En la madrugada de hoy, sábado 6 de agosto, sobre las 5.40 horas en la autopista A4 con dirección a Zagreb, un autobús con 44 peregrinos de Polonia, que viajaban hacia Medjugorje, sufrió un grave accidente, por causas que aún se desconocen, el chófer perdió el control del mismo, cayendo en un canal.
Entre los peregrinos accidentados viajaban tres sacerdotes y seis monjas. El total de fallecidos hasta el momento es de 12 personas, mientras que los restantes 32 están hospitalizados, de los cuales, 19 están gravemente heridos, distribuidos en tres hospitales de Zagreb.
Es tiempo de ponernos de rodillas, juntar nuestras manos y orar con el corazón, como nuestra Madre nos ha enseñado. Clamemos a Dios por las almas de nuestros hermanos que han fallecido en el accidente. Pidamos por sus familias, sus amigos, todos aquellos que están sufriendo por la pérdida de quienes amaban. Que puedan mirar con mirada de Cielo lo que ha sucedido, recordando las palabras de nuestra Madre en su mensaje del 2 de febrero de 2016: “Os miro con amor maternal. Conozco vuestros dolores y aflicciones, porque yo también he sufrido en silencio. Mi fe me dio amor y esperanza. Por lo tanto, hijos míos, orad para tener una fe firme, que guíe vuestros corazones y sepa transformar vuestros sufrimientos y dolores en amor y esperanza”.
Oremos por los que están hospitalizados, que nuestro Señor, por intercesión de la Reina de la Paz, obre a través de las manos de los médicos y enfermeras que los atienden. Pidamos que puedan recuperarse, si es la voluntad de Dios, y volver a sus hogares con sus seres queridos.
Es tiempo de orar, tiempo de amar orando, de mostrarnos cercanos con la oración del corazón, esa que solo Dios ve y conoce. Abracemos a nuestros hermanos polacos en cada Eucaristía, ahí donde está presente toda la Iglesia, ahí donde también están nuestros hermanos peregrinos.
¡María, Reina de la Paz, ruega por nosotros y por el mundo entero! Amén.