Letizia Centorbi, de Italia, ofreció su testimonio durante la mañana el 2 de agosto. Habló sobre su conversión en Medjugorje y presentó su nueva canción “Regina della pace” que escribió hace ocho años.

“Usaré palabras de Madre Elvira, soy una persona que resucitó, no sólo los que son adictos están muertos. Muertos son aquellos que no tienen a Jesús en sus corazones, muertos son aquellos que no llegaron a conocer a Jesús. Muertos son aquellos que le cerraron sus corazones a Él – al amor, a Aquel que nos dio la vida. Vengo de una familia muy sencilla y humilde, familia que no conoció a Dios y que nunca me dio a Dios. Cuando tenía 4 años y medio mis padres se vieron obligados a abandonarme debido a las dificultades financieras y me dejaron con mi abuela. En ese período, los veía sólo una vez al año y era muy difícil para mí. Cuando era una niña, a esa edad, no era capaz de entender cómo se sentían y a qué situación se estaban enfrentando. Muy pronto, cuando tenía seis años, el Señor tocó mi corazón a través de la música. Me estaba preparando para la Primera Comunión y tuve que asistir a las clases de religión y a la Santa Misa, y fue allí que el Señor tocó mi corazón. Ese domingo, una canción me movió de manera especial. El Señor vino a mi vida entonces, pero yo no era consciente de eso. Mi vida estaba llena de sufrimientos, porque cuando uno vive sin padres, esa vida no era agradable. Crecí con mi abuelita que me dio mucho amor, pero a medida que crecía, el Señor me acercaba cada vez más a Él.

Después de 14 años, empecé a vivir de nuevo con mis padres, pero luego, las dificultades y las enfermedades afectaron a mi familia y todos sufrimos por las dificultades financieras que teníamos en esos días. Cuando tenía 12 años, mi vida estaba llena de visitas al hospital y era toda una cadena de dificultades. Yo estaba inmersa en todos esos sufrimientos junto con mis padres que no conocía bien. Nos mudamos a la pequeña ciudad de Sicilia y ahí es donde conocí a Sonia. Esta chica había estado yendo o a Medjugorje durante un gran periodo de tiempo y sus ojos eran completamente diferentes a cualquier otra gente que conocí. Yo no sabía nada, no conocía a María en aquellos días, ni a Jesús, ni a la Santísima Trinidad, no había nada religioso en mi vida, excepto un sueño que tuve cuando era niña. Pero, fue el Señor quien guió mi vida. El 16 de julio, fiesta de Nuestra Señora del Carmelo, conocí a Sonia y ella comenzó a contarme toda emocionada sobre Medjugorje y que iba a venir aquí dentro de dos semanas, para el Festival de la Juventud.

Me enamoré de su historia y de Medjugorje, aunque nunca había venido aquí antes. Así es como comencé a seguir a Sonia y a ir cada día a la Santa Misa para ser alimentada por la Eucaristía. Yo asistía sin saber lo que estaba sucediendo allí, sólo quería seguir a esa chica. Así es como vine aquí por primera vez en 1997; entonces, otra persona tocó mi corazón, Augustino Ricotta, quien cantó entonces. El Señor me tocó de nuevo a través de la música y me enamoré de Jesús.

Ya he venido aquí más de 30 veces, pero cada vez ha sido diferente, ya que en una de las ocasiones, una de mis heridas se curaría definitivamente. Yo estaba bloqueada, como si Satanás no quisiera que estuviera alegre. Había obstáculos, pero Dios decidió curarme. Comencé a venir y traer peregrinos. Mientras yo estaba con ellos, estaba cantando y el Señor los estaba tocando a través de mi música, pero fui yo quien realmente se estaba sanando. Nunca estudié música y nunca pude imaginar escribir letras y textos, mi autoestima era bastante baja, pero el Señor estaba enviando a la gente que necesitaba en mi vida para cumplir varios propósitos y así su amor me estaba curando las heridas que me habían impedido encontrar a María y a Dios Padre. Ahora estoy enamorada de ellos. También recibí un don de enamorarme de la oración del Rosario, empecé a rezar el Rosario todo el tiempo y a sentirme libre. Hoy viajo y evangelizo en encuentros de oración y luego durante la Adoración. Lo más hermoso que uno puede experimentar es enamorarse de Dios “, dijo Letizia, cuyo CD fue lanzado el año pasado con 10 canciones dedicadas a Nuestra Señora.