“¡Queridos hijos! Os llevo a mi Hijo Jesús para llenar vuestros corazones de paz, porque Él es la paz. Hijos míos, buscad a Jesús en el silencio de vuestro corazón para que nazca de nuevo. El mundo necesita a Jesús, por eso buscadlo a través de la oración, porque Él se entrega diariamente a cada uno de vosotros”.
Hoy Nuestra Señora vino vestida solemnemente con el Niño Jesús en brazos. Jesús extendió su mano en señal de bendición mientras Nuestra Señora oraba por nosotros en arameo.