En diversos Mensajes, la Reina de la Paz nos invita a examinar nuestros pensamientos y nuestras conversaciones, ya que ellas tienen un poder que supera lo que podemos imaginar, tal como lo vienen demostrando la neurociencia y diversos estudios que se hacen al respecto.
Nuestros pensamientos y conversaciones deben ser convertidos diariamente con la ayuda de la oración. En este sentido debemos entrar en la escuela de María, para que Ella nos enseñe a que nuestros pensamientos y conversaciones, sean como incienso de perfume agradable en la presencia del Altísimo.
El 25 de enero de 1993, la Gozpa nos pedía: “Que todo odio y celos desaparezcan de sus vidas y de sus pensamientos y que sólo more el amor a Dios y a su prójimo.”
Así como también me parece muy clarificador al respecto, el Mensaje, 25 de febrero de 1993: “¡Queridos hijos! Hoy los bendigo con mi bendición maternal y los invito a todos a la conversión. Yo deseo que cada uno de ustedes se decida por un cambio de vida y que cada uno de ustedes trabaje más en la Iglesia, no con palabras y pensamientos sino con el ejemplo, de tal manera que sus vidas puedan ser un testimonio gozoso para Jesús. Ustedes no pueden decir que están convertidos, porque su vida debe ser una conversión diaria…”
Ten presente que tus pensamientos y tus conversaciones tienen poder, pueden ellos pueden ser:
- Como las abejas que buscan las flores para posarse en ellas y ponen su capacidad productiva para hacer la miel. O como las moscas, que solo ven la basura, se posan en ella y llevan microbios de un lugar a otro.
- Como las abejas que polinizan y fecundan algunas plantas y les ayudan a florecer. O como paloma que vuela de un gallinero a otro, y lleva de un lugar a otro los piojillos y las enfermedades.
- Como las sogas, que sirven para amarrar los barcos en un puerto seguro, para que no anden a la deriva, y naufraguen. Pero que también pueden enredar la verdad, los pensamientos, las conversaciones y las relaciones humanas.
- Como la luz, que puede guiar los pasos de quienes están perdidos en medio de la noche. O como la oscuridad, que no guía a ninguno y con el tiempo desorienta a todos.
- Como los lentes que tienen los con cristales limpios, y que nos permiten ver la verdad con nitidez, y apreciar todos los signos de esperanza que hay en cada lugar. O como los lentes cristales sucios, que distorsionan todo lo que se mira y proyectan una sombra de duda a todas las realidades.
- Como el buen médico: que sana, serena y fortalece a sus pacientes. O como un mal médico, que no solo no cura de la enfermedad, sino que hasta puede llegar a matar a los enfermos.
- Como un fósforo o cerilla, que puede encender un fuego para dar calor y cocinar los alimentos. Pero que también puede incendiar una casa, una parroquia o un bosque.
Recuerda que:
- A lo largo de la historia, pensamientos y conversaciones positivos, fueron el origen de la construcción de grandes ciudades y comunidades cristianas. Y que pensamientos y conversaciones negativos y malicioso, fueron en cambio, el comienzo de la destrucción de las mismas.
- En tu mente y en tu corazón puede reinar la luz o la oscuridad. La verdad o el error. El verdadero bien o el bien en apariencia.
- Debes estar atento, porque tus pensamientos negativos hacia los demás te entristecen primero a ti y hasta pueden enfermarte, para luego entristecer y enfermar a quienes te rodean.
- No es suficiente con rezar Rosarios y comulgar, es necesario cambiar de mentalidad para que tus pensamientos se parezcan cada día más al modo de pensar de Jesús.
- Muchas formas de razonar, de ver la vida, las diversas situaciones o a las demás personas, han sido aprendidas en el contexto familiar durante la niñez y adolescencia. A padres criticones y quejosos, suelen seguirles hijos con las mismas actitudes, que cualquier contratiempo los hace desalentarse y abandonar. Y a padres optimistas y elogiosos, le siguen hijos que tienen la capacidad de superar todos los obstáculos.
- Tus pensamientos y tus comentarios negativos siempre tendrán consecuencias sombrías, aun cuando parezca que ninguno los escucha. Y tus palabras positivas y de elogio, también tendrán resultados inimaginables, pues son ondas expansivas de bendición, que llevarán luz a muchos corazones.
- Tus silencios pueden ser de bendición, y tus conversaciones -que deberían ser bendición-, a través de las quejas pueden transformarse en instrumento del “mandinga” y en palabras de maldición.
- De ti depende, cada día y en cada ocasión decidir por qué vas a optar.
- Si tienes que descargar tus quejas con alguien, hazlo con el Señor. Él te dará la luz que necesitas.
- En la mano extendida de la Reina de la Paz, pon tus pensamientos y sentimientos tóxicos de queja, y entrega a Ella, las conversaciones que bajo falsa apariencia de virtud estés tentado a mantener. Entonces notarás como -con la intercesión de la Reina de la Paz-, esos pensamientos y palabras se transformarán en fructuosa oración, porque la paz de Dios regresará a tu alma, y le permitirás a Dios que derrame todas las bendiciones que él tiene dispuestas para aquello(s) que antes te inquietaba.
Termino con una historia que una vez escuché:
“Durante la celebración de una Misa, entraron dos mujeres en el templo.
Al finalizar la celebración, una de ellas pensaba que había perdido el tiempo y luego dijo a sus amigas: el coro desafinaba, el sermón fue largo y aburrido, en el saludo de la paz se siente la hipocresía de mucha gente.
La otra mujer en cambio pensaba que cuando escuchaba los cantos pensaba en el cielo por la inspiración con la que cantaban, en la homilía parecía que el sacerdote le hablaba a ella, y en el saludo de la paz se sentía tanto amor.”
Una misma realidad, vista con dos miradas diferentes. ¿A cuál se parece la tuya?
“¡Queridos hijos! Hoy, los invito a todos a decidirse por la santidad. Que para ustedes, hijitos, la santidad esté siempre en primer lugar en vuestros pensamientos, en toda situación, en vuestro trabajo y en vuestras palabras.”
Del Mensaje, del 25 de agosto de 2001