¿Qué es lo que moviliza a 90 niñas mexicanas, a venir a Medjugorje, para estar poco más de un día? ¿Quién las ha invitado, para que sin dudar, dijeran que sí, en plena pandemia, con lo difícil del viaje? Sin embargo, vinieron desde un internado en Suiza,  a Medjugorje el Sábado Santo, llegando justo para la Vigilia Pascual, y continuando luego viaje a Croacia.

Nos contaba Verónica Canales, de 44 años, directora del colegio Le Châtelard, en Suiza, y con casi 20 años de laica consagrada en la Sociedad de Vida Apostólica de Regnum Christi, cuyo carisma está centrado en la evangelización, que en el colegio buscan presentar a Cristo a las niñas, que lo conozcan, que se enamoren de Él, que quieran imitarlo y seguirlo en su vida diaria. Que puedan disfrutar y gozar de lo que es la vida cristiana, poniendo a Dios en el primer lugar.

Llegó hace tres años a Medjugorje por primera vez, donde tuvo una experiencia muy hermosa de encuentro con la Virgen, que llenó su corazón de paz y amor. Verónica quería que la Vigilia Pascual las niñas la pasaran en el colegio, porque es más catequético, y luego viajar. Pero al ver que había vuelo solo para el sábado, se dio cuenta que la Virgen las invitaba a que la vivan con Ella.

Muchas niñas, a pesar de que estábamos fuera y hacía frío, dijeron que era la misa más bonita que habían tenido. Cuando con ellas llegamos al monte de las apariciones, y se pusieron a los pies de la Virgen, sentí una paz muy grande, y la certeza de que la Gospa quería que estemos aquí, y que todo lo que habíamos pasado para llegar, valía la pena”, nos dijo Verónica.

Le hicimos a Constanza Espinozo, de 15 años, la pregunta que se caía de madura, ¿valió la pena el viaje para estar poco más de un día? Y con una sonrisa dijo: “Sí, sí, 100%. Se siente la presencia de la Virgen, subimos al Monte de las Apariciones, rezamos el Rosario, fue un momento corto de oración, pero muy poderoso y que te llena. Sentí que la Virgen me invitó para descubrir el amor que me tiene, conocerla más, y entender el amor de Jesús tomada de su mano. La mejor manera de dar a conocer Medjugorje es con mi testimonio, contando mi experiencia, y esto que viví”.

También ha sido profunda la vivencia de Monserrat Andrade, mexicana de 21 años, que vino como colaboradora de Regnum Christi, acompañando a las niñas. Nos contaba: “Es mi primera vez en Medjugorje, y el propósito más fuerte que me llevo es, que no tengo que hacer nada para que Dios me ame, ni más ni menos. He llegado al monte de las apariciones con las manos vacías, y le dije a María que no tenía nada que ofrecerle. Y la Virgen me respondió: ‘Es que eso quiero, tu nada, es que no tienes que hacer nada para que Dios te ame’. Vuelvo con la convicción de empezar a vivir esto mismo, con fe, con la certeza de que Dios quiere mi nada. Vale la pena venir a Medjugorje, aunque sea para quedarte dos horas, ir al monte y regresar”.

Por último, hablamos con Helen, de Guatemala, tiene 28 años, es laica consagrada, y viajó acompañando al grupo, en lo que para ella también fue su primera vez aquí. “Medjugorje es un lugar de mucha sencillez y pobreza, es como el ambiente adecuado, que dispone al alma para encontrarse con Dios. La Virgen ha elegido a gente sencilla, ordinaria, en un lugar tan sencillo, y aquí ha revelado su mensaje. Lo que más me impactó fue escuchar sobre el ayuno, la fuerza y la potencia que tiene el ayuno, me han dado ganas de ayunar. Medjugorje es un lugar de tanta Gracia, y de encuentro con Dios, que aunque sea por poco tiempo, vale la pena venir”.

En Medjugorje, la Gospa nos invita desde hace 40 años, a poner a Dios en el centro de nuestra vida, y nos enseña a orar con el corazón, hasta que la oración se convierta en alegría y gozo. La Virgen sigue llamando. Tengamos el corazón abierto a nuestra Madre del Cielo, y así podremos, como los “angelitos de México”, responder a su llamada.

Pueden visitar la página web del colegio en este link.

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