Queridos hijos, así como la naturaleza muestra los colores más hermosos del año, también yo os invito a que con vuestra vida testimoniéis y ayudéis a los demás a acercarse a Mi Corazón Inmaculado, para que la llama del amor hacia el Omnipotente brote en los corazones de ellos. Yo estoy con vosotros y sin cesar oro por vosotros para que vuestra vida sea reflejo del Paraíso aquí en la tierra. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!