Queridos hijos, no olvidéis que este es un tiempo de gracia; por lo tanto, ¡orad, orad, orad! Gracias por haber respondido a mi llamada.
Queridos hijos, no olvidéis que este es un tiempo de gracia; por lo tanto, ¡orad, orad, orad! Gracias por haber respondido a mi llamada.