El Padre Sean Parsons, procedente de Inglaterra, vino a Medjugorje por cuarta vez y lo hizo con otros tres peregrinos. Oyó hablar de Medjugorje a través de su tía, monja, quien le instó a venir y visitar este lugar. Cuatro años después de su primera visita, ingresó en el seminario y más adelante volvió junto con sus padres a Medjugorje.
El Padre Parsons declaraba: "Volví a Medjugorje a las pocas semanas de mi ordenación. Aquí se puede sentir una gran paz, una inmensa alegría en la celebración de la Santa Eucaristía y en las confesiones. Es precioso escuchar las experiencias de los peregrinos durante las confesiones, ya que se puede comprobar que sus corazones han cambiado. Cuando vienen, todos quieren rechazar lo que está mal en sus vidas y volver a Jesús. Los peregrinos leen los mensajes de Nuestra Señora; todos lo hacemos, pero cuántos los vivimos… ese es otro tema. Cada uno de nosotros debería decidir vivir siguiendo los mensajes de la Virgen, ya que ELLA nos invita sin descanso a poner el rezo del Rosario en el centro de nuestra vida para así poder convertirnos."