El 35º Mladifest de este año llegó a su cuarto día. Los jóvenes son conscientes de que el final está cerca, pero en realidad, el Festival de Jóvenes no termina en estos dias, sino que continúa por el mundo donde los jóvenes que participaron en Mladifest difundirán la espiritualidad del Festival, los mensajes de paz de Medjugorje, a los que se los invitó a vivirlos por todos los que han subido al altar exterior de la iglesia Santiago Apóstol en Medjugorje, especialmente por numerosos sacerdotes, obispos, arzobispos que se dirigieron a ellos, así como el propio Papa Francisco, que los invitó a transmitir la Palabra de Dios a los demás.

“Un discípulo fiel, además, habiéndose vuelto sabio y fuerte en el Espíritu, transmite necesariamente el Reino de Dios a los demás, porque proclamar su Palabra no es sólo una obligación para los sacerdotes y religiosos, sino también para ustedes, queridos jóvenes. Deben tener la valentía de hablar de Cristo en sus familias, en su entorno educativo y laboral, en su tiempo libre. Proclamenlo sobre todo con sus vidas, manifestando la presencia visible de Cristo en la propia existencia, en el esfuerzo diario y en coherencia con el Evangelio en cada decisión concreta. El Señor los quiere como apóstoles intrépidos de su Buena Noticia y como constructores de una nueva humanidad”, es parte del mensaje que el Santo Padre envió a los jóvenes que escucharon su Palabra estos días en Medjugorje, y ni el calor, ni la lluvia, ni las altas horas de la noche los estorbaron, ni las primeras horas de la mañana, ni nada.

El cuarto día del Mladifest comenzó con los testimonios de miembros de la Comunidad Cenacolo. Un gran número de personas de esta comunidad contaron a los jóvenes de Medjugorje su vida y cómo encontraron la misericordia, el amor, el perdón de Dios… y al final eligieron la “mejor parte”.

Además del testimonio, los participantes del Festival de Jóvenes, procedentes de ochenta países, cantaron y bailaron. Después de los testimonios de los miembros de la comunidad del Cenacolo de diferentes partes del mundo, siguió el rezo del rosario y luego la santa misa celebrada por el párroco de Medjugorje, fray Zvonimir Pavičić, con la concelebración de 498 sacerdotes.

Al comienzo de su sermón, fray Zvonimir habló de cómo los evangelios a menudo nos hablan de las multitudes que seguían a Jesús, que venían a escucharlo y simplemente a estar con él.

“Queridos jóvenes, aquí también somos multitud. No somos una masa, porque una masa es algo indefinido, un grupo de personas reunidas con intereses diferentes. Somos una multitud reunida con un interés: queremos al Señor, queremos su pan, queremos alimentarnos de su Santísimo Cuerpo”, dijo fray Zvonimir Pavičić, señalando que “en cada Eucaristía, el Señor también nos alimenta con su palabra”.

“Los cristianos deben ser personas de fe, no personas que murmuran contra Dios. Confiar ciegamente en Dios aún cuando parezca que todo está contra nosotros y contra Él, cuando parezca que las fuerzas de este mundo son más fuertes que el Señor. Y luego hay que perseverar en la fe. ¿Qué significa una desilusión en mi vida, una caída, ante la abundancia a la que me conduce el Señor? Siempre debemos repetirnos: ¡No lloraré, no murmuraré, nada me resulta difícil, caminaré con Dios por esta vida!”.

“En los sacramentos nos encuentra. Miren cuantos de nosotros estamos aquí. Y todos vinimos a Jesús. Y ese es el primer paso. Ven a él. ¿Y entonces que? Jesús dice: ‘el que cree en mí nunca tendrá sed. Es necesario confiar en Jesús’,  dijo el párroco de Medjugorje, fray Zvonimir Pavičić, y al final instó a que “entre la multitud de amenazas, miedos y decepciones, no debemos entrar en pánico y perecer, sino que debemos ir siempre al pan celestial, que busquemos siempre las cosas celestiales, ese Corazón que también eleva el nuestro y nos conduce al cielo”.

“Si tienes miedo, ve a misa. Allí encontrarás al Señor. Él te lo explicará todo. Él te animará. Te abrirá nuevos horizontes. Él te alimentará. Él preservará sus vidas y los llevará al cielo”, concluyó fray Zvonimir Pavičić, y después de la santa misa tuvo lugar una representación actuada de la Comunidad de Cenacolo.

Compartir: