Apariciones a finales del siglo XX

Apariciones a finales del siglo XX

Un dato a tener muy en cuenta para entender este periodo, en lo que a Medjugorje se refiere, es que durante diez años, desde el 25 de junio de 1981, primer día en el que la Virgen María se identifica como tal, bajo la advocación de la Reina de la Paz, la aparición que decían ver los muchachos a diario, supuso una poderosa llamada a la oración y al ayuno por esta intención de la paz.

Dejando el beneficio de la duda a aquellas personas que piensen que la coincidencia en la fecha entre el inicio de las apariciones de la Reina de la Paz y de su urgente llamada a la oración por la paz, con el comienzo de esta terrible guerra no sea más que un mal capricho de algo llamado destino, es justo recordar aquí unas palabras dichas por el obispo de Banja Luka, Mons. Franjo Komarica, recogidas en el libro Medjugorje (Ed. LibrosLibres) en las que recordaba: “Allí donde Dios construye una iglesia, el Diablo siempre pone una capilla”.

Sin embargo, a pesar de las atrocidades vividas por las gentes de Bosnia y Herzegovina, la guerra nunca hizo acto de presencia en Medjugorje. Según cuentan los lugareños de la aldea y los propios videntes, “la Virgen María nos protegió”. Y es cierto que a solo tres kilómetros de Medjugorje, en la vecina Citluk, sí que llegaron las hostilidades, pero el pueblo de Medjugorje, a pesar de haber sido objetivo prioritario de las fuerzas militares serbias, no sufrió ningún daño ni humano ni material.

Cobra un significativo protagonismo el Festival de Jóvenes de Medjugorje, un encuentro anual de testimonio y oración -que se celebra siempre la primera semana de agosto- en torno a la espiritualidad mariana del lugar. Ni si quiera durante los años de la guerra fue interrumpida su celebración, a la que siempre han acudido miles de peregrinos de todo el mundo.

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