Queridos hijos, sin oración no hay paz. Por eso os digo, queridos hijos, orad por la paz al pie de la Cruz. Gracias por haber respondido a mi llamada.
Queridos hijos, sin oración no hay paz. Por eso os digo, queridos hijos, orad por la paz al pie de la Cruz. Gracias por haber respondido a mi llamada.