“Queridos hijos, os invito a vivir diariamente los mensajes que os doy. De manera especial, hijos míos, deseo acercaros más al Corazón de Jesús. Por eso, hijos míos, hoy os invito a la oración dirigida a mi querido Hijo Jesús a fin de que todos vuestros corazones sean de Él. Y también os invito a consagraros a mi Corazón Inmaculado. Deseo que os consagréis personalmente, como familias y como parroquias, de modo tal que todos vosotros pertenezcáis a Dios a través de mis manos. Por eso, hijos míos, orad para poder comprender el valor de estos mensajes que os doy. No pido nada para mí misma sino que pido todo para la salvación de vuestras almas. Satanás es fuerte y por eso, hijos míos queridos, refugiaos por medio de la oración incesante en mi Corazón maternal. Gracias por haber respondido a mi llamada”