¡Queridos hijos! Hoy os doy gracias por vuestras oraciones. Todos vosotros me habéis ayudado para que esta guerra pueda terminar lo más pronto posible. Yo estoy cerca de vosotros y oro por cada uno y os pido: Orad, orad, orad. Sólo a través de la oración podremos vencer el mal y proteger todo lo que Satanás quiere destruir en vuestras vidas. Soy vuestra Madre y os amo a todos por igual e intercedo por vosotros ante Dios. Gracias por haber respondido a mi llamada.