“¡Queridos hijos! Hoy, de una manera especial, os traigo al Pequeño Jesús para que El os bendiga con Su bendición de paz y de amor. Queridos hijos, no olvidéis que ésta es una gracia que muchas personas ni conocen ni aceptan. Por eso, vosotros, los que os decís Míos y que buscáis mi ayuda, entregaros completamente. Por encima de todo, dad vuestro amor y vuestro ejemplo en vuestras familias. Vosotros dicen que la Navidad es una celebración familiar. Por eso, queridos hijos, dad a Dios el primer lugar en vuestras familias, a fin de que El pueda daros la paz y pueda protegeros no únicamente de la guerra sino también de cualquier ataque satánico en tiempos de paz. Si Dios está con vosotros lo tenéis todo; pero si no lo aceptáis, entonces sois pobres y estáis perdidos y no sabéis de qué lado estáis. Por eso, queridos hijos, decidíos por Dios y entonces lo tendréis todo. Gracias por haber respondido a mi llamada”