En la Fiesta de la Resurrección de Nuestro Señor, se celebraron cuatro santas misas en croata en Medjugorje, a las 7, 8 y 11 de la mañana, y a las 18 horas la misa vespertina.
La solemne celebración eucarística vespertina en la iglesia de Santiago Apóstol fue celebrado por el Arzobispo Aldo Cavalli, visitador apostólico con carácter especial para la parroquia de Medjugorje. Fray Antonio Primorac, vicario parroquial de Medjugorje, y otros diez sacerdotes estuvieron con él en la concelebración, mientras que el diácono fray Marin Mikulić rezó el Rosario a las 17 horas.
En un oportuno sermón, el arzobispo Aldo Cavalli dijo que los apóstoles son la fuente de nuestro conocimiento sobre los acontecimientos de la pasión, muerte y resurrección del Señor Jesús.
“Esta noche, consideremos lo que experimentaron los apóstoles durante la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Dicen los apóstoles en el Evangelio: “Durante la pasión y muerte de Jesús, nuestro comportamiento fue terrible. Uno de nosotros, Judas, vendió a Jesús por una pequeña cantidad de dinero. El otro, Pedro, que era nuestro líder, lo negó. Cuando los soldados llegaron al huerto de los olivos para llevarse a Jesús, todos corrimos y nos escondimos, solo Juan regresó más tarde. Cuando enterraron a Jesús pensamos que todo había terminado, volvamos a nuestra casa. No podíamos hacer algo peor que esto, pero viviendo con Jesús experimentamos que Jesús, un hombre como nosotros, no era como nosotros. Éramos conscientes de que nos llamaba a seguirlo, no porque lo mereciéramos, ni tuviéramos cualidades importantes. Él nos eligió por gracia. Nos escogió porque nos amaba. Nosotros, en nuestra debilidad, lo traicionamos y lo abandonamos. Él, Jesús, cuando se nos apareció resucitado y vivo, no nos abandonó, ni nos reprendió. Con el don del Espíritu Santo, nos recreó, nos hizo nuevos, nos dio una vida nueva llena de fuerza e iniciativa. ¿Por qué Jesús nos hizo esto a nosotros que lo traicionamos y ni siquiera nos arrepentimos? Por gracia. Porque nos amaba”.
“Por gracia, Pedro habla de Jesús con certeza y sabiduría en la primera lectura. Por gracia, Pablo anuncia con poder en la segunda lectura que Jesús ha resucitado. Por gracia, Juan vio y creyó. Así es con cada uno de nosotros. El Señor Jesús nunca nos deja y siempre nos crea de nuevo. Él nos da una nueva vida. Todo esto por gracia, porque me ama. Esta noche aceptemos con gratitud esta gracia y demos gracias de corazón al Señor Jesús. Amén”, dijo el arzobispo Aldo Cavalli en su sermón.