Queridos hijos, en esta Navidad, Satanás quería obstaculizar de manera especial los planes de Dios. Queridos hijos, vosotros mismos habréis reconocido a Satanás el mismo día de Navidad. Pero Dios ha vencido en todos vuestros corazones. ¡Que la alegría reine en vuestros corazones! Gracias por haber respondido a mi llamada.