«¡Queridos hijos! Oren, oren, oren para que la paz reine en cada corazón y prevalezca sobre todo mal e inquietud. Gracias por haber respondido a mi llamado». (Con aprobación eclesiástica)
«¡Queridos hijos! Oren, oren, oren para que la paz reine en cada corazón y prevalezca sobre todo mal e inquietud. Gracias por haber respondido a mi llamado». (Con aprobación eclesiástica)