¡Queridos hijos! Hoy os invito a que os decidáis por Dios, pues el distanciamiento es fruto de la falta de paz en vuestros corazones. Sólo Dios es la paz; por eso, acercaros a El por medio de vuestra oración personal y vivid entonces la paz en vuestros corazones. De esa manera, la paz brotará desde vuestros corazones hacia todo el mundo. No habléis de paz sino practicarla. Yo os bendigo a cada uno de vosotros y a cada una de vuestras buenas decisiones. Gracias por haber respondido a mi llamada”