montes en Medjugorje, nos da la oportunidad de pensar en ese encuentro con Dios. Con humildad y sencillez podemos hacer que sean realmente momentos de oración, momentos para sentir la cercanía de Dios.
-P. Carlos Alberto Pérez Méndez
Subir al Podbrdo para mí ha sido un ir al encuentro con Dios acompañado por la Santísima Virgen María. Subir pensando como esas piedras fueron santificadas, de alguna manera, con la aparición de la Virgen, y de como ella nos va acercando al Señor. Fue un camino de encuentro con Dios.
En estos días han estado en la Comunidad Cenáculo. ¿Cómo ha sido la experiencia?
-Mons. Misael Vacca Ramírez
Los testimonios son realmente una experiencia de vida, ahí uno puede descubrir que no hay nada inventado, no hay ninguna fantasía, sino que es una experiencia de vida, y una vida que en sus momentos estuvo muy tirada por la nada, por la calle; pero como es muy grande la misericordia de Dios, que a través de personas concretas se puede buscar la rehabilitación de la vida. De una vida en Dios, de una vida con sentido. Es algo que realmente conmueve y nos muestra que se puede desde el estado más bajo de la situación de vida que podamos vivir, se pude salir, se puede surgir, pero siempre se necesita la ayuda de una comunidad, de las personas, que le puedan orientar a uno con amor.
-P. Carlos Alberto Pérez Méndez
La humanidad tan profunda de los jóvenes y cómo el Señor, con tanta sencillez, va haciendo obras extraordinarias. El testimonio de Pier, este joven que nos habló, es uno que fue salvado por el amor de Dios y que, pudiendo ahora salir de la comunidad, ya recuperado, ha decidido quedarse ahí sirviendo con una humildad grandísima, una espiritualidad muy fuerte y una alegría que, como dice el mismo, no se la quita nadie.
¿Qué les ha impactado, qué les ha sorprendido gratamente en esta, su primera vez en Medjugorje?
-Mons. Misael Vacca Ramírez
Me ha impactado la sencillez de la gente que viene, la humildad con la que llega, y el deseo de renovar su vida. Algo muy importante también, es el avance de la tecnología que tiene Medjugorje -el Centro Informativo Mir Medjugorje- para llegar al mundo. El empleo de los medios de comunicación hoy día es importantísimo. Veo que aquí se tiene una tecnología muy avanzada y puesta al servicio de la evangelización, eso me parece fabuloso. Quedé admirado al saber que acá, en Medjugorje, se tienen 22 cabinas de traducción simultánea para 22 idiomas diferentes, y eso es llegar al mundo.
-P. Carlos Alberto Pérez Méndez
Estos días vividos aquí han sido una bendición, especialmente en recuperar la conciencia de la belleza y grandeza del ministerio sacerdotal, viendo la actitud de la gente con los sacerdotes, la oración y el testimonio de amor que la Virgen ha inculcado en todos los fieles laicos hacia la persona del sacerdote. Es una gracia para mí. Uno con el tiempo, con los años, si no está atento, se va como olvidando de esta gracia que ha recibido el día de la ordenación, y aquí he tenido esta oportunidad de recuperarla. Ha sido renovarme en la gracia bautismal a través del sacramento de la confesión, y sentir allí también a través del sacerdote confesor, las palabras de la Virgen comunicándome su amor y su asistencia, para continuar viviendo en fidelidad mi sacerdocio y sirviendo al Señor en la Iglesia.
¿Qué hacer después de la experiencia espiritual de Medjugorje, cuando uno regresa a su lugar, a su ciudad, a su parroquia?
-Mons. Misael Vacca Ramírez
La Iglesia ha recomendado las peregrinaciones a Medjugorje, de manera que veo un buen camino por delante. En Medjugorje se fortalece la piedad mariana y sin dudas que María nos acerca a su Hijo, entonces, las personas que vienen aquí, considero que pueden dar un gran testimonio. Y ese gran testimonio lo deben comenzar en la familia, que es la iglesia doméstica. Por eso, la invitación para quienes puedan venir a Medjugorje, y venir con una actitud de escucha, una actitud humilde, una actitud de querer regresar a nuestros lugares y ser mejores. A vivir nuestra vida de fe con sencillez, pero también con intrepidez, dando testimonio a través de nuestras obras.
-P. Carlos Alberto Pérez Méndez
Esta tarde debemos partir, pero me voy con el deseo inmenso de poder volver un día a vivir más días de intensidad, de oración, de silencio, de espiritualidad y beber todavía más de la espiritualidad sacerdotal de Medjugorje. Vuelvo con el deseo grande de que todos los días en la Catedral de Villavicencio tengamos la oración del santo Rosario y deseo poder transmitir esta espiritualidad sacerdotal, que viven especialmente los laicos, para poder comunicarle a los fieles -en Villavicencio- este amor al ministerio sacerdotal, para que los miembros de la Iglesia, oremos más por los sacerdotes, los cuidemos más, los defendamos más.
Agradecemos a Mons. Misael y al P. Carlos por la sencillez, la humildad, el tiempo que nos dedicaron y, sobre todo, por el testimonio de amor a Dios y a la Virgen María que nos han dado, a cada momento, en los días que hemos podido compartir juntos en Medjugorje. ¡Gracias de corazón a los dos! Y los esperamos nuevamente…