“Queridos hijos, hoy también deseo invitaros a la oración y al abandono total de Dios. Sabed que os amo y que es por amor por lo que he venido aquí para mostraros el camino de la paz y de la salvación de vuestras almas. Deseo que me obedezcáis y que no permitáis que Satanás os seduzca. Queridos hijos, Satanás es fuerte y por pido vuestras oraciones y que me las ofrezcáis por aquellos que están bajo su influencia, para que se salven. Dad testimonio con vuestras vidas y ofreced vuestras vidas por la salvación del mundo. Estoy con vosotros y os doy las gracias. En el Cielo recibiréis del Padre la recompensa que Él os ha prometido. Por eso, hijos míos, no os preocupéis. Si vosotros oráis, Satanás no podrá hacer nada contra vosotros porque vosotros sois hijos de Dios, y Él tiene Su Mirada puesta en vosotros. ¡Orad! Que el rosario esté siempre en vuestras manos como signo para Satanás de que vosotros me pertenecéis. Gracias por haber respondido a mi llamada”