Fray Zvonimir Pavičić,
párroco de Medjugorje
También este año se realizará en Medjugorje la IV Jornada Mundial de los Abuelos y las Personas Mayores, que se celebra el cuarto domingo de julio, que este año es el 28 de julio. El tema de este encuentro es “En la vejez no me abandones” (cf. Sal 71, 9).
El programa consiste en una catequesis que impartirá fray Svetozar Kraljević a las 17:00 horas en la salón parroquial San Juan Pablo II. en Medjugorje, luego se rezará el rosario y habrá tiempo para la confesión, y luego a partir de las 19.00 horas tendrá lugar la celebración Eucarística en el altar exterior de la iglesia Santiago Apóstol en Medjugorje.
“Ninguno de nosotros vino al mundo solo. Todos debemos gratitud primero a Dios, y luego a nuestros padres y abuelos, y así es como se transmite de generación en generación. Les agradecemos por estar abiertos a la vida y que vivamos el hoy. La gente nos felicita por nuestro cumpleaños, pero en nuestro cumpleaños debemos agradecer a nuestros padres y a todos nuestros antepasados, agradecerles por estar abiertos al don de la vida, por cooperar con Dios porque así vinimos a este mundo y tuvimos la oportunidad de vivir. Debemos estar agradecidos con nuestros padres, abuelos y ayudarlos, ver que no sean ellos los que se quedarán al margen, de quienes no nos preocuparemos, para quienes no tendremos tiempo… sino dedicar de verdad nuestro tiempo. y nuestro cuidado hacia ellos, como lo son ellos para nosotros en nuestra juventud, cuando aprendíamos a caminar, cuando nos criaban… Tampoco debemos olvidarlos en nuestra vejez. Se puede aprender mucho de ellos, hay sabiduría de vida, experiencia de vida…”, dijo el párroco de Međugorje, fray Zvonimir Pavičić, invitando a los ancianos y a los abuelos a la catequesis que tendrá lugar a las 17 horas en Medjugorje, a cargo de fray Svetozar Kraljević y después al programa vespertino de oración.
“Creo que fray Svetozar será interesante, como siempre en sus catequesis, y que les dará un poco más de entusiasmo y ánimo para seguir viviendo su fe, y sobre todo para testimoniar a sus nietos que es necesario vivir con Señor”, dijo fray Zvonimir.
“Dios nunca abandona a sus hijos. Ni siquiera en la vejez y cuando las fuerzas físicas debilitan, cuando el cabello se vuelve gris y el rol social disminuye, cuando la vida se vuelve menos productiva y amenaza con parecer inútil. No mira hacia afuera (cf. 1 Sam 16,7) y no duda en elegir a quienes parecen insignificantes a muchos. No tira ninguna piedra; al contrario, el “anciano” es una piedra fundamental segura sobre la que se puede colocar lo “nuevo” para formar juntos una casa espiritual (cf. 1 Pt 2, 5)”.