Los signos de Medjugorje
“No debemos esperar para convertirnos, si esperamos un signo puede ser demasiado tarde”
Conociendo que el mundo necesita “signos” para creer, el Cielo se manifiesta en Medjugorje por medio de señales visibles para que muchos de los que acuden en peregrinación a Medjugorje crean: el perfume a rosas, fenómenos relacionados con el sol y, especialmente en los primeros días, enigmáticos resplandores entorno a la Cruz del Monte Krizevac.
El Padre Jozo Zovko, párroco de Medjuogorje en el momento de las apariciones, decía: “ante estos signos extraordinarios nosotros solemos decir que no hacen falta porque en la Iglesia ya lo tenemos todo. Tenemos la Palabra y la Eucaristía” aunque también reconocía que, especialmente en los primeros tiempos de las apariciones, todos estos signos ayudaron a la gente a disponerse para aceptar los mensajes de la Virgen.
Sin embargo, a veces sólo con la manifestación de los signos “comienzan a caer las escamas de los ojos y se abre paso la gracia de la fe, de la oración, de la esperanza, de la experiencia del más grande amor […] Humildad es no despreciar los signos. Sabiduría es dejar que el corazón arda, de camino, cuando encuentra testigos de la Obra de Dios”.
Quedémonos con las palabras de la misma Virgen María quien nos recuerda: “No perdáis el tiempo pidiendo signos al Padre Celestial, porque Él ya os ha dado el mayor signo: mi Hijo”. (Mensaje anual del 18 de marzo de 2015 a Mirjana) Y nos recuerda que el mayor signo del amor de Dios ¡somos nosotros mismos!: “orad, orad, orad y trabajad en la conversión personal para que seáis signos del amor de Dios para los demás”. (25/08/2009)
Las citas corresponden al libro del P. Jozo Zovko, ofm. “He ahí a tu Madre”, editado por la Fundación María Mensajera de Zaragoza, traducido y adaptado por María Victoria Triviño, osc