La familia Kopricanec (Koprivnica, Croacia), compuesta por el matrimonio Katarina y Nevenko y su hijo Simun-Benedikt, vino a Medjugorje en enero de 2017. Esta pareja rezó durante muchos años para tener un hijo y fruto de esas oraciones nació Simun-Benedikt, que en la actualidad tiene 12 años. La Sra. Katarina declaraba en el programa de Radio Mir: “Casi siempre cojo vacaciones en enero. Mi parroquia celebra el nacimiento de la Virgen María y normalmente lo celebramos allí, pero me encanta venir a Medjugorje, porque en este lugar siento paz, la gracia de Dios. Desde que era niña, siempre me he sentido muy cerca a la Madre de Dios.”

El Sr. Nevenko declaró que su conexión comenzó entre 1982 y 1983: “Mi padre era pintor y en aquellos años tenía una exposición en Siroki Brijeg. Estuvo diez días  viviendo con los franciscanos y yo me pude quedar con él. Esa fue la primera vez que vine. Más adelante, comencé a venir con la comunidad de oración “Maranatha”, dirigida por el P. Smiljan Kozul -normalmente veníamos a celebrar la Festividad de Pentecostés. Aquí se experimenta la fuerza que no se recibe en circunstancias normales. Personalmente puedo decir que, cada vez que veníamos de peregrinación, había personas con necesidades en el autobús. Una vez, había una niña de unos 14 o 15 años y la subí al Monte de la Cruz cargándola sobre mis espaldas. No me costó ningún trabajo – y es que eso es lo que se siente en Medjugorje- es algo distinto, ¡es María!”

Incluso el más joven de la familia, Simun-Benedikt, de 12 años, nos habló de su experiencia de Medjugorje: “Me encanta Medjugorje, porque es aquí donde la Virgen nos dice: paz, paz, oración, ayuno, sed buenos… Es aquí donde todos podemos encontrar nuestra propia paz, ya que María es la madre de todos. Como Jesús sufrió por todos nosotros, María es nuestra Madre.”

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