Queridos hijos, también hoy os invito a la oración, especialmente ahora cuando Satanás quiere la guerra y el odio. Yo os invito de nuevo, hijos míos: rezad y ayunad para que Dios os dé la paz. Testimoniad la paz a cada corazón y sed portadores de paz en este mundo sin paz. Yo estoy con vosotros e intercedo ante Dios por cada uno de vosotros. Y no temáis, porque quien ora no teme el mal y no tiene odio en su corazón. Gracias por haber respondido a mi llamada.